Desde Villa Gesell
Villa Gesell está conmocionada por un hecho sin precedentes en la historia de esta localidad balnearia: el derrumbe de dos edificios cercanos a la playa, que hasta el momento ha dejado como saldo un muerto, tres personas rescatadas y la búsqueda entre los escombros de una cantidad imprecisa de individuos: de acuerdo a distintas versiones, oscilarían entre nueve y veinte.
El fuerte operativo había avanzado hacia la noche del martes con una grúa que buscaba acelerar la remoción de las construcciones en ruinas para dar con los atrapados.
Las hipótesis sobre el trágico colapso son al menos dos. Si bien en un primer momento se sostuvo desde fuentes oficiales que el motivo del desmoronamiento podría responder a la realización de obras no habilitadas por la Municipalidad, en el transcurso del martes se contempló la posibilidad de una explosión de gas de acuerdo a testimonios de personas que aseguran haber escuchado en la madrugada el ruido de una fuerte explosión. Los edificios están entre el Barrio Norte y la zona céntrica, a una cuadra de la playa y a dos de Le Brique, el boliche bailable frente al cual fue asesinado a golpes Fernando Báez Sosa en enero de 2020.
La explosión
Cerca de las 0.30 horas del martes, un fortísimo tronido alertó a los vecinos del Barrio Norte de Villa Gesell. Algunos creyeron que se trataba de un relámpago de magnitudes, mientras que otros, los más cercanos a la playa, supusieron que podría tratarse del ruido desafiante del mar en sus noches turbulentas. Sin embargo, a los pocos segundos algunas calles se vieron invadidas por una inmensa nube de polvo y arena. Entonces se supo lo que verdaderamente había pasado: el apart hotel Dubrovnic de Avenida 1 y Avenida Buenos Aires se vino abajo y en su caída también reventó gran parte del Alfio I, un edificio de departamentos contiguo.
El derrumbe redujo a escombros la torre de diez pisos que está detrás de la zona de acceso al complejo, una construcción circular de dos pisos que funciona como recepción. La edificación que se desmoronó es aquella en la que están las unidades funcionales que operan de alojamiento, y en donde aún no queda claro cuántas personas había al momento del siniestro que la fiscal Verónica Zamboni investiga bajo la carátula de estrago doloso.
La estruendosa caída también se devoró la mitad del Alfio I, un edificio lindero de tres pisos con departamentos donde, en los hechos, se produjo el verdadero primer rescate a las 2 am del martes: un matrimonio de avanzada edad que habían quedado presumiblemente aturdidos por la tronera desencadenada en el derrumbe, motivo que les había impedido solicitar ayuda. Fueron socorridos por una cuadrilla del cuartel de bomberos de Villa Gesell gracias a la información que habían brindado vecinos, quienes comentaron que la pareja era de las pocas personas que en ese mes del año estaban en el edificio. En simultáneo, otros efectivos intentaron acceder a otras viviendas derribando sus puertas, aunque no encontraron a nadie.
Antes, otras ocho personas habían logrado huir. En primer lugar, cuatro albañiles que habitaban en el Dubrovnic y fueron aprendidos, por lo cual ahora aguardan ser citados a declarar en el marco de la investigación que analiza si el derrumbe se produjo como consecuencia de las obras que allí se estaba realizando. Pocos minutos después, una familia compuesta por un hombre y una mujer que son pareja, más la madre de ésta y la hija de los primeros, pudieron salir de un departamento frontal del Alfio I que felizmente no había sido alcanzado por el despeñadero de los edificios. Cerca del mediodía se lograron los primeros hallazgos entre las ruinas: una mujer de 80 años que fue trasladada en helicóptero al Hospital Interzonal de Mar del Plata y su marido de la misma edad, fallecido en el derrumbe.
Operativo rescate
En el transcurso de la mañana la zona fue cercada y acudieron numerosas dotaciones de bomberos de la región, ambulancias del hospital local, distintas fuerzas policiales y varios refuerzos enviados por el gobierno de la provincia de Buenos Aires, entre ellos médicos de distintas especiales. Además se sumaron más de 200 rescatistas que llevan adelante la tarea más sensible: remover manualmente los escombros para encontrar a las personas que habitaban el Dubrovnic. En ese sentido las versiones son confusas, ya que en un inicio se estimó que había al momento del accidente nueve individuos, aunque otras fuentes indican que podrían ser alrededor de veinte.
En agosto pasado el Municipio de Villa Gesell había ordenado paralizar las obras que se estaban realizando en el apart-hotel, ya que no contaban con las autorizaciones correspondientes. Un mes después se obtuvo una habilitación para realizar trabajos específicos y de menor porte en la parte delantera del edificio — la recepción– pero no para la torre de diez pisos que se vino abajo en las primeras horas del martes con consecuencias que aún no se logran dimensionar.
A medida que transcurría la madrugada, la cuadra de Avenida 1 comenzó a llenarse de dotaciones de distintos cuerpos de bomberos de otras localidades de la costa bonaerense, además de dos ambulancias y efectivos de guardia civil. Según los registros de residencia del Dubrovnic, estaban alojadas en el apart hotel unas nueve personas, de las cuales una de ellas fue rescatada recién entrada la mañana, mientras que otra fue encontrada sin vida.
Más de cien personas están en este momento trabajando en todo el perímetro con la angustia a contrarreloj: saben bien que cada minuto que pasa vuelve más difícil el hallazgo con vida de los otros huéspedes bajo escombros que son de difícil remoción, no solo por su volumen y cantidad, sino por la difícil accesibilidad a la zona del desastre, ubicada detrás de la construcción de acceso al apart hotel y rodeado por otros edificios. Para colmo, cerca de las 13 horas de este martes el cielo comenzó a cubrirse de nubes y se escucharon pequeños relámpagos, amagando con una lluvia que complicaría aún más las tareas de rescate.