Un día después de reestablecer un puente con los gobernadores del norte de cara a la agenda legislativa, el ministro del Interior Guillermo Francos busca vasos comunicantes con mandatarios provinciales que hasta ahora habían sido esquivos para blindar los proyectos del Ejecutivo en el Congreso.
El ministro político –firme como “rulo de estatua”, según los dichos de Javier Milei- recibió este miércoles en su despacho a la senadora por Neuquén Lucila Crexell.
La legisladora había sido muy crítica de la gestión libertaria y en enero decidió -en acuerdo con el gobernador Rolando Figueroa- la conformación de un monobloque para defender los intereses de su provincia. Antes rompió el bloque de Cambia Federal que presidía el salteño Juan Carlos Romero.
Crexell arremetió contra el Gobierno por el fracaso de la Ley ómnibus y recordó, ante los agravios permanentes del Presidente, que el Poder Legislativo puede destituir al mandatario. A fines de diciembre había anticipado que el Mega-DNU que sancionó el Presidente podría hundirse en el Congreso. “Hay una alta probabilidad de que se pueda dar vuelta esto de que nunca se volteó un DNU. Fue como cuando Macri designó a los dos ministros de la Corte por decreto”, comparó la ex senadora del Movimiento Popular Neuquino y JxC.
En el Gobierno creen que los votos de Crexell en la Cámara Alta valen doble justo por la paridad entre los votos que puede juntar el oficialismo y la oposición, justo cuando el kirchnerismo junta amistades para voltear el DNU y el oficialismo acaba de poner en funciones a la comisión bicameral.
Crexell, que se había acercado a JxC en 2019 de la mano de Miguel Pichetto había hecho campaña por Patricia Bullrich. Sin embargo, en el balotaje respaldó la candidatura de Sergio Massa. Figueroa, en cambio, es amigo del ex ministro de Economía y lo apoyó desde las generales.
Crítico con el libertario, Figueroa se mantenía hasta ahora más distante que sus pares de Chubut y Santa Cruz, Ignacio Torres y Claudio Vidal a los que el Gobierno tentó con la posibilidad de revertir contratos de YPF en zonas que no fueron finalmente explotadas, una alternativa que también podría servir a Neuquén.
Sin embargo, el mandatario neuquino ensayó hasta ahora un silencio más componedor que el de su también vecino, el gobernador de Río Negro Alberto Weretilneck.
Los gobernadores del norte que el martes se reunieron con el ministro repiten que Francos no les pidió nada, pero reconocieron que Victoria Villarruel, quien también estuvo en Salta, les repitió que quiere «estar bien con los senadores y con los gobernadores». Algunos de los ejecutivos provinciales señalan que no todos sus diputados les responden. «La política ya no es lineal. Ni ellos pudieron asegurar el voto de Carolina Píparo», se excusó un gobernador.
Los mandatarios provinciales que se entrevistaron con Francos le pidieron al Gobierno que genere los consensos necesarios antes de volver a discutir la ley ómnibus entera o separada.
El tucumano Osvaldo Jaldo, que se apuró en romper el bloque de UxP en el Congreso en un guiño al oficialismo, calificó el encuentro con Francos como un primer paso para que el Ejecutivo normalice el vínculo con los gobernadores. «Capaz sean los primeros pasos para que el Gobierno empiece a limar asperezas con las provincias. El Congreso tiene que sancionar las leyes que necesita el Presidente pero que den esa reciprocidad para que contemos con los recursos financieros que necesitamos las provincias», sostuvo el mandatario tucumano.
Un día después de la visita de Francos al norte, el Gobierno convocó a la paritaria nacional docente que el Presidente había asegurado que no llamaría.
Cinco días después de gobernadores de JxC para interactuar mano a mano con el Presidente, sin intermediarios, un tiro por elevación al rol de Francos y de Santiago Caputo, el jujeño Carlos Sadir asistió finalmente al convite organizado por Sáenz.
En el bloque de mandatarios provinciales cambiemitas le restaron relevancia. «Todos vamos a recibir al ministro si viene a nuestras provincias. Nuestro planteo tiene que ver con plantearle al Presidente nuestra agenda como un bloque unificado», explicó una fuente involucrada. En JxC interpretaron la promesa de Luis Caputo de discutir el capítulo fiscal pendiente y la ley ómnibus como un guiño a sus demandas.