La oposición dará este miércoles un paso clave para limitarle al presidente Javier Milei el uso de los decretos para gobernar. Firmarán dictamen del proyecto que busca modificar la ley de DNU -sancionada en tiempos de Cristina Kirchner- con la incorporación de dos puntos básicos: un plazo de vigencia si no tiene aval del Congreso y la posibilidad de voltearlos con el rechazo de una sola Cámara.
El plenario de comisiones de Asuntos Constitucionales y Peticiones, Poderes y Reglamentos se reúne a las 17. Disertarán los expositores que quedaron pendientes de la reunión anterior y se pasará a la firma.
Al cierre de esta edición las bancadas opositoras consensuaban un texto para conseguir alzarse con el despacho de mayoría. Encargado de eso está el cordobés Oscar Agost Carreño, del bloque Encuentro Federal que preside Miguel Angel Pichetto.
Para conseguirlo, plantean un proyecto «minimalista»: con pocos pero rotundos cambios que permitan sumar voluntades. El primero tiene que ver con fijar un plazo de vigencia del decreto: la idea es que si en ese plazo (discuten si 90 o 120 días) el decreto no se aprobó en ambas cámaras, quede automáticamente sin efecto. «Eso obligará al Presidente a buscar consensos y dejar de imponer por DNU lo que no le sale en el Parlamento«, sentencian.
El otro cambio drástico será que baste el rechazo de una sola Cámara para que el DNU quede sin efecto.
Así, los decretos quedarían aprobados o rechazado con el mismo criterio que una ley: aval de las dos cámaras para quedar firme y rechazo de una sola para caer.
Actualmente la ley de DNU fija lo contrario: mientras el Parlamento se mantenga en silencio y no los rechace, los decretos firmados por el Presidente tienen el peso de una ley. Para que queden sin efecto tienen que ser rechazado por ambas Cámaras.
El mega DNU 70, que tenía más de 300 artículos y despertó alarmas en el Congreso, fue el disparador de esta modificación que meses después empieza a tomar forma.
Los dialoguistas buscan los votos de Unión por la Patria para alzarse con el dictamen de mayoría. Encuentro Federal también busca el aval del nuevo bloque radical (Democracia para Siempre) donde hay algunas diferencias y podrían inclinarse por firmar el dictamen mayoritario pero en disidencia.
En la bancada de la UCR -que ahora se muestra más cercana al gobierno de Milei- mantienen hermetismo sobre el tema y van a definirlo en la reunión de bloque.
El PRO, que siempre había militado modificaciones a esta ley, ahora no acompañará.
«Cuando lo apoyábamos lo hacíamos porque la ley había venido para reforzar la tiranía de las mayorías, para obturar la posibilidad de desacuerdo y dejar correr la escribanía que habían generado. Cuando hay un cambio cultural social, gobierna un espacio distinto quieren caer con todo el peso para recortar ese cambio. No me parece la manera. El instituto de los DNU también garantiza la gobernabilidad», había defendido su postura Silvana Giudici (PRO), referente de Patricia Bullrich que incluso tiene un proyecto presentado en el pasado sobre el tema.