En el informe que actualiza las Perspectivas de la Economía Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) revisa a la baja en medio punto la perspectiva de crecimiento global a 2,8% para el 2025 y un recorte de 0,3% para 2026, una rebaja acumulada de aproximadamente 0,8 puntos porcentuales en relación con la estimación de enero de 2025. Estas cifras se encuentran «muy por debajo del promedio histórico (2000-2019) del 3,7%».
No obstante, la economía global acumulaba problemas previos. De hecho, el FMI planteó que de no haberse decretado el aumento de aranceles por Trump, también la previsión del crecimiento hubiese visto una rebaja de 0,2 puntos porcentuales, al 3,2 % para 2025 y 2026.
Asimismo, el FMI plantea que hay mayores riesgos a la baja debido a las «tasas arancelarias efectivas a niveles no vistos en un siglo y un entorno altamente impredecible». Asimismo, esperan que la inflación se reducirá a un ritmo más lento del esperado previamente.
«La intensificación de los riesgos a la baja domina las perspectivas, en medio de la escalada de las tensiones comerciales y los ajustes de los mercados financieros. Las posturas políticas divergentes y rápidamente cambiantes, o el deterioro de la confianza, podrían conducir a condiciones financieras globales aún más restrictivas. La intensificación de la guerra comercial y la mayor incertidumbre en torno a la política comercial podrían obstaculizar aún más las perspectivas de crecimiento a corto y largo plazo», expresa el organismo internacional, representante del capital financiero mundial, en la presentación de su informe.
Asimismo, para justificar el nuevo préstamo otorgado a Milei que supera toda la cuota que corresponde a la Argentina como nunca antes, mientras las previsiones globales se hunden, con la Argentina el FMI espera una mejora relativa de los indicadores de crecimiento y macroeconómicos. Aún cuando los socios comerciales como China o Brasil recortan el crecimiento y se derrumba el comercio mundial.
Tiempos turbulentos, «nueva era» post aranceles y posibles saltos en la crisis
«El sistema económico global bajo el cual la mayoría de los países han operado durante los últimos 80 años se está reestructurando, lo que lleva al mundo a una nueva era», destaca el Fondo Monetario en su blog. El nuevo informe de perspectivas deja entrever una fuerte crítica a la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de subir los aranceles a la importación y plantea posibilidades de un salto en los riesgos de que se profundice la desaceleración del crecimiento económico y la capacidad de respuesta de los mercados financieros al nuevo escenario de incertidumbre.
«Los aranceles son un shock de oferta negativo para la economía», afirmó Pierre-Olivier Gourinchas, economista del organismo. El funcionario criticó estas medidas porque «se reasignan (recursos) hacia la producción de bienes no competitivos, con una pérdida resultante de productividad agregada, menor actividad y mayores costos y precios de producción».
Consideró, además, que, en el mediano plazo, al reducir la competencia, los aranceles aumentan el poder de mercado de productores nacionales y disminuyen los incentivos para innovar. Peor aún, advirtió que los efectos negativos «se magnifican en presencia de cadenas de suministro globales complejas».
Un dato importante es que en base a estos factores, el Fondo revisó a la baja su proyección de crecimiento del comercio mundial hasta el 1,7% este año, «una revisión significativa a la baja desde nuestra actualización del informe WEO de enero de 2025».
El resultado en materia de crecimiento económico es una previsión para las economías avanzadas de apenas 1,4% en 2025. Los Estados Unidos presentan un fuerte recorte de 0,9 puntos, desacelerándose a 1,8% este año. En la zona del Euro, el crecimiento sería más bajo: 0,8%.
Por su parte, en las denominadas «economías emergentes» o «en desarrollo», se espera que el crecimiento se desacelere al 3,7 % en 2025 y al 3,9 % en 2026, con importantes rebajas para los países más afectados por las recientes medidas comerciales, como China. En este último caso, el crecimiento esperado se recortó 0,6 puntos, de 4,6% a 4%.
Respecto a dichos «mercados emergentes», la advertencia (y la presión a mayores ajustes fiscales y reformas a la medida del gran capital) es fuerte: «Las autoridades fiscales se enfrentan a disyuntivas más complejas: un alto nivel de deuda, un bajo crecimiento y el aumento de los costos financieros. La mayoría de los países aún tienen un margen fiscal insuficiente y necesitan implementar planes de consolidación graduales y creíbles, mientras que algunos de los países más pobres, también afectados por la reducción de la ayuda oficial, podrían experimentar dificultades de endeudamiento», sentencian. «Los gobiernos deben seguir implementando reformas fiscales y estructurales que ayuden a movilizar recursos privados y a reducir la asignación ineficiente de recursos», señalan en el blog del organismo.
Para Brasil, el principal socio del Mercosur de la Argentina, el FMI proyecta una expansión de 2% para el año en curso, reduciendo la expectativa respecto al reporte previo.
A su vez, el FMI espera que la nueva coyuntura impacte en una muy fuerte caída del precio del petróleo del orden del 15,5%. Sin dudas, también tendrá un impacto importante en las exportaciones argentinas proyectadas en base al extractivismo del yacimiento no convencional de Vaca Muerta.
En cuanto a la inflación global, se estima que disminuya a un ritmo ligeramente más lento que lo esperado en enero, alcanzando el 4,3% en 2025 y el 3,6% en 2026, con “notables revisiones al alza para las economías avanzadas y ligeras revisiones a la baja para los mercados emergentes y las economías en desarrollo” en el año en curso.
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Sobre la pérdida de hegemonía de Estados Unidos
Es llamativo que el Fondo señale el problema que acusa Trump para elevar aranceles: la pérdida de empleos manufactureros. «Estas quejas tienen cierto fundamento, aun cuando la proporción de empleo manufacturero en las economías avanzadas ha experimentado un declive secular en países con superávits comerciales, como Alemania, o déficits, como Estados Unidos», plantean.
Sin embargo, el Fondo expone una explicación contradictoria y consecuente con una visión que intenta encontrar un rescate a las crisis capitalistas y los conflictos entre potencias que escalan: «la fuerza más profunda detrás de este declive es el progreso tecnológico y la automatización, no la globalización».
Por último, parecen dejarle un mensaje a Trump señalando que «los responsables de las políticas» tienen una «perspectiva reduccionista» de las transferencias compensatorias entre «ganadores» y «perdedores», ya sea de las revoluciones tecnológicas o de la globalización. «En este sentido, lamentablemente no se ha hecho lo suficiente, lo que ha empujado a muchos a adoptar una visión de suma cero según la cual las ganancias de algunos solo se obtienen a expensas de otros». El problema es más complejo y profundo de lo que intentan mostrar y refiere a los intentos de Trump a resistir la pérdida de hegemonía de Estados Unidos y su lugar en el sistema de relaciones económicas globales.
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El extraño «milagro argentino»
Frente a todo este pronóstico, sorprende (o no) que para la Argentina el Fondo no haya modificado a la baja las previsiones de crecimiento: caída del crecimiento en China, Brasil, Estados Unidos, principales socios comerciales, caída del precio del petróleo, ralentización del comercio mudnial, entre otros efectos. Pero el FMI mantiene una elevada tasa de crecimiento para Argentina que llegaría a 5,5% en 2025. Se trata de un rebote luego de dos años consecutivos de caída económica, pero lo llamativo es que no haya un cambio en la previsión.
Además, el FMI también proyecta una alta tasa de crecimiento para 2026, de 4,5% a pesar del deterioro de las condiciones externas.
El Fondo también augura una desaceleración de la inflación. El promedio del año en curso sería 35,9% y bajaría a 14,5 el próximo. En cuanto al frente externo, se espera un deterioro en la cuenta corriente, que pasaría de un superávit de 1% del PIB en 2024 a un rojo de 0,4% en el año en curso y 0,3% en 2026.
En el mundo de fantasía del Fondo, la desocupación descendería de 7,1% de la población económicamente activa correspondiente al año pasado a 6,3% en el presente y 6,0% en el próximo. Como si el ajuste fiscal, la destrucción de empleos, el deterioro de los ingresos de las mayorías sociales y el plan de ajuste de Milei con el cogobierno con el Fondo mismo, no siga socavando la economía argentina. Es que el organismo viene de otorgar un préstamo inviable al gobierno de Milei, superando ampliamente la cuota prevista, y postergando el inevitable colapso de un esquema cambiario insostenible.