El presidente de la Nación, Javier Milei, le pidió este miércoles la renuncia a la canciller Diana Mondino, según confirmaron a Clarín funcionarios del Gobierno. El motivo del desplazamiento fue el voto de la Argentina en las Naciones Unidas en contra del bloqueo de Estados Unidos y otros países de Occidente contra Cuba. En su lugar, según confirmó el vocero presidencial, asumirá el actual embajador en Estados Unidos, Gerardo Werthein.
«El nuevo canciller de la República Argentina es el señor Gerardo Werthein», posteó en la red social X Manuel Adorni, pocos minutos después de que trascendiera la salida de Mondino.
Pasadas las 18.30, la cuenta de la Oficina del Presidente publicó un comunicado en sus redes sociales en el que trazó una línea de demarcación sobre lo que será la visión política de la Argentina en sus relaciones exteriores. «El país atraviesa un período de cambios profundos y esta nueva etapa exige que nuestro cuerpo diplomático refleje en cada decisión los valores de libertad, soberanía y derechos individuales que caracterizan a las democracias occidentales», indicó
Asimismo, el comunicado de Presidencia fundamentó que «nuestro país se opone categóricamente a la dictadura cubana y se mantendrá firme en la promoción de una política exterior que condene a todos los regímenes que perpetren la violación a los derechos humanos».
El último párrafo del texto resulta inquietante: «El Poder Ejecutivo iniciará una auditoría del personal de carrera de la Cancillería, con el objetivo de identificar a impulsores de las agendas enemigas de la libertad».
Este miércoles, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por abrumadora mayoría una resolución que pide el fin del embargo de Estados Unidos a Cuba. Es la 32ª vez que se vota así. La novedad aquí es que, contrario a las políticas disruptivas que venía teniendo Milei ante la ONU, y sus críticas al socialismo como el del férreo régimen cubano, su gobierno votó en contra del embargo que Cuba llama «bloqueo».
La resolución fue presentada por La Habana en la sede en Nueva York de la ONU y se denominó «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los EE.UU. de América contra Cuba». Este tiene más de seis décadas de vigencia.
Mondino venía siendo muy criticada puertas adentro del Gobierno y mantenía fuertes diferencias con el entorno más cercano a Javier MIlei, integrado por la secretaria General de la Presidencia, Karina MIlei, y por el asesor presidencial Santiago Caputo.
En junio pasado, de hecho el Gobierno decidió traspasar a la Secretaría General de la Presidencia la Agencia-fundación de promoción comercial y de inversiones, a través de un decreto. Esa dependencia, que era tutelada por Mondino, fue el trampolín que posibilitó a Karina Milei visitar Paris hace dos semanas con el objetivo de posicionar la «marca país» en distintos eventos empresarios.
Como sea, el desplazamiento de la canciller tomó por sorpresa a los funcionarios de Casa Rosada. incluso a algunos muy influyentes. Es que la decisión la adoptó el propio Milei a su regreso de Córdoba, donde brindó una conferencia en la Fundación Mediterránea, tras enterarse del voto a favor del régimen cubano de la economista cordobesa.
Con la misma velocidad que decidió eyectar a la banquera cordobesa de la conducción en el Palacio de San Martín, el jefe de Estado decidió su reemplazo. El nombre del actual embajador argentino en Estados Unidos venía sonando como un posible sustituto en la Cancillería a causa de las distintas polémicas que en los últimos meses habían horadado la estabilidad de Mondino en el cargo.
El flamante canciller, en tanto, utilizó sus redes sociales para agradecer «al Presidente Milei por el honor y la confianza otorgados. Estoy comprometido a trabajar por el bien de Argentina y de todos los argentinos, fortaleciendo nuestra presencia en el escenario internacional».
En nuestro país, hay una sola política exterior: la que define el Presidente, y todo el equipo de la Cancillería estará alineado con esa visión. Modernizaremos nuestra diplomacia y optimizaremos los procesos para que Argentina brille en la escena global, asegurando una transición ordenada. Trabajaré siempre junto al Presidente por el bienestar de todos los argentinos.”
El último paso en falso de la funcionaria, al parecer, fue no haber consultado con Presidencia cómo debía ser el voto de Argentina en un tema tan sensible como los bloqueos comerciales a Cuba, se produjo dos semanas después que el Gobierno reemplazara al embajador argentino en las Naciones Unidas, el veterano diplomático de carrera Ricardo Lagorio. Fue reemplazado por Francisco Tropeppi. En esa decisión habría intervenido el también empresario Werthein.
También a comienzos de octubre Mondino había sufrido la baja del vicecanciller Leopoldo Sahores, que venía siendo resistido como secretario de Relaciones Exteriores por algunos dirigentes del purismo libertario por supuestamente intentar imprimir un sello propio a la política internacional del Gobierno
Werthein supo anudar una relación con el líder de La Libertad Avanza por intermedio de su hijo Gregorio, que compartió estudios y actividades laborales con el mandatario. De hecho, padre e hijo se apersonaron en la planta baja del Hotel Libertador durante la noche del 19 de noviembre en la que Milei fue ungido como presidente electo.