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domingo, 17 agosto, 2025
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Nicolás del Caño: Defender la educación es luchar contra la precarización de la vida de la juventud

Conversamos con el candidato a diputado por la Provincia de Buenos Aires en la Tercera Sección a raíz del aumento de la precarización laboral, que golpea especialmente a los jóvenes. El Frente de Izquierda es el único que incluye en sus listas a luchadoras y luchadores por los derechos de la juventud.

Mientras la política de gobierno de Javier Milei profundiza la precarización de la vida de los y las trabajadoras en todos sus aspectos, y el estado de situación empeora entre los jóvenes, los partidos mayoritarios que se dicen opositores parecen no enterarse.

Para botón de muestra fue la Expo Empleo barrial que en estos días tuvo lugar la ciudad. Con filas interminables de pibes y ofrecimientos salariales equivalentes a una jubilación mínima por 8 horas de trabajo, los «mejores» salarios no iban mucho más allá. Para esta entrevista, entonces, reunimos «datos duros» sobre la base a distintos estudios y encuestas [1] que dan una pauta de la gravedad que reviste la situación en la juventud. En base a este relevamiento, conversamos con Nicolás del Caño, actual candidato a diputado del Partido de Trabajadores Socialistas (PTS) en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores – Unidad (FITU) de Provincia de Buenos Aires, por la tercera sección, para conocer la posición de la izquierda. Del Caño también es autor del libro Rebelde y Precarizada. Vida y futuro de la juventud en tiempos de FMI (Planeta, 2019) [2], que incluye relatos en primera persona, debates y un panorama global sobre el tema.

Este año, en el primer trimestre, la tasa de informalidad en la Argentina fue del 42 %. Pero en la franja etaria de entre 16 y 24 años fue 26 puntos porcentuales mayor. Es decir que 7 de cada 10 jóvenes, en nuestro país, son trabajadores informales (UBA-Conicet). La informalidad tiene una «penalidad promedio» del 41 %. Esto significa que, a igual nivel educativo, edad, sexo, de la misma rama económica, categoría y en una empresa de igual tamaño, en la misma región, si un trabajador formal obtiene un ingreso mensual de $100 mil, uno informal obtendrá una remuneración mensual de $59 mil. El relato del gobierno de Javiel Milei, de la conveniencia de terminar con los derechos que protegen al trabajador, se termina con este simple dato que surge de la misma encuesta. El panorama empeora con la tasa de desempleo que en el caso de las mujeres jóvenes fue del 19,2 %, en el primer trimestre del 2025, y 15,1 % en los varones jóvenes, que representa todavía 7,2 puntos más que la tasa general.

Si hablamos de precariedad laboral, como bien explica el Observatorio de les trabajadores de La Izquierda Diario en un informe pormenorizado, comprende los ingresos, la duración de la jornada y la modalidad de contratación, la tasa es mayor: más del 75 % de trabajadores. En la franja etaria de los jóvenes menores de 30 años los niveles de precarización alcanzan alrededor del 85 %.

Según un estudio del Conicet, más allá de las fluctuaciones (y excluyendo el período de la pandemia), la tasa de informalidad asalariada se ha mantenido relativamente constante y en un valor muy elevado desde 2008. El problema no es de ahora. Todos los gobiernos han avalado la precarización laboral, con la complicidad constante de la CGT. Es un tema que no está en la agenda de los que se dicen opositores ni siquiera hoy, cuando el problema se agrava.

Bajo el gobierno de Kicillof las cosas no se ven muy distintas. Por ejemplo, la incidencia de la informalidad en Gran Buenos Aires es todavía mayor al promedio, 44,8 %. En la provincia, 6 de cada 10 mujeres jóvenes que logran acceder a un empleo lo hacen en condiciones de informalidad. “El 80 por ciento de los nuevos desempleados urbanos del país están en Buenos Aires, lo que posiciona a la provincia como el epicentro del golpe laboral”, son datos de la Unidad de Género y Economía (UGE) del Ministerio de Economía bonaerense sobre el último trimestre del año pasado.

Y hay más, pero de ello hablamos con Nicolás del Caño, dirigente del PTS y también exdiputado, recientemente. Junto a Myriam Bregman, Christian Castillo, Alejandro Vilca y Vanina Biassi, encabezaron un bloque claro en el Congreso contra Milei y en las calles.

Nicolás del Caño: «los diputados del FIT ganamos igual que un docente, tenemos las manos libres para denunciar los negociados y mentiras de la casta, y usar nuestras bancas para promover la movilización»

Tu libro analiza en profundidad el fenómeno de la precarización laboral, desde el menemismo hasta el gobierno de Macri. Allí mostrás que, en 2003, había llegado al 50 % y con la recuperación del empleo durante los gobiernos kirchneristas fue bajando hasta 2008, pero después esa baja se detuvo, ¿a través de qué mecanismos se instala la precarización laboral como un flagelo estructural en la Argentina?

Nicolás del Caño: Es un hecho que todos los avances que se hicieron en los años 90, bajo el menemismo –como los referidos a la terciarización laboral o a los contratos basura– se ha ido instalando desde hace décadas, con un piso de informalidad laboral que no baja del 30 %, que no se lo reconoce legalmente como trabajadora o como trabajador. Y eso realmente es algo que ha proliferado.

Son muchos los mecanismos. El tema del “monotributo” se utiliza muchísimas veces de manera fraudulenta para no reconocer la relación laboral; empresas que terciarizan para no tener que cumplir con los aportes de la rama; cláusulas de flexibilización que se firmaron en las distintas paritarias y convenios de todos los gobiernos, son solo algunos de ellos.

Es un tema que desarrollamos en el libro y que explica por qué la precarización del empleo en la Argentina se fue haciendo una cuestión estructural. Por ejemplo, cómo la precarización y la flexibilización del trabajo permitió que, entre 2003 y 2007, durante los gobiernos kirchneristas, los empresarios obtuvieron ganancias extraordinarias, al mismo tiempo que los trabajadores y las trabajadoras sostuvieron esas ganancias con su cuerpo, porque no hubo prácticamente inversión. Desde esos años, pasando por el macrismo y hasta ahora, la situación económica ha empeorado. Y los empresarios tienen recursos leguleyos y la complicidad de las burocracias sindicales como para poder ajustar más todavía las condiciones laborales.

Con Millei, sin ir más lejos, el DNU 70/2023 habilitó un traspaso de derechos a las patronales y al Estado completamente inconstitucional. Además de pretender barrer con la Salud y la Educación pública, como venimos viendo, avanza sobre protecciones y garantías individuales y colectivas de amplios sectores de la sociedad en una enorme cantidad de temas. Si bien la Justicia declaró inconstitucional el capítulo laboral del DNU 70, desde el FITU exigimos la anulación de todo el Decreto, que ya fue rechazado en el Senado, y solo falta que se trate en la Cámara de Diputados, siendo que con solo 10 diputados se podría llamar a sesión y que se retrotraigan todos sus efectos.

El sistema educativo que en teoría sería la gran puerta hacia la movilidad social, aparece como un factor de expulsión más que de inclusión, sobre todo para quienes tienen menos recursos. En la provincia, un 40 % de los ingresantes deja en el primer año y, en su gran mayoría, el principal obstáculo que esgrimen es la necesidad de ingresar a un mercado laboral precario. ¿Qué medidas se podrían proponer en el Congreso para paliar este déficit?

NdC: Esto está en parte unido a lo anterior. Pero hay que decir que, a pesar de los recortes de todos los gobiernos, de los bajos salarios de los docentes y de todos sus trabajadores, aún se mantiene en pie la Educación pública en Argentina, que es una conquista de años de lucha. A los recortes en el presupuesto se une el ataque a las y los docentes de parte de los gobiernos kirchneristas, de Macri, de Scioli en la provincia de Buenos Aires y ahora de Kicillof que les descuenta los días de huelga por reclamar por sus derechos.

Defender la educación es luchar contra la precarización de la vida de la juventud. Medidas inmediatas para paliar la deserción deben incluir reforzar el tema de los comedores, por lo insuficiente y por la mala calidad. Dentro del presupuesto, la prioridad en la Educación debería ser que los chicos puedan comer y que haya becas para todos los hijos de los trabajadores, boleto gratuito para todos los niveles y para todo el sistema de transporte, viviendas económicas para estudiantes. Estas medidas serían muy importantes, ahora de fondo hay que aumentar el presupuesto de Educación.

Los recursos que hoy se llevan el FMI, los especuladores, fugadores seriales, los subsidios que reciben los grandes empresarios como Marcos Galperín de Mercado Libre y los beneficios que le ha dado este gobierno, con la reducción de bienes personales a las personas más ricas del país, la baja de las retenciones; todos esos recursos hay que ponerlos en función de la Educación y de las necesidades sociales. Desde nuestras bancas y agrupaciones universitarias vamos a visibilizar los reclamos de la juventud que tiene en la precarización de la vida uno de los temas más preocupantes hoy.

¿Qué medidas propone la Izquierda para combatir la precarización laboral y la desocupación?

NdC: Frente a la precarización del trabajo, nuestro planteo es la reducción de la jornada laboral a 6 horas, 5 días a la semana y el reparto de las horas de trabajo entre trabajadores ocupados y desocupados, con un salario mínimo que cubra el costo de la canasta familiar, y de ahí para arriba. Esta medida podría generar en lo inmediato, si se aplicara en 12.000 de las más grandes empresas del país, un millón de puestos de trabajo, aproximadamente. Sería muy importante, no solamente frente al desempleo creciente, sino también hacia las compañeras y compañeros que tienen empleos informales o muy inestables, muy precarios. De esta manera podrían elevar su calidad de vida y su salario, evitaría el pluriempleo al que muchos compañeros y compañeras se ven obligados. Desde el FIT, tenemos proyectos presentados en el Congreso de prohibición de despidos, registración laboral, muy sencillos, una protección para quienes la soliciten, a fin de impedir que los despidan.

También está la necesidad de un plan de Obras públicas que construya viviendas económicas, que realice distintas obras de infraestructura básica en muchísimos municipios y barrios olvidados. De más está decir que además permitiría generar empleo genuino para muchos de estos jóvenes y para muchos trabajadores. Esta propuesta, que siempre hemos levantado, ahora se hace mucho más urgente debido a la destrucción de la obra pública de parte del gobierno nacional. Desde la Izquierda nos parece fundamental que sea una prioridad la calidad de vida y las necesidades de las familias trabajadoras que viven en barrios que se inundan porque los ricos tienen sus countrys, porque no tienen cloacas o porque no tienen agua potable. Muchas falencias y necesidades que podrían resolverse, empezar a solucionarse…Que esto suceda en pleno siglo XXI habla de la desidia capitalista y su sed de ganancia y el rol de los diferentes gobiernos de turno, que más allá de algún discurso, respetan y legitiman este estado de cosas.

Por eso, la organización de las trabajadoras y los trabajadores y la lucha colectiva común, para poder combatir este flagelo de la precarización laboral, que degrada la vida de la clase trabajadora y divide los distintos sectores, es clave.

Todos los gobiernos han naturalizado la precarización de la vida de la juventud como parte de la modernidad del capitalismo. Milei llama a los empresarios “benefactores sociales” y el peronismo habla de un “empresariado nacional” y un “capitalismo eficiente”, ¿qué opinión te merece y qué futuro plantea la Izquierda?

NdC: Cuando Milei habla de los empresarios como benefactores, la realidad de lo que hacen los empresarios es explotar a los trabajadores y a las trabajadoras, apropiarse de la riqueza que generan y del conocimiento colectivo de generaciones y generaciones, para maximizar sus ganancias. El avance tecnológico y de la ciencia no puede estar en manos de los grandes empresarios y puestos en función de sus mayores ganancias. Tienen que estar al servicio de las necesidades sociales. Si no miremos lo que sucede, por ejemplo, en la industria farmacéutica, donde en muchos campos se deja de lado la investigación científica para prevenir enfermedades o epidemias. Recordemos cuando, durante la pandemia, no se liberaron las patentes para que todos los países tuvieran un rápido acceso a las vacunas, para poner un ejemplo nada más.

Lucran con la vida de millones de personas, no les interesa más que la ganancia. Y los empresarios nacionales o el “capitalismo en serio” del que habló Cristina Fernández de Kirchner no es más que una variante de un sistema social que ya mostró que merece perecer. Los empresarios nacionales son tan o más explotadores muchas veces que las multinacionales, no hay ahí un sujeto que sea capaz o que sea portador de una alternativa para la clase trabajadora y el pueblo, que saque a millones de la miseria y del atraso al país.

Es necesario que sean los mismos trabajadores, junto al conjunto del pueblo, los que planifiquen la economía y la riqueza que generan, en función de las necesidades sociales y no de los buitres amigos de Caputo. Y los que más se han beneficiado con este gobierno, los grandes millonarios y las grandes empresas del país, las grandes cerealeras y el agronegocio. La perspectiva que planteamos nosotros es la que permitiría un plan racional y que a partir de ello, en un país como la Argentina, nadie tenga que pasar hambre. Todo el mundo tiene que tener derecho a una vivienda digna, a la salud, a la educación. De esa manera podemos empezar a construir una sociedad donde exista una igualdad y libertad real: con las necesidades más elementales satisfechas, donde podamos desarrollarnos plenamente en lo que nos gusta, en el deporte, en el arte o la cultura o lo que se desee y se termine con esta esclavitud asalariada que hoy tiene tiene a la mayoría de la juventud como una de sus principales víctimas.

Un estudio muestra que el 60 % de los jóvenes que habitan los barrios populares del AMBA cree que no va a poder escapar de la pobreza o que sus probabilidades son ínfimas. Sabemos que la abstención electoral fue un fenómeno que expresa a este sector. ¿Por qué votar a la Izquierda?

NdC: Es un dato que realmente muestra la falta de perspectiva para la mayoría de la juventud. Lo que están viviendo bajo el gobierno de Milei o el de Kicillof no es muy distinto. Muchos están desilusionados del peronismo que gobernó y gobierna con un 40 % de pobreza, no ven oposición a Milei. Y Milei que había logrado concitar la adhesión electoral de una buena parte de jóvenes se reveló como el mejor sirviente de un capitalismo rapaz y el más trancero con la casta. Tienen razón. ¡Basta de votar a los verdugos, basta de estas falsas alternativas que se presentan como lo nuevo y siempre gobiernan para los mismos!

De rechazar a los partidos que vienen gobernando hace décadas, el voto a la Izquierda, en cambio, implica un claro mensaje político. En primer lugar, la pelea por los derechos y los reclamos de la juventud, de las mujeres, de las necesidad de las mayorías trabajadoras y populares. Un voto por el no pago de una deuda fraudulenta al FMI que podría terminar con la informalidad, la desocupación y el hambre en nuestro país. En el Congreso, los diputados del FITU ganamos igual que un docente y el resto de nuestra dietas se destinan al apoyo de fondos de lucha, tenemos las manos libres para denunciar los negociados, panquequeos y mentiras de la casta, y usar nuestras bancas para promover la movilización. Todos los derechos que tiene la clase trabajadora fueron conquistados con la unidad de quienes somos la amplia mayoría, las y los trabajadores, con su organización y lucha. Y está toda la historia del siglo XX para demostrarlo. Justamente es lo que Milei quiere terminar de borrar del mapa, las conquistas de todo un siglo de lucha. Están los que apuestan a un líder salvador, y luego resulta que se equivocaron o no, apuestan a la resignación y a la desesperanza.

La Izquierda tiene el desafío de darle una alternativa a esa juventud que no ven la posibilidad de salir de la precariedad de la vida, en la que también ven a sus viejos y a sus abuelos con jubilaciones miserables. Me parece fundamental que la Izquierda haga una buena elección porque necesitamos poner en pie una fuerza política verdaderamente nueva, de las trabajadoras y de los trabajadores, que luche por unificar lo que las burocracias dividen y desorganizan, a los y las compañeras que están sindicalizados, que tienen un trabajo formal, con los sectores de la juventud más precarizada, en un gran partido político propio. A esos jóvenes nosotros los convocamos a tomar en sus manos la construcción de esta gran fuerza política para construir conjuntamente la lucha por esa alternativa, para que de una vez por todas podamos gobernar las y los trabajadores en Argentina, y que la perspectiva realmente sea una vida que merezca ser vivida.

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NOTAS AL PIE

[2] Rebelde y Precarizada. Vida y futuro de la juventud en tiempos de FMI (2019), se puede adquirir a través de Ediciones IPS.

Andrea Polito

@_AndreaPolito

Redactora de La Izquierda Diario

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