Por primera vez desde el triunfo de Javier Milei en el balotaje del 19 de noviembre pasado, el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva se refirió al libertario. Lo hizo evitando críticas y siendo muy cauteloso, aunque también fue distante y alertó sobre un posible debilitamiento del Mercosur.
“No veo ningún problema importante con Brasil, no veo ningún problema. Milei hizo los discursos que quería, ganó las elecciones, ahora tiene que gobernar y veremos la diferencia entre teoría y práctica”, dijo el presidente brasileño el jueves a la tarde en unas declaraciones a Rádio Itatiaia en Minas Gerais que apenas trascendieron pero que son las primeras en su tipo.
Durante la campaña electoral, Milei metió a Lula en su repudio hacia los gobernantes comunistas y socialistas. Y en Twitter llegó a contestarle a un fanático que el líder del PT era “un comunista envenenado”.
Por su parte, el presidente brasileño mirando más en su interna hacia su enemigo Jair Bolsonaro -amigo de Milei- apoyó a Sergio Massa en la campaña electoral argentina y consideró al Libertario “ultraderecha” no democrática.
Argentina es el tercer socio comercial de Brasil después de China y Estados Unidos. Brasil disputa el primer lugar con China para la Argentina.
Los embajadores del grupo que agrupa a toda la región conocido como Grulac. Fue en la embajada de Brasil hace una semana. En el centro las embajadoras de México y Venezuela. Diana Mondino al lado del embajador Julio Bitelli, de BrasilTras su triunfo electoral, en balotaje a Massa el embajador Julio Bitelli y la canciller Diana Mondino se pusieron a trabajar en una relación difícil pero no imposible. Porque como pasó entre Bolsonaro y Alberto Fernández, los canales institucionales siguieron funcionando. El canciller Mauro Vieira recibió a Mondino en Brasilia, y existe una posibilidad de que Lula la salude este 21 o 22 de febrero cuando Mondino viaje a Rio de Janeiro para la cumbre de cancilleres del G20. Viajará con Federico Pinedo.
Para bajar la intensidad del fuego, Milei invitó especialmente a su asunción a Lula, pero también al ultraderechista Bolsonaro, que tuvo inmenso despliegue de entrevistas y afecto de sus seguidores al llegar a Buenos Aires. Lula no vino y tampoco llamó a Milei, que no volvió a referirse a él en términos negativos.
Es evidente que se impuso una tregua entre las partes. Para el caso, a Milei se le armó un fuerte revuelo y el repudio de Colombia cuando hace una semana dijo que Gustavo Petro era “un asesino comunista” que estaba hundiendo su país.
La semana pasada, el embajador Bitelli organizó en su embajada una reunión del Grupo de Latinoamérica y Caribe (Grulac) en la que estuvieron Mondino y los embajadores de toda la región, incluyendo a la polémica embajadora de Venezuela Stella Lugo Betancourt.
Estuvieron: el vicecanciller Leopoldo Sahores y el Secretario de Asuntos Americanos, Mariano Vergara, que trabajan el vínculo bilateral. Pronto habrá una reunión de comisiones políticas mixtas. Pero en esa reunión del embajador de Brasil no afloraron los conflictos bilaterales. Fue la regla.
«Independientemente de los discursos que Milei haga para caerle bien a su electorado, creo que el Mercosur es más fuerte que eso (se refería a la relación entre ellos). La relación entre Brasil y Argentina es muy fuerte«, declaró Lula a la radio en Mina Gerais.
“Obviamente hay la posiblidad de un debilitamiento del Mercosur dependiendo del comportamiento de la economia argentina. Pero no veo problemas mayores respecto de Brasil”, dijo este jueves el presidente brasileño, que tiene muchas diferencias con el argentino: su visión sobre la economía con presencia de un Estado con sensibilidad social.
También difieren sobre el conflicto entre Israel y Palestina, la relación con Rusia ante la guerra en Ucrania y la relación con Venezuela, Cuba y Nicaragua.
La embajada argentina en Brasil está sin jefatura después del fiasco con Daniel Soli. El ex gobernador, ex vicepresidente y ex candidato a presidente ocupaba ese lugar con el gobierno de Alberto Fernandez. Quiso quedarse como embajador y se le pidió el placet a Lula. Se lo concedieron, pero Scioli negociaba el puesto de secretario de Turismo con Javier Milei. Al final no usará su placet de Embajador en Brasilia ya que pasó a integrar el gabinete del libertario. Un destrato a Lula.
Por el momento entre los dos gobiernos, como se hizo con China, el objetivo es “convivir”.