Patricio Valentín García, el joven de 22 años que fue liberado este lunes por falta de pruebas en el caso del asesinato de Uma Aguilera, la niña de nueve años hija de un custodio de Patricia Bullrich que fue asesinada en Lomas de Zamora, se defendió de las acusaciones en su contra. “La Policía armó una maraña de mentiras. Quisieron agarrar a la primera persona que se les cruzó por el camino”, afirmó García en diálogo con A24.
El joven aseguró que el día anterior al crimen de la niña salió de su casa a las 19 y fue a cortarle el pelo a un amigo y se quedó a dormir en su casa. Allí se despertó a las 13.30 del día siguiente, el lunes 22 de enero, cuando Uma ya había sido asesinada, según relató en la entrevista que dio en el medio televisivo junto a su mamá.
García explicó que al volver a su casa se enteró de que su familia lo estaba buscando y que habían hecho una denuncia por su desaparición, al no saber dónde estaba, ya que el joven no había avisado. Cuando regresó, su madre estaba en la comisaría efectuando la denuncia de desaparición de su hijo.
Desde la comisaría le avisaron a García que debían realizarle pericias médicas para verificar su estado de salud. “Yo voy, sin ningún miedo a nada, y ahí empieza todo”, relató y añadió: “Me llevan a la comisaría, después me trasladan a [la comisaría de] Centenario, mintiéndome, diciendo que me llevaban a ver al cuerpo médico”.
“Ahí me interrogan entre unos policías, pero en realidad no me interrogan, es como que me apretaron. Al principio no entendía nada de lo que estaba pasando, me decían que dé nombres, si conocía a los sospechosos, que era amigo”, expresó y luego remarcó: “Ya me estaban culpando directamente a mí”.
“Yo estuve desaparecido y ellos llegaron a la conclusión de que yo había estado en ese tramo delinquiendo y que mi mamá había hecho esa denuncia para cubrirme a mí, armaron todo como una maraña de mentiras. Después vieron un peinado parecido al mío en las fotos, el mismo peinado, el mismo pelo, morochito, pibe flaquito, dijeron ‘es él, lo metemos a éste como que es él y listo’, aseguró García.
El joven fue liberado ayer, luego de que el fiscal de la causa, Pablo Rossi, haya considerado que en base a las nuevas pruebas que recopiló, indicarían que no tuvo participación en el crimen, por lo que le solicitó a la Justicia de Garantías de Lomas de Zamora el cese de la detención de García.
Respecto a los otros cuatro detenidos, tres mayores de edad y uno menor, de 17 años, la fiscalía entiende que, al menos hasta ahora, cuenta con evidencia para sostener que intervinieron de manera directa en el homicidio de la niña.
El último sospechoso en ser capturado fue Ariel Acuña Vega, a quien el fiscal Rossi le imputó los delitos de “robo agravado por el uso de arma de fuego (dos hechos) y homicidio criminis causa”, al igual que a los otros dos acusados mayores de edad.
El sospechoso menor de edad, por otra parte, se encuentra a disposición del fiscal Juan Ignacio Colazo, del fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de Lomas de Zamora.
El hecho
El crimen fue el lunes pasado a las 8.48, cuando el oficial de la Policía Federal Eduardo Aguilera, de 42 años, salía del garaje de su casa vestido de civil junto a su hija Uma a bordo de su auto Ford Ka, en el barrio lomense de Villa Centenario.
Tras salir, a pocos metros de doblar en la esquina de la calle París -el auto circulaba por la calle Pío Baroja-, un Toyota Corolla negro robado minutos antes le interrumpió el paso. Dos delincuentes bajaron armados y se aproximaron con intenciones de robarle, de acuerdo a lo que quedó registrado por una cámara de seguridad. Aguilera aceleró con intenciones de huir y los asaltantes dispararon hacia la parte trasera del vehículo e hirieron de un tiro en la nuca a la niña, que murió luego en el Hospital Churruca.
Agencia Télam
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