Ángel Di María sorprendió a todos con un gesto inesperado hacia los hinchas de Boca tras convertir un penal para Benfica en el Mundial de Clubes. El tanto, que significó el descuento para el equipo portugués, fue seguido por una seña que rompió con lo habitual: el rosarino levantó la mano abierta en señal de disculpas hacia la tribuna xeneize, generando un fuerte impacto en el ambiente del estadio.
“Fideo” había celebrado con su clásico corazón con los dedos, pero segundos después, dirigió la vista hacia los simpatizantes de Boca y realizó el gesto que rápidamente se interpretó como un mensaje de respeto. La imagen se dio en el Hard Rock Stadium de Miami, donde una multitud boquense colmó las gradas. “Fue una muestra de grandeza”, señalaron usuarios en redes sociales.
El tanto de Di María llegó al cierre del primer tiempo, cuando Boca ganaba 2-0 con goles de Miguel Merentiel y Rodrigo Battaglia. El penal anotado puso el 2-1 parcial y revivió las esperanzas del conjunto luso en su debut en el Grupo C del certamen internacional.
Pese a su larga trayectoria, esta fue la primera vez que el atacante le convirtió un gol al conjunto de la Ribera. “Nunca le había hecho un gol a Boca”, recordaron desde el entorno del futbolista, que en su etapa inicial en Rosario Central (2005-2007) no logró marcar ante el clásico rival.
ÁNGEL DI MARÍA Y EL GOL A BOCA
La escena cobró aún más relevancia considerando que Di María regresará al fútbol argentino en el próximo semestre, cuando vista nuevamente los colores de Rosario Central. “Siempre soñé con volver”, había declarado semanas atrás, confirmando su despedida del fútbol europeo.
En un contexto muchas veces marcado por la rivalidad extrema, la actitud del campeón del mundo se convirtió en un símbolo de convivencia. Hinchas de ambos equipos coincidieron en destacar el gesto como una muestra de respeto que trasciende camisetas y fronteras.