«¿Por qué preguntan si estamos negociando para frenar el paro? ¿No leyeron el comunicado que sacaron convocándolo?». Mientras escuchaba los interrogantes que se planteaban desde los medios de comunicación, un importante funcionario aseguraba este martes a la mañana que el Gobierno no tenía mucho por hacer para evitar la medida de fuerza y mostraba su desacuerdo ante lo que entendía era una «mala lectura» sobre el conflicto entre el Ejecutivo y los gremios de Transporte, que redundará en un paro general este miércoles y una medida similar para los colectivos en el AMBA convocado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) para este jueves 31 de octubre.
Aunque evitaron explicitarlo, y el propio vocero presidencial Manuel Adorni sin proponérselo abonó esas especulaciones al recordar que «la conciliación obligatoria la tienen que pedir los privados y no es un tema que sea estrictamente responsabilidad del Gobierno», buscaron desestimar la posibilidad de que se dicte una medida en ese sentido.
«Por el paro del jueves de los colectivos no hay forma porque ya se dictó una conciliación que terminó este martes. Y por el de mañana (por este miércoles) es raro que se pida una conciliación obligatoria para un paro sectorial, no hay mucho antecedente«, indicaron.
Para la Casa Rosada, fueron los propios gremios nucleados en la Mesa Nacional del Transporte los que expusieron que «no se trata de un conflicto sobre el que se pueda negociar sino «consignas políticas». Y señalan que en la convocatoria al paro que este miércoles afectará los servicios de camiones, trenes, aviones y barcos, los popes sindicales plantearon su lucha por la «Justicia social», la «soberanía nacional» y la «libertad sindical» pero no explicitaron un motivo paritario concreto.
«Más allá de que la negociación las llevan adelante las empresas por temas laborales, estas no son cuestiones que puedan resolverse entre empleado y empleador. Por eso creemos que son posicionamientos políticos y partidarios que buscan perjudicar al Gobierno pero que le hacen daño a la gente, que cada vez los odia más», dijeron desde un encumbrado despacho oficial.
«Paran los privilegiados»
Fue en línea con lo que después señaló un rato más tarde, cerca del mediodía, Adorni en su habitual conferencia de prensa. «Los que paran no hacen más que definir algo que ya sabemos: paran los privilegiados, los que pueden darse el lujo de parar. Porque los argentinos de bien, los argentinos de trabajo, los que queremos un país mejor no tenemos esa posibilidad y además no queremos parar», cuestionó el ex periodista, que apuntó que «los gremios que paran son los que se resisten a perder sus privilegios».
Mencionó el caso de los sindicatos de Aeronavegantes, a cargo de Juan Pablo Brey, y a la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), de Pablo Biró. «Hace falta un planteo más serio que echarle la culpa a la CGT», retrucó este último.
A diferencia de otras ocasiones, ante la convicción de que se trataba de un paro con estrictas motivaciones políticas, esta vez el Gobierno no encabezó intensas negociaciones para intentar frenar el paro.
Así lo expuso Omar Maturano, secretario general de La Fraternidad, este martes: «Con nosotros no existe el diálogo porque nunca fuimos convocados (…) No hay diálogo con el Gobierno», sorprendió en El Observador. En Balcarce 50, Adorni esquivó precisar qué acciones realizó el Ejecutivo. «Con los gremios se habla permanentemente. ¿Te pensás que por cada paro que hubo no intentamos que la gente pueda transitar?», dijo.
Al ser consultado específicamente, enfatizó: «(El Gobierno) hizo todo lo que pudo en términos de diálogo. Como lo hace siempre ¿Qué pavada me estás planteando?«, le respondió, molesto, al cronista de CNN Radio Nicolás Gallardo.
Por lo bajo, funcionarios de primera línea reconocieron que hubo «sondeos» informales que «no llegaron a nada» y que la decisión fue limitar el diálogo al ámbito técnico en el marco de la Secretaría de Trabajo para que negocien «entre privados», tal como ocurrirá este miércoles, a las 17.
Con Julio Cordero en el exterior por un viaje de gestión, y todavía sin un subsecretario designado en reemplazo del saliente Martín Huidobro, la cita estará a cargo de un cuadro técnico y de bajísimo perfil: la directora de Regulación del Trabajo, Mara Mentoro.
«Es una negociación entre las cámaras y los gremios por los salarios, nosotros no tenemos nada que ver. Antes capaz se solucionaba con subsidios, ahora no hay más plata», concluyeron.