A pocos días de lanzarse la cosecha de la oleaginosa en EEUU, China aún no realizó compras al país gobernado por Donald Trump, en medio de las negociaciones comerciales entre ambas potencias. En reemplazo, el gobierno de Xi Jinping está realizando adquisiciones a Brasil y Argentina.
Proyecciones privadas estiman que podrían venderse hasta 11 millones de toneladas de porotos argentinos hasta fin de año, lo que implicaría un flujo de divisas por fuera de temporada para el gobierno, pero a costa reducir la materia prima de la industria aceitera.
En su último reporte del mercado de granos, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destacó que, a tan solo una semana de que comience oficialmente la nueva campaña 2025/26 de soja en EEUU, «las exportaciones no registran ni una sola tonelada que tenga como destino previsto China».
Explicaron que es común que antes de que comience la nueva cosecha ya se hayan acordado ventas anticipadas entre vendedores estadounidenses y compradores chinos. «Excluyendo los años 2018 y 2019 (primera ‘guerra comercial’), las compras anticipadas a esta altura representaban más del 21% del total del programa exportador hacia China y el 12% del total de exportaciones de la campaña», ejemplificaron.
El problema para EEUU
El analista agropecuario Dante Romano sostuvo que «la demanda de China sobre EEUU sigue floja, limitadas por la guerra comercial». Y consideró que «una indefinición en esta materia que se prolongue podría ser un problema» para el país norteamericano: «Entrarán enormes cantidades de soja, y si el principal comprador está ausente, los precios podrían caer fuerte», señaló.
La BCR consideró que el país asiático «es por lejos el principal mercado para la soja norteamericana, representando más de la mitad de las exportaciones durante la última década. Inclusive, luego de la primera guerra comercial hasta ahora, China, en promedio, es el destino para el 56,5% de los porotos estadounidenses«.
En medio de ese escenario, la Asociación Americana de Soja (ASA) envió una carta a Trump durante la semana pasada solicitando por la priorización de la soja en el marco de las negociaciones comerciales con China.
«En el documento, aseguran que las condiciones financieras de los productores son alarmantes y que no pueden sobrevivir mucho tiempo sin su principal comprador. Solicitan explícitamente llegar a un acuerdo que implique la eliminación de los aranceles para la soja estadounidense y abundantes órdenes de compra por parte de China«, relató la BCR.
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El aumento de las exportaciones a China se traduce en una baja del valor agregado.
El aumento de las compras en Brasil y Argentina
Como contrapartida, Romano dijo que China aumentó sus importaciones de soja de Brasil en julio un 13,9% interanual. De manera complementaria, la BCR destacó que Brasil habría embarcado hacia China 9,6 millones de toneladas de soja, «40% más que el promedio de los últimos cinco años, y en el acumulado del 2025 ya llegaría a los 58 millones de toneladas, 10 millones de toneladas más que el último lustro«.
En el caso argentino, el analista agropecuario destacó que «tanto la industria como la exportación están con márgenes excelentes» e «incluso podría aumentar el programa de exportación de poroto». Y agregó: «La venta de soja con precio en Argentina sigue a ritmo superior al promedio: con casi 760.000 toneladas superan las 500.000 habituales, y en el acumulado se llega a 24 millones de toneladas o 48% de la producción contra 40% promedio».
Por su parte, la Bolsa de Rosario sostuvo que en lo que va del mes, «ya se embarcaron 1 millón de toneladas de soja, de las cuáles 750.000 zarparon hacia el gigante asiático. «Mientras tanto el line-up hacia adelante se sigue expandiendo y hacia fines de mes está programado embarcar 1 millones de toneladas más, solo con destino a China«, agregaron.
Las dudas hacia delante
Consultado por Ámbito, el consultor especializado en agro, Javier Preciado, explicó que «es probable que algo más de poroto de soja salga para China, pero eso va a traer la competencia con la industria (aceitera) que necesita mantener activas las fábricas y tiene que empezar a cubrir el programa de exportación, que va de octubre a marzo».
En este sentido, comentó que hay expectativas dentro del agro de que se termine la campaña «con 10-11 millones toneladas de soja exportadas» extra. Sin embargo, «eso implicaría sacarle a la industria unas 5 o 6 millones de toneladas«, lo cual contribuiría a una tendencia ya observada desde hace unos meses, la «reprimarización» de la soja. “Es la participación más alta de exportaciones sin valor agregado desde la campaña 2018/19”, agregó.
Por su parte, Romano acotó que el gobierno de Xi Jinping «no podría abastecer su mercado sólo con soja sudamericana». Por lo tanto, «si la guerra comercial se prolonga, también China podría tener problemas para empalmar el abastecimiento de su demanda con los granos de la próxima cosecha».