El Gobierno oficializará en las próximas horas la reglamentación del capítulo del megaDNU 70/2023 que avanza con la desregulación del sistema de obras sociales que administran los sindicatos. La medida apunta a que los trabajadores puedan elegir libremente entre los servicios de una obra social o una empresa de medicina privada desde el momento en que inician una relación laboral y sin restricciones.
Sin embargo, el borrador de la norma que trascendió este fin de semana amenaza con abrir un escenario de conflicto con las prepagas a raíz de que establece la obligatoriedad de que las firmas aporten un 20% de las cuotas que cobran a sus clientes al Fondo Solidario de Redistribución (FSR) que financia el funcionamiento del sistema.
Hasta ahora el FSR solo se nutría del 15% de los aportes y contribuciones que trabajadores y empleadores a las obras sociales sindicales, recursos que administra la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) y que se destinan principalmente al financiamiento de los tratamientos de alta complejidad, medicamentos de alto costo y servicios para discapacitados.
Fuentes del sector consultadas por Clarin advirtieron sobre la imposición de un nuevo aporte al Fondo por parte de las empresas de medicina privada y deslizaron que esas compañías podrían reclamar ante la Justicia contra esa decisión. «Hoy las prepagas no aportan al Fondo, pueden pedir un amparo por considerar que se les fija un nuevo impuesto por decreto«, explicaron en la actividad.
En tanto, desde la CGT, el dirigente José Luis Lingeri aseguró que los problemas de fondo del sistema de salud no se solucionan con una desregulación para incorporar a las prepagas y que hay que replantear el Programa Medico Obligatorio.
“La desregulación de las obras sociales ya está desde la década de los ’90, lo de la libre elección excluye que el trabajador tenga que permanecer un año en su obra social de origen y ahora lo puede hacer sin cumplir con ese período en la nueva actividad a la que ingrese», indicó el sindicalista y agregó: «Por otra parte se incorpora la medicina prepaga en forma voluntaria, para eso, el trabajador se deberá inscribir en el registro de obras sociales de la Superintendencia de Salud y tendrá que aportar el 20% al FSR».
“Se eliminará la triangulación que se hacía entre las obras sociales y las prepagas, y este fue un tema largamente pedido por la CGT. Ahora el trabajador podrá hacer directamente el aporte a la prepaga en caso que opte por eso», explicó el dirigente.
Planteó, por otra parte, que el tema excluyente de preocupación para las prestadoras médicas que administran los gremios sigue siendo el aumento exponencial de los gastos por servicios de transporte y edución de discapacitados que, según precisó, en la actualidad “se llevan el 90% de los recursos del Fondo Solidario de Redistribución”.