Lázaro Báez dejó de lado su reciente pedido para continuar con su arresto domiciliario en Santa Cruz. Ante el Tribunal Oral Federal 4 (TOF 4), que lo condenó a diez años de prisión por haber lavado 55 millones de dólares, ahora solicitó que directamente lo excarcelen. El TOF requirió la opinión del fiscal Abel Córdoba para tomar una decisión al respecto.
La prisión preventiva que cumple el dueño del Grupo Austral, bajo la modalidad de arresto domiciliario, corresponde al expediente donde se juzga la compra del campo El Entrevero, y que ya está en los últimos tramos del juicio oral.
En la causa principal que le valió una condena a diez años de cárcel por haber lavado 55 millones de dólares a través de Austral Construcciones, su nave insignia, Báez se encuentra excarcelado. Incluso en la causa Vialidad, donde al igual que Cristina Kirchner Báez recibió una pena a seis años de prisión por el delito de administración fraudulenta por los contratos viales que el gobierno kirchnerista le adjudicó de forma irregular, nunca estuvo detenido.
La defensa a cargo de Juan Villanueva, había solicitado que el dueño del Grupo Austral pueda retornar a Santa Cruz y continuar allí su arresto domiciliario. Se adujo, entonces, que allí están radicados sus vínculos familiares más inmediatos y se argumentó que los vínculos sociales y afectivos son de suma relevancia a la hora de pensar en la instancia de resocialización de una persona que está privada de su libertad.
El Tribunal pidió la opinión del fiscal Abel Córdoba, que ordenó una serie de informes para evaluar esa situación. Pero ahora, la defensa de Báez modificó su planteo: quiere la excarcelación.
El pedido sostiene que esto puede pedirse “cuando el imputado hubiere cumplido en detención o prisión preventiva un tiempo que, de haber existido condena, le habría permitido obtener la libertad condicional, siempre que se hubieran observado los reglamentos carcelarios”
El ex socio comercial de Cristina Kirchner se encuentra detenido desde abril de 2016 y dejó el Penal de Ezeiza cuatro años y medio después. Desde entonces, se encuentra cumpliendo el arresto domiciliario con una amplio abanico de causas judiciales en curso.
El tiempo de detención que lleva detenido, según los cálculos oficiales, corresponde a los dos tercios de la sentencia que recibió, que aún no tiene firmeza porque la Corte Suprema no se pronunció al respecto. En ese caso, de ser definitiva la condena, tiene derecho a pedir una libertad condicional.
Sin embargo, hay un antecedente: José López, que ingresó a prisión en junio de 2016 y fue condenado a seis años por enriquecimiento ilícito, y ahora sumó la condena por el mismo período en el caso Vialidad, logró dejar el Penal de Ezeiza después de que se le concediera la libertad condicional anticipada, ya que no hay pronunciamiento de la Corte sobre el fallo del primer juicio por corrupción que enfrentó.
La defensa del contratista patagónico, señaló que el requerimiento cumple todos los requisitos para que se disponga la “libertad condicional», que “debe, lógicamente, ser concedida”.
“Más allá de que la sentencia aún no se encuentra firme, nuestro asistido ya ha cumplido con el tiempo en detención que le permitiría acceder a la libertad condicional de quedar aquella firme”, sostuvo el abogado defensor de Báez.
Los cálculos formulados y que se expresan en el escrito indican que en octubre de 2022 Lázaro Báez cumplió los dos tercios de la pena correspondiente a los diez años de prisión que hasta ahora pesan sobre él.
Sin ninguna interrupción en su detención, el empresario kirchnerista se encuentra en prisión desde el 5 de abril de 2016: “7 años y 11 meses de privación preventiva de la libertad, prácticamente el 80% de la condena”, sostuvo el abogado.
Uno de los puntos que analiza el Tribunal y que estudia la fiscalía, es si existen riesgos procesales, considerando que Báez tiene un juicio que aún no concluye por maniobras de blanqueo, el caso del campo El Entrevero que es un desprendimiento de la Ruta del Dinero K.
Para la defensa no hay riesgo alguno e insiste que corresponde dictar su excarcelación. “Está fehacientemente acreditado que su liberación no implicará un riesgo para sí ni para terceros; en otras palabras, aquel posee un pronóstico favorable de reinserción social”.