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Con el objetivo de poner en evidencia el impacto positivo del diálogo social entre el capital y el trabajo, el Centro de Estudios de Derecho del Trabajo “San Isidro Labrador” de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Argentina (UCA) organizó una jornada que giró en torno a la necesidad de arribar a consensos para alcanzar un desarrollo compartido. La actividad, desarrollada en la sede de la universidad en Puerto Madero, contó con la participación del secretario de Trabajo, Julio Cordero, empresarios, sindicalistas y académicos.
“La conflictividad [entre empresas y sindicatos] muchas veces nos confunde. Cuando la vemos en profundidad, es superficial”, subrayó Cordero en su participación al cierre del evento, al describir las características de las relaciones entre ambas partes en el país. “Lo veo todos los días: [las negociaciones entre empresas y sindicatos] primero arrancan en conflicto y después se ponen de acuerdo. Somos pasionales y buscamos lo que nos une”, dijo.
El funcionario aludió también a la necesidad de buscar consensos a través del diálogo para resolver las controversias y construir confianza, una palabra que fue el hilo conductor de todas las exposiciones.
El eje de la jornada pasó por la experiencia virtuosa de tres actividades en términos de entendimiento entre capital y trabajo. Del primer panel participaron Gerardo Martínez, secretario general de la Uocra (sindicato de la construcción) e Iván Szczech, presidente de la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción.
“Los últimos años no han sido fáciles. Una muestra de la relación estratégica entre la Cámara (de la Construcción) y los trabajadores con la Uocra fue la pandemia. Gracias al trabajo conjunto, logramos ser el primer sector en volver a trabajar”, destacó Szczech y agregó: “Todo esto es posible gracias a lo que hemos construido en los últimos años. Eso no implica que haya debates, pero siempre hay diálogo”.
En la misma línea, Martínez afirmó que “fuimos promotores de trazar una alianza estratégica con la cámara” y pidió “jerarquizar la industria, debe ser transparente con empresas serias y responsables”. Tras mencionar que se necesita un “sindicalismo moderno”, el líder de la Uocra dijo que “no hay que ver al que produce, al inversor, como un enemigo” y destacó que “el sindicalismo argentino no es marxista-troskista: es peronista, un sindicalismo de gestión”.
El fondo de cese laboral que emplea la construcción como alternativa a las indemnizaciones por despido fue otro de los puntos que tocaron los expositores. Mientras Szczech puso de relieve que es una herramienta que “implica no tener una industria del juicio”, Martínez señaló que era “respetuoso si se debe aplicar en otras actividades”, como muchos sugieren.
En el segundo panel, Daniel Herrero, expresidente de Toyota, y Ricardo Pignanelli, secretario general de Smata (mecánicos), contaron el caso de éxito de la automotriz japonesa, que logró convertirse en el primer productor y exportador del sector a partir de un acuerdo con el sindicato que posibilitó un aumento de la productividad y un cambio cultural.
Herrero afirmó que las claves estuvieron en un “diálogo transparente, confianza mutua y desarrollo equilibrado para todos” y reveló que uno de los acuerdos a los que llegó la automotriz con Smata fue que el crecimiento se daría con un 50% de automatización y 50% de aumento de personal. “Uno tiene que dialogar con empatía, y buscar que en el final de la negociación los dos estén en un estadio mejor”, dijo el exnúmero uno.
“Al capitalismo productivo no le tenemos que tener miedo. Cambiar las relaciones de trabajo, para nosotros no es problema, tenemos todas las herramientas. Con la evolución de la tecnología, por ahí pierdo en un lado, pero gano en el otro”, afirmó por su parte Pignanelli.
La experiencia del sector petrolero a través de su foro de diálogo que reúne a empresas y sindicatos fue abordada por los vicepresidentes de relaciones laborales de YPF, Marcelo Aldeco, y de PAE, Sergio Faraudo, quienes intercambiaron ideas con Mario Lavia, secretario adjunto de la Federación de Petroleros, y Julio Schiantarelli, secretario adjunto del Supeh.
“Lo que buscamos es la construcción de confianza”, dijo Aldeco y coincidió en que el diálogo permite resolver situaciones y pensar soluciones a mediano plazo, como los desafíos que plantea el avance tecnológico. “Hay que salir del concepto egocéntrico empresa-sindicato y ver el sistema. Es juntos o no es”, definió Faraudo.
“El diálogo debe ser tripartito [con el Gobierno]. Nos necesitamos todos”, compartió Lavia, quien también defendió un “modelo sindical bien entendido, que defienda salarios, pero construyendo diálogo para ese equilibrio de las dos partes”.
Al momento de las conclusiones y a modo de resumen, Manuel Díez Selva, director del Centro de Estudios de Derecho del Trabajo San Isidro Labrador, remarcó que “no puede haber enemigos, ni siquiera adversarios” a la hora de buscar consensos y recordó que el diálogo -la esencia de la Doctrina Social de la Iglesia- es clave para “lograr la paz social”.
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