Mientras el dólar todavía busca un nuevo punto de equilibrio tras los festejos en el frente financiero por el triunfo del oficialismo en las urnas el domingo pasado, el Tesoro enfrentó este miércoles su primera prueba de fuego. En la última licitación de deuda de octubre, en la cual el Gobierno buscaba renovar vencimientos cercanos a $12 billones, colocó $6,867 billones, lo que implica un roll over del 57%.
En la anterior licitación, la Secretaría de Finanzas había aceptado solo el 45% de lo que se ofrecía, lo que liberó al mercado cerca de $ 2,1 billones, que aportaron cierta liquidez en la previa de las elecciones. Ahora, aumentó el porcentaje de renovación, pero dejó afuera otros $ 5 billones que podrían ayudar a descomprimir las tasas en las próximas semanas.
El Tesoro colocó cinco letras con tasas fijas por las que pagó un rendimiento menor a las de las últimas licitaciones. El apetito de los inversores se concentró en los instrumentos de más corto plazo, con letras que vencen a finales del mes que viene y en enero. Por ambos títulos, el Tesoro pagó un premio de 3,09% y 2,9% respectivamente.
Una de las jugadas de esta licitación fue la inclusión de dos letras de largo plazo. «Ahora que el panorama para los próximos dos años es más claro y los riesgos electorales han quedado atrás, el Tesoro vuelve a ofrecer Boncaps con vencimientos superiores a un año, con el objetivo de extender el perfil de deuda en pesos», señalaron al inicio de la rueda en Max Capital. Estas no tuvieron demasiado apetito, pero consiguieron pagar tasas de 2,55%.
El menú para este miércoles. presentado por el ahora flamante canciller Pablo Quirno, incluía dos nuevas letras atadas al dólar, con vencimientos el 28 de noviembre próximo y el 30 de enero de 2026. Ambas colocaciones quedaron desiertas.
«En la licitación de hoy el gobierno emitirá $5 billones, tras haber renovado sólo 57% de los vencimientos del viernes. Esto refleja la muy baja liquidez en el sistema financiero, y la emisión debería cubrir estas necesidades. Como positivo, las tasas de colocación fueron mucho menores que en licitaciones anteriores, reflejando la compresión de esta semana, aunque todavía se mantienen en niveles altos en términos absolutos», comentaron en Puente.
«Resta ver si el Gobierno buscará tomar alguna medida para retirar esta liquidez que inyecta, como hizo en ocasiones anteriores, o si va a convalidar esta demanda del mercado», añadieron.
La licitación estaría a cargo de Jorge Luis Daza, el actual viceministro de Caputo que aún no fue confirmado como reemplazo de Quirno. En la previa, para descomprimir parte de esos vencimientos, el Banco Central habilitó una operación pocas veces vista: un swap con bancos que permitió reducir el monto a renovar esta semana.
Al mismo tiempo, desde el lunes el Gobierno salió a recomprar bonos en pesos, sobre todo las LECAP que vencen en febrero próximo, lo que aportó una inyección de pesos extra al mercado que se tradujo en un rebote del dólar en el segmento mayorista.
