A diferencia de otros países, como los nórdicos, Argentina no cuenta con una política de Estado orientada a incentivar al sector privado al desarrollo sustentable. Es más, la actual gestión libertaria va en sentido contrario, ya que el propio presidente Javier Milei negó el cambio climático y aseguró que el ambientalismo forma parte de una agenda woke, que se trata de “un socialismo cool” y un “virus mental” que hay que combatir mediante la batalla cultural. Pese a ello, empresas argentinas apuestan por el cuidado ambiental.
Unos de los casos es el de Laboratorios Bagó, que dio a conocer su Reporte de Sustentabilidad enfocado en el avance de su estrategia de gestión sustentable y centrado en el cuidado de las personas y el planeta. “La agenda pública no siempre coincide con la agenda privada, a veces no están alineadas. Las empresas que conciben esto como un valor propio lo siguen sosteniendo. El contexto es un entorno más que complica, pero siempre termina siendo una decisión del privado”, sostuvo en conferencia de prensa Hernán Da Cunha, director de Relaciones Institucionales.
En el documento se detallaron algunos puntos destacados que logró Bagó durante 2024: en las plantas de la empresa se redujeron un 10% el consumo de electricidad, un 27% el consumo de gas y un 56% el de agua. A su vez, aumentaron un 20% la reutilización de agua.
“Lo sustentable tiene que ver con una visión de largo plazo. Después, a cuántos años uno está mirando, puede haber ecuación costo-beneficio. Creo que el hecho de poder generar acciones sustentables permiten que la actividad pueda sostenerse en el tiempo, con lo cual en el corto plazo uno puede ver que el costo-beneficio es más equilibrado. Pero en el mediano plazo ya enseguida uno empieza a visualizar los beneficios, porque no se trata solamente de generar acciones sustentables sino mirar una estrategia de negocios de manera sustentable, eso modifica la forma de mirar la actividad, las formas de construir una cadena de valor. Esa forma de gestión a mediano plazo tiene mucho más valor que agrega que el costo que puede tener”, añadió Da Cunha.
Por otro lado, el estudio contempló un eje de Impacto y Transformación Social. “Este eje de nuestra Estrategia de Sustentabilidad impulsa acciones para mejorar la calidad de vida de grupos vulnerables, fortalecer el desarrollo de la comunidad y generar un impacto positivo tanto en la sociedad como en nuestros colaboradores”, señaló el documento, que precisó los puntos logrados en este aspecto: más de $247 millones en donaciones para potenciar el sector social en temas de salud y educación (+220% Vs inversión 2023), más de 60 alianzas con Organizaciones de la Sociedad Civil, 25.600 horas de capacitación (+19% Vs 2023), más de 400 Voluntarios Bagó, 1.880 horas donadas (+11% Vs 2023).
Exportaciones y orden macro
Bagó cuenta con presencia en 20 países y exporta sus productos a más de 50. La industria farmacéutica argentina importa materias primas y exporta productos finales con valor agregado, representa el 5% del valor agregado industrial. Además, el sector exporta unos USD 1.000 millones anuales.
“La macroeconomía termina impulsando todas estas cuestiones. Si uno no tiene un horizonte claro o si se está condicionado o limitado, todo el esfuerzo que uno puede hacer localmente para intercambiar y comerciar con el mundo después se ve condicionado. En definitiva, el orden macro y la estabilidad económica para la industria farmacéutica es determinante, porque permite poder competir en otros mercados como hoy lo hace Bagó”, expresó a PERFIL Da Cunha.
AM/ML