Eduardo Bocco – Julieta Fantini
El economista Nadin Argañaraz —presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF)— describió una fotografía poco alentadora: “La mitad del tiempo trabajado se lo lleva la carga tributaria”. El informe, publicado este 17 de junio, traduce ese porcentaje en días: entre 173 y 182 jornadas laborales por año.
El IARAF midió cuatro perfiles salariales y halló una presión casi idéntica —del 47,3 % al 49,9 % del ingreso—, suficiente para fijar el “Día de la Independencia Tributaria” a fines de junio. El cálculo incluye aportes, Ganancias, IVA e impuestos provinciales y municipales. “Es más fácil entenderlo así: de enero a julio trabajás para el Estado; recién después, para vos”, graficó Argañaraz, en diálogo con Punto y Aparte, Punto a Punto Radio (90.7).
Córdoba exhibe una presión fiscal récord, con 7,2 % del PBG en tributos provinciales y municipales, según un relevamiento reciente.
Regresividad inesperada
Una novedad del estudio es la regresividad: los trabajadores del caso 2 y 3 —con sueldos brutos entre $ 3,4 y $ 5,7 millones— pagan menos proporción de impuestos que quienes cobran $ 1,55 millones. La razón, explicó el consultor, es que los topes en aportes personales quedaron rezagados y hoy benefician a los segmentos altos, “al revés de lo que debería ocurrir”.
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Dos empleos perdidos, un monotributista nuevo
El economista también vinculó la presión impositiva con el mercado laboral: “Por cada dos puestos formales dependientes que se perdieron apareció un monotributista”. Este desplazamiento implica menores aportes previsionales y traslada parte de la carga al precio final de los servicios.
Argañaraz reconoció un avance del Gobierno nacional: la caída del llamado “impuesto inflacionario”. “Este año bajaría poco más de dos puntos del PBI respecto de 2024”, precisó. A ello se suma la eliminación del Impuesto País, que el año pasado recaudó 1 % del producto.
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Lo que viene: una reforma coordinada
El presidente del IARAF recomendó que Nación, provincias y municipios acuerden una hoja de ruta única: “Si la Nación baja un impuesto, pero las provincias suben otro, el contribuyente no siente el alivio”. Entre los tributos “en cascada” a revisar mencionó Ingresos Brutos y tasas locales, herencia de un “laberinto fiscal” que persiste desde el “Virreinato de Ingresos Brutos”.