Tras el veto a la ley de Financiamiento Universitario sancionado la semana pasada, los estudiantes de la Universidad de Buenos Aires (UBA) reclaman por el presupuesto. En ese contexto, los alumnos de la facultad de Filosofía y Letras realizaron en la noche del lunes una asamblea en la que participaron más de 1000 personas y definieron una toma del establecimiento hasta la sesión del próximo miércoles, cuando el tema se debata en el Congreso.
“La preocupante situación de las universidades nacionales nos reafirma en nuestra exigencia a los diputados y diputadas: la ratificación de dicha ley en el Congreso de la Nación, en la sesión del próximo miércoles 9 de octubre”, expresaron en un comunicado y añadieron: “Las autoridades de la facultad de Filosofía y Letras permaneceremos atentas al cuidado del patrimonio de la sede Puan y al resguardo de les docentes, no docentes y estudiantes de nuestra casa de estudios”.
En este sentido, el secretario General del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras, Luca Bonfante, explicó a LA NACION que está previsto que la medida dure 48 horas y que durante los próximos dos días se dictaminarán clases públicas. Desde el centro informaron que también se “garantizará que aquellas materias que necesiten dictarse en espacios específicos puedan acceder a un aula”.
Además destacó que la iniciativa es “unir todas las luchas” y que, por tal motivo, decidieron brindar apoyo a los trabajadores del Hospital Laura Bonaparte -el cual será reestructurado- y el Garrahan, que está de paro por el recorte presupuestario. “En los próximos días habrá asambleas en Sociales y Exactas”, agregó.
Por su parte, Tatiana Fernández Martí, secretaria general del CEFYL, comentó a este medio que, desde el primer momento, la postura del Partido Obrero (PO) dentro de la facultad fue llevar el planteo: “si hay veto, hay tomas”. “Fue una consigna que llevamos para encender la chispa dentro del movimiento estudiantil. Creemos que está despertando y es muy importante entrar en escena para convocar medidas de lucha sin la presencia de autoridades universitarias”, afirmó y sumó: “Hay que instalar un clima más radicalizado”.
A su vez, invitó a “apostar por la solidaridad entre trabajadores y estudiantes” [en relación a los reclamos en los hospitales] e incentivó a movilizarse debido a que “el Gobierno está debilitado”. Señaló que durante la movilización del 2 de octubre contra la ley de Financiamiento Universitario se “volvió a demostrar en la calle que la sociedad argentina no está dispuesta a renunciar a la universidad pública”.
“Para nosotros hay una posibilidad de que, con la lucha, el veto se caiga. No confiamos en el Congreso, ni diputados ni fuerzas políticas de la oposición como radicales, del Pro y el peronismo, sino que confiamos en nuestra fuerza en la calle”, advirtió Fernández Martí.
Sin embargo, destacó que una preocupación dentro de los movimientos estudiantiles es que, de cara a la marcha del miércoles, no hay ninguna convocatoria por parte de las asociaciones sindicales ni gremiales. En este sentido, indicó: “Demuestra que las autoridades quieren que no haya una manifestación hacia el Congreso, y para nosotros es clave la presión que hagamos de acá a la fecha”.
En esta línea, Violeta Alonso, secretaria de lucha por el presupuesto del centro de estudiantes, se sumó a la exigencia de las centrales: “Como mínimo tendrían que hacerse parte de la convocatoria, impulsar paros de los trabajadores de la educación, y, en última instancia para lograr estos reclamos u otros, necesitamos un paro general que reúna todas las luchas, como la de los trabajadores del Hospital Bonaparte, que también acudieron a nuestra asamblea a contar su pelea y con los cuales nos solidarizamos”.
En tanto, Isabel González Puente, presidenta del Centro de Estudiantes de la facultad de Filosofía y Letras, dijo que la toma surgió como una medida para “profundizar” el reclamo contra el veto y dejar un mensaje a los diputados: “Los estamos mirando y no vamos a permitir que rifen nuestro futuro y cursada”.
Según se explayó, además de buscar el rechazo al veto en el Congreso, los estudiantes efectuaron la medida con otros objetivos. “Queremos discutir un aumento del presupuesto en el 2025 para las universidades nacionales; convocar a mesas paritarias a docentes y no docentes para discutir sus salarios y que deje de ser una negociación tan injusta como la que está habiendo ahora, donde el Gobierno ofrece muy poco; y una suba real de las becas para los estudiantes del nivel superior”, remarcó.
Alonso añadió que dentro de los reclamos debatidos en la asamblea se incluyen: “No al veto, ninguna confianza en el Congreso, triplicación del presupuesto educativo, no al arancelamiento a les estudiantes migrantes. por un estudiantazo, huelga educativa, y unidad de todas las luchas y paro general para derrotar a Milei”.
Por otra parte, los estudiantes de Psicología también tomaron la facultad en reclamo al veto a la ley de Financiamiento Universitario. Desde el movimiento ¡Ya Basta! marcaron su apoyo mutuo entre colectivos estudiantiles: “Sabemos que el Presidente le declaró la guerra a las universidades y a la salud pública y necesitamos ponerle un freno a esta política”.
En el marco de la sesión por el veto, el Gobierno anunció que le otorgará un aumento del 5,8% a docente y no docentes universitarios -adicional al 1% establecido- pese al rechazo gremial. Lo notificaron a través de un comunicado, en el que argumentaron que se trata de la mayor suba acumulada al mes y que se da en “consonancia con el compromiso asumido de priorizar el salario y no las disputas públicas”.
“Esta medida llevaría el salario universitario a niveles equivalentes al Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP), empleados administrativos y profesionales dentro de la Administración Pública Nacional. A su vez, se activará la Garantía Salarial Docente para las categorías más bajas contempladas dentro de la escala docente”, detallaron.
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