Aerolíneas Argentinas anunció este jueves un acuerdo con los gremios. Desde el Gobierno celebraron «el fin de los privilegios de la casta aeronáutica». Lo cierto es que, por el momento, se llegó a una tregua que permitiría normalizar el funcionamiento de los aeropuertos.
Desde el Gobierno también señalaron que, luego del entendimiento alcanzado con los sindicatos, «habrá más interesados en comprar la empresa». No es un dato menor, ya que ahora Javier Milei deberá resolver qué hará con la aerolínea de bandera. Y, tal como lo afirmó el propio Presidente y varios de sus funcionarios, en caso de no poder privatizarla, la idea es directamente «cerrar» Aerolíneas.
Aunque para eso puede faltar. Es que el debate en el Congreso para la privatización está estancado y una frase en el comunicado de la empresa sobre el acuerdo con los gremios hace prever que la operatoria en manos del Estado continuará al menos por unos meses más. «Estos avances permiten garantizar un periodo de estabilidad en la programación que abarcará toda la temporada de verano«, señalaron desde la compañía.
Lo que da a entender que, al menos hasta después del verano, Aerolíneas seguirá operando normalmente y sin conflictos sindicales a la vista. Sin embargo, esto es por un breve plazo: en ese lapso, el Gobierno deberá juntar los votos que necesita en el Congreso para avanzar con la privatización.
Además, desde el Gobierno resaltaron que, tras el acuerdo con los gremios, puede haber más interesados en quedarse con la empresa.
¿Privatización o cierre? Qué hará el Gobierno con Aerolíneas Argentinas
Días atrás Javier Milei fue contundente al referirse a la situación de Aerolíneas Argentinas: «O se cierra, para cortar con el déficit, o se privatiza, pero no va a seguir en manos del Estado».
Este jueves, luego del acuerdo de la empresa con los gremios, el secretario de Transporte Franco Mogetta sostuvo se terminaron «los privilegios de la casta sindical en Aerolíneas Argentinas gracias a la firmeza del presidente Javier Milei y la coherencia de Luis Caputo».
Aunque aclaró que el objetivo del Poder Ejecutivo sigue siendo que Aerolíneas Argentinas se privatice: «El Estado tiene que desaparecer de su rol empresarial porque genera enorme déficit y distorsiona los mercados».
En ese sentido, resaltó: «No hay duda de que, con la reducción de beneficios y privilegios que acordamos, habrá más interesados en comprar la empresa«.
En la misma sintonía, Guillermo Francos había señalado que «si el Congreso no da la privatización, vamos a terminar con Aerolíneas Argentinas«. «Vamos a cerrarlo, en términos que sea razonable hacerlo», aseguró el Jefe de Gabinete.
La realidad es que la privatización de Aerolíneas Argentinas debe pasar por el Congreso y el Gobierno no cuenta con los votos asegurados para hacerlo, por eso el debate en el recinto se dilata. El oficialismo obtuvo el dictamen de mayoría en comisiones el 29 de octubre, con el apoyo del PRO y la UCR de Rodrigo De Loredo. Pero los bloques Encuentro Federal, presidido por Miguel Pichetto, y Democracia para Siempre, de los radicales díscolos, presentaron una propuesta propia de privatización parcial con control estatal.
Y, según afirman, no están dispuestos a ceder. Como el Gobierno necesita esos votos, es por eso que prefiere no correr el riesgo de sufrir una derrota en el recinto. Por lo pronto, el tiempo corre y el año parlamentario se acerca a su fin.
Mientras tanto, el Gobierno deberá negociar con los legisladores dialoguistas para acercar posiciones y juntar los votos necesarios para privatizar Aerolíneas Argentinas. Otra opción, aunque demandará una mayor paciencia de parte de Javier Milei, es esperar a las elecciones legislativas del año que viene y contar así con otro mapa en el Congreso. Lógicamente que, si esa espera será beneficiosa o no, dependerá del resultado en las urnas.
Aerolíneas Argentinas: cuánto perderá el Gobierno si cierra la empresa
Lo cierto es que, más allá de las amenazas de Milei y sus funcionarios, cerrar Aerolíneas Argentinas no será gratis para el Gobierno Nacional. Ante un posible cierre de la empresa, el centro de investigación y diseño de políticas públicas Fundar indicó que El Gobierno nacional debería afrontar un costo económico total de u$s7.614 millones.
«Creen que la única solución es presentar la quiebra y suponen que la aerolínea sería reemplazada por operadores privados. Es un argumento que se presenta desde el ‘pragmatismo’, repetido por quienes creen que ‘las cosas no van a cambiar'», señala, contundentemente, el estudio del think tank local.
Y añade que «enviarla a la quiebra tendrá costos en conectividad hasta que operadores privados la reemplacen, primero en las rutas más rentables y luego en todas. No se concreta de un día para el otro. Es difícil determinar el tiempo que tardarían, depende de factores como el contexto mundial del mercado, la disponibilidad global de aeronaves y el nivel de conflictividad gremial, entre otros aspectos». Por ese motivo, «no hay garantías de que se recupere la conectividad actual.
En esta línea, menciona que los aviones en leasing serían incluidos como parte de la quiebra y pasarían años hasta que otras compañías comiencen a operarlos.
La perdida de pasajeros, indemnizaciones y pasivos comerciales serían otras de las grandes pérdidas, que el oficialismo debería afrontar.
Al respecto, Gonzalo Guilardes, economista e investigador asociado de Fundar, sostuvo: «Privatizarla es la peor opción. Los resultados operativos de los últimos 10 años hacen que sea difícil imaginar que haya una empresa interesada en comprarla. Esto requiere aprobación legislativa: tenemos el antecedente de la Ley Bases, donde no hubo las mayorías necesarias, y esa realidad no parece haber cambiado. Plantear la privatización es un objetivo de poca probabilidad».