El estado de la soja es muy bueno, pero advierten que hay zonas con síntomas de estrés hídrico,

En el marco de la campaña de soja 2023/24, el panorama agrícola se perfila con optimismo en diversas regiones del país. Según el relevamiento de TN en provincias como Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba, las proyecciones iniciales son alentadoras, aunque persisten desafíos que los productores enfrentan con cautela.

En el norte de Buenos Aires y sur de Santa Fe, el ingeniero agrónomo Mariano García informó: “El estado de la soja de primera es muy bueno. Con zonas que van a comenzar a presentar síntomas de estrés hídrico la semana que viene. Están en estadios entre R3 y R4″. García destacó la presencia de enfermedades, principalmente la septoria, y la aplicación de fungicidas en algunos lotes.

Leé también: La cosecha de trigo finalizó con una suba del 24% interanual y crecen las estimaciones para maíz y soja

En este contexto, Alberto Coscia, productor agropecuario en el norte bonaerense compartió desde su campo: “La soja de primera está muy bien, las lluvias le vinieron perfecto con un milimetraje excelente”. En cuanto a la soja de segunda, señaló: “Viene con buen nacimiento, en general los cultivos están viniendo muy bien como de primera como de segunda, ojalá termine con excelentes rendimientos porque después de la sequía está siendo necesario”.

Por otro lado, Daniel Berdini otro productor agropecuario bonaerense, compartió su perspectiva sobre la actual campaña de soja en el norte de la provincia de Buenos Aires. Berdini señaló: “La implantación de soja tuvo un notable crecimiento en nuestra región hasta la fecha de corte del 10 de enero. Es asombroso lo que se sembró. Estamos frente a una cosecha extraordinaria, siempre y cuando en los primeros días de febrero comience a llover en toda la zona núcleo”.

Leé también: Por primera vez, Argentina exportará trigo a China y se abre otra fuente de ingreso de dólares para el BCRA

En relación al estado actual de los cultivos, Berdini afirmó: “Lo sembrado se encuentra en condiciones muy buenas, pero estamos aguardando ansiosos las lluvias en los próximos días. Si las precipitaciones se hacen presentes, estaremos ante una cosecha muy buena, recordando producciones de hace cinco o seis años atrás”.

“En soja, recién empiezan a formarse las chauchas”, explicaron desde Entre Ríos

En una entrevista con TN, Evangelina Spengler, ingeniera Agrónoma de la Bolsa de Cereales local (SIBER), ofreció una visión detallada de la situación de la soja en Entre Ríos: “Estimamos entre soja de primera y soja de segunda se sembraron 1.020.000 hectáreas, con 400.000 hectáreas de soja de primera y 620.000 hectáreas de soja de segunda”. La ingeniera agrónoma señaló que la soja de segunda enfrentó complicaciones en la implantación debido a las lluvias, generó la necesidad de resembrar y, en algunos casos, hubo escasez de semillas.

En cuanto al estado de la soja de primera, Spengler destacó: “Está de buena a muy buena. Hubo inconvenientes de oruga militar y se realizaron controles. En soja, recién empiezan a formarse las chauchas”. Sin embargo, explicó que la fenología presenta una amplia gama, desde V2 (dos hojas totalmente expandidas) hasta R1 (inicio de floración), justificada por el alto porcentaje de resiembra.

Leé también: Alertan que por las retenciones el maíz y girasol pierden competitividad hasta tener renta negativa

En tanto, al evaluar la condición del cultivo a nivel provincial, explicó: “Muy buena: 15%, Buena: 68%, Regular: 16%, Mala: 1%”. Detalló los impactos de excesos hídricos y días con baja radiación, indicando que la oleaginosa de primera presenta bajo stand de plantas, coloración amarillenta y poco vigor. “Aunque el estado sanitario es bueno, se observa la presencia de Septoriosis en hojas basales y cierta bacteriosis en lotes afectados por el viento”, explicó.

Por otro lado, en el desarrollo reciente de la siembra de soja de segunda en Entre Ríos, se destaca un progreso significativo, logrando un avance del 38 % en las labores, cubren el 95 % de la intención inicial que abarcaba 620.000 hectáreas en la provincia.

Leé también: Los exportadores redoblan las críticas a la suba de retenciones que propone la Ley Ómnibus: “Afecta al empleo”

Asimismo, Spengler señaló: “El fenómeno climático de El Niño generó atrasos significativos en el ritmo de siembra de soja, además de ocasionar un elevado porcentaje de resiembra y una porción del área que posiblemente se destine a otro cultivo”.

“Va a ser clave que llueva en las próximas semanas”, afirmaron desde Córdoba

En la provincia de Córdoba, la ingeniera agrónoma Betina Bourges del Departamento de Información Agronómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), brindó un análisis detallado sobre el estado de la soja en la región. Bourges destacó que la soja temprana inició su etapa de formación de vainas, subrayó la importancia crucial de las lluvias en las próximas semanas: “Va a ser clave que llueva en las próximas semanas, que es cuando se empieza a definir”.

Según Bourges, en términos de distribución de siembras, el 30 % corresponde a soja temprana, mientras que el 70 % se sembró en fechas más tardías, algunas de las cuales ya estaban en estado reproductivo. A pesar de las expectativas positivas, la ingeniera agrónoma señaló que tanto la soja como el maíz experimentaron daños por granizo, afectaron aproximadamente el 13 % de la superficie total. Estos eventos climáticos adversos plantearon desafíos adicionales para los productores cordobeses, explicó.

Leé también: Aumentará la conectividad en Pergamino y Rojas para potenciar la digitalización rural y urbana

En relación con la superficie sembrada, Bourges informó que alcanzó los 4.140.000 hectáreas, marca un 8 % por debajo del promedio histórico. Hacia mediados de enero, la soja sembrada en fechas tardías, representó el 70 % de la superficie total, se encontraba en la transición entre la etapa vegetativa y reproductiva, mientras que la soja temprana iniciaba la formación de vainas, contó.

Según datos proporcionados por colaboradores del Departamento de Información Agronómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), el 93 % de la superficie destinada al cultivo de soja en la provincia muestra un excelente y buen estado general. Sin embargo, aproximadamente un 7 % presenta condiciones regulares y malas, principalmente debido a los daños causados por granizo, vientos extremos y anegamientos. Se estima que las tormentas ocurridas en diciembre y principios de enero afectaron alrededor del 13 % de la superficie sembrada en Córdoba, siendo las zonas más afectadas los departamentos de Río Primero, Totoral, Río Segundo, Pte. Roque Saenz Peña, Tercero Arriba, General Roca y Juárez Celman. Ante el marcado daño en algunas regiones, se optó por la re siembra del cultivo, y las estimaciones apuntan a una pérdida de área del 2 %, señaló.

Leé también: Decretaron la vacunación obligatoria contra la encefalomielitis equina

Respecto a la presencia de plagas, la ingeniera agrónoma Betina Bourges señaló: “En general, no se evidenciaron síntomas pronunciados de estrés térmico, y en cuanto a la presencia de plagas, colaboradores del DIA reportaron isoca medidora (Rachiplusia nu), oruga cogollera (Spodoptera frugiperda) y oruga bolillera (Helicoverpa gelotopoeon) en baja a moderada incidencia. También se registraron ataques puntuales de bicho bolita (Armadillidium vulgare) y arañuela roja (Tetranychus urticae)”.

Desde Leones, Javier Piersimone, experimentado productor agropecuario, brindó su visión sobre la actual situación de la soja en la región. Piersimone compartió con TN: “La soja está muy bien, aunque le faltaría más lluvia. La zona está en una condición excelente gracias a las precipitaciones que se registraron en diciembre y los primeros días de enero”.

Leé también: Tras fracasar la conciliación obligatoria, sigue el conflicto entre SanCor y el sindicato Atilra

Por último, el productor subrayó: “Hasta ahora, el cultivo viene mostrando un desarrollo muy positivo, pero aún queda un camino importante por recorrer. Las lluvias que puedan tener lugar en el mes de febrero serán determinantes para el desarrollo final del cultivo”.