Este miércoles, con apenas un puñado de diplomáticos presentes en el recinto, el presidente Javier Milei subió al atril de Naciones Unidas con la impronta que lo caracteriza. En su discurso, el mandatario denunció al “globalismo”, pidió la liberación del gendarme Nahuel Gallo y elogió a Donald Trump. Como era de esperarse, la declaración repasó las mismas consignas que se viene repitiendo en cada escenario internacional al que es invitado el líder libertario.
«El máximo exponente de las ideas de la libertad en el mundo», se autohalagó el jefe de Estado argentino en medio del discurso ante la presencia de unas decenas de personas. Una imagen elocuente que fue grabada en vivo y difundido por redes sociales, donde predomina en la visualización una enorme cantidad de sillas vacías.
Milei cuestionó lineamientos de las Naciones Unidas, en un discurso tan duro como el del año pasado, en el que volvió a apuntar contra la Agenda 2030. Habló de una «erosión del prestigio» de la ONU ante la ausencia de una rendición de cuentas de sus autoridades y propuso cuatro principios para cambiar el paradigma de la organización.
«Nosotros creemos en el fin original de este organismo, creemos que existen problemas globales que requieren del diálogo y la cooperación internacional para ser resueltos. Pero para eso debemos rechazar estas extralimitaciones que a menudo acompañan a las agendas nobles, como sostuvimos el año pasado, no acompañaremos nunca el cercenamiento de libertades individuales, comerciales, ni la violación de los derechos naturales de los ciudadanos de los Estados miembros; y durante el último año y medio hemos votado en consecuencia», destacó el presidente argentino a mitad del discurso.
A medida que corrían los minutos, el presidente apuntó contra el organismo proponiendo una transformación integral. «Así como la Argentina ha iniciado un proceso de optimización del Estado eliminando estructuras redundantes y devolviendo recursos a los contribuyentes, entendemos que la ONU necesita un camino similar. Eso implica la realización de auditorías confiables, el cierre de programas ineficaces, la consolidación de agencias únicas y un financiamiento condicionado a resultados verificables», señaló.
«Estamos asistiendo a una escalada inadmisible la violencia política por parte de la izquierda a nivel global. Violencia que en Argentina conocemos muy bien. Es inadmisible recurrir a la fuerza allí donde las razones fallan. Por eso repudiamos enfáticamente estos procedimientos que atentan contra las normas básicas de convivencia democrática», afirmó Milei, en un fragmento y sobre el final, concluyó: «Finalmente, reiteramos nuestra exigencia de liberación inmediata de los rehenes que aún permanecen cautivos en Gaza. Finalmente: que Dios bendiga al mundo libre, que la fuerza del cielo nos acompañe».