La Zona Cero se convirtió en un lodazal. La lluvia trajo calma al sofocante calor de los últimos días, pero complicó las tareas de búsqueda. Sobre todo, borró los posibles rastros de Lian Gael Flores Soraide (3), de quien nada se sabe desde el sábado a la tarde y tiene en vilo a todos en Córdoba.
El lugar está a una distancia aproximada de dos kilómetros de Ballesteros Sud, un pequeño poblado de 800 habitantes que siguen lo que está pasando con desconcierto y angustia.
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Habló el papá de Lian: sugirió que “alguien lo tiene” y se lo llevó secuestrado
Son más de 300 los agentes de distintas fuerzas los que trabajan en la zona con el apoyo del Ejército Argentino y fuerzas federales.
La realidad de extrema pobreza golpea fuerte en la primera vista de cualquier observador que llega al punto crítico de la escena que sigue de cerca todo el país a través de los canales de noticias.
Las similitudes con el caso de Loan Danilo Peña, el nene de 5 años desaparecido hace casi nueve meses en 9 de Julio, Corrientes, es lo que más señalan los vecinos de los poblados cercanos. Eso y el temor de que toda esperanza se desvanezca con el transcurso de las horas y los días.
En la mañana del martes, el zumbido de los drones llama la atención de los empleados municipales que prestan apoyo con agua, frutas y alimentos a los efectivos que intervienen en la búsqueda en el ingreso a los cortaderos de ladrillos.
El ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, aseguró que se utilizaron drones durante la noche para intentar detectar movimientos en las plantaciones de soja y maíz que circundan la zona de los cortaderos. No hubo novedades sustanciales.
Lucio Ortega es uno de los vecinos de la familia Flores y se dedica a la construcción de ladrillos desde hace mucho tiempo.
“Estoy en Argentina desde Alfonsín”, dice el hombre que lleva puesta una remera con el escudo de Talleres de Córdoba. Nacido en Bolivia, vive en esta zona desde hace tres años, por lo que conoce muy bien a las otras familias que están en este punto dedicadas a la misma actividad.
“Creo que al chico se lo llevaron, pude ver la camioneta que anduvo el sábado a la siesta”, dijo el vecino, que contó que el papá de Lian se acercó a preguntarles si habían visto al niño apenas se percató de que no estaba.
En el área son cuatro las familias que se dedican a esta actividad y en la que los niños y jóvenes intervienen con distintas tareas.
Durante varias horas, los padres del niño -es el quinto de seis hermanos- dieron su versión de lo que pasó en los momentos previos a la desaparición de Lian, el sábado por la tarde.
El caso está en manos de los dos fiscales de Bell Ville, la ciudad que se ubica a unos 30 kilómetros de Ballesteros Sud y cuya sede judicial tiene jurisdicción en el área. Se trata de la fiscal del Segundo Turno, Isabel Reyna, y el fiscal del Primer Turno, Nicolás Gambini.
Allí, al hablar con la prensa, Elías Flores, papá del niño, aseguró que no entiende muy bien lo que sucedió y que presume que Lian fue secuestrado. “Alguien lo tiene”, dijo el papá en un reportaje que dio a El Doce TV.
Fuentes del caso aseguran que, más allá del hermetismo con que se están manejando los fiscales y el secreto de sumario en la causa, no se despeja ninguna de las probables hipótesis que se presentan cuando se producen este tipo de casos.
La sorpresa de los lugareños
Juan atiende el bar del club Biblioteca y Gimnasia de Ballesteros, el pueblo que está a pocos kilómetros de Ballesteros Sud. Los separa el río Ctalamochita, con un caudal barroso y potente.
La construcción de la autopista Córdoba–Rosario los alejó un poco del tránsito y de los visitantes que pasaban antes por la vieja ruta 9, ahora más ocupada por camiones que por autos.
La televisión está prendida en el bar que, este lunes por la noche, tiene unos pocos parroquianos que prefieren el aire de la vereda.
En la pantalla, un canal de noticias de Buenos Aires ofrece las distintas perspectivas de lo que pudo haber pasado con Lian.
“Esto nos sorprende y estamos conmocionados”, dice Juan, que asegura que nunca pensaron en ver tantos policías, tantos bomberos y tantos periodistas.
Cuenta que hay otros cortaderos de ladrillos en la zona, uno de ellos muy cercano al río Ctalamochita.
La sombra de una venganza fue la versión más fuerte que brindó la familia del niño, en la voz de su propio padre.
Las horas que vienen serán cruciales para determinar qué sucedió el sábado.
La última información que divulgan desde tribunales de Bell Ville es la renuncia de la abogada de la familia de Lian, Marina Romano. Según trascendió, le había pedido a los padres que no hablaran con la prensa.
EMJ