11.3 C
Buenos Aires
lunes, 1 septiembre, 2025
InicioEspectáculosNito Mestre y los 50 años del Adiós Sui Generis: un repaso...

Nito Mestre y los 50 años del Adiós Sui Generis: un repaso por las canciones de una noche histórica en el Luna Park

Parece insólito, pero los calendarios son así: el 5 de septiembre de 1975 y el de este año son viernes. O sea que el aniversario de los 50 años del histórico concierto Adiós Sui Generis en el Luna Park cae exactamente el mismo día de la semana en que Charly García y Nito Mestre le pusieron punto final (o no tanto) a la mítica banda.

Rápidos de reflejos, tanto Nito Mestre como su manager decidieron armar un recital especial, siguiendo la línea de los shows aniversario que hicieron en los últimos años para celebrar los discos Vida y Confesiones de invierno. Será este viernes 5 de septiembre en el teatro Opera.

Nito Mestre celebrará los 50 años del «Adiós Sui Generis» en el Teatro Opera el viernes 5 de septiembre. Foto; Prensa

Y en un guiño cómplice con sus fans, bautizaron al show como Ha Sido: A 50 años del adiós, haciendo referencia al nunca grabado cuarto disco de estudio de Sui Generis, que se iba a llamar Ha sido (por no decir «ácido») y que tenía temas como Alto en la torre, Botas locas, Nena (luego grabado como Eiti-leda por Serú Girán), Fabricante de mentiras (que más adelante grabó Nito con su grupo Los Desconocidos de Siempre) y Bubulina (que Charly incluyó en el debut de La Máquina de Hacer Pájaros).

Aquellos shows de 1975

Cuando Charly García decide disolver Sui Generis, el productor Jorge Alvarez le propuso hacer un gran show de despedida donde se grabaría un disco en vivo y se filmaría una película.

La demanda fue mayor a lo esperado, y enseguida se agotaron las localidades. Primero agregaron más tickets y vendieron un total de 14.600 entradas, pero después decidieron agregar una segunda función esa misma noche. Ahí fueron 11 mil personas y la cifra final quedó como un record del estadio: 25.600 personas.

Nito Mestre recuerda momentos de los shows de «Adiós Sui Generis» en el Luna Park, en 1975. Foto Ariel Grinberg

Con el paso de los años, la popularidad del rock argentino fue creciendo y lo inusual de hacer dos Luna Park quedó superado por Miguel Mateos (4 shows en dos noches), Rodrigo (13 días consecutivos), Bersuit Vergarabat (14), Ricardo Arjona y Abel Pintos con Luciano Pereyra (34 fechas cada uno). Sin embargo aquel Adiós Sui Generis pasó a la historia como un hito que demostró el poder de convocatoria del rock local.

-Nito, ¿es la primera vez que das un show un 5 de septiembre o festejaste algún otro aniversario así?

-Sí, es la primera vez, porque nunca calzó. No se dio. No caía un fin de semana o yo justo no estaba activo. Pero me acuerdo que una vez estaba en Perú, el show cayó justo ese día y se avivó el productor peruano. Pero no había sido un viernes. Esta es la primera vez y por eso voy a hacer un repaso de Adiós Sui Géneris en el orden de los dos shows.

-¿Aquellos dos recitales fueron iguales?

-No, no fue igual. Se cambiaron algunos temas. Por ejemplo Botas locas lo dejamos para la segunda función, por si nos censuraban como había pasado el mes anterior en Uruguay.

Ambos shows arrancaron con Instituciones y terminaron con Blues del levante, pero hubo algunos cambios: En el primero hicimos Canción para mi muerte como tema número 19, y en el segundo fue el tema 8.

Nito Mestre y Charly García en la noche del «Adiós Sui Generis».

-¿Qué te parece hoy la lista de temas?

-Miro la lista ahora y pienso que no era lo mejor para una despedida, pero era otra época y estábamos con Instituciones recién editado. Incluso tocamos muchos temas de ese disco para llevarle un poco la contra a Jorge Álvarez, que no estaba tan convencido con Instituciones porque vendió menos que los anteriores. También influía que habían entrado Rinaldo y Juan, entonces había más partes instrumentales.

Hoy veo cosas totalmente ridículas, como los 27 minutos de Una hada y un cisne, que ocupaba todo un lado del vinilo. ¡En el show yo me iba a tomar un té porque era un solo larguísimo! Aparte, el concierto no fue muy largo porque tenía dos funciones. Por ese motivo lo que voy a hacer ahora va a ser mucho más largo. Me gusta cantar temas como Juan Represión. Tango en segunda y Pequeñas delicias, pero hay otros que son más darks, más progresivos y hay que adaptarlos, porque la gente no está acostumbrada a escuchar introducciones largas.

Nito Mestre sigue tocando regularmente y también hace giras por el exterior. Foto: Prensa

-¿Habían dejado de hacer Canción para mi muerte, no?

-Sí. Queríamos tocar los temas más nuevos y no siempre los mismos hits del primer disco. Pero en el Luna Park no podía faltar. Otro que habíamos dejado de tocar en vivo era Rasguña las piedras, que tampoco podía faltar en el Luna.

-Hubo muchos cambios de ritmo en los conciertos, por ejemplo el momento de Cuando ya me empiece a quedar solo?

-¡Tema histórico e infaltable! Antes era como el bicho feo de la familia, porque no sabíamos dónde meterlo en la lista, y tampoco sabíamos si lo que decía la letra iba a pasar o no. Ahora sí tiene sentido, está pasando.

Nito Mestre tocará en el Teatro Opera con su banda actual y no descarta algún invitado especial. Foto: Ariel Grinberg

-¿Alto en la torre iba a estar en Ha sido?

-Exacto. Y ya lo veníamos tocando y lo grabamos en los estudios Ion o en uno que estaba cerca del Barrio Chino de Belgrano, donde metimos varias voces.

-Ese tema en particular tiene un tono muy alto y agudo. ¿Te cuesta hacerlo hoy?

-No. Por suerte tengo la aplicación de un profesor de canto que uso todos los días para calentar la voz. Hay que tener medio tono más para tener resto y estar cómodo. Alto en la torre es uno de los temas altos donde estoy al filo y es uno de los que pruebo a la tarde antes del show para ver si cómo estoy y hasta donde llego.

La censura de los años ’70

Poco antes de la realización de Adiós Sui Generis, el grupo había tenido problemas de censura cuando terminó de grabar Pequeñas anécdotas sobre las instituciones. El productor Jorge Alvarez les informó que varios temas no habían sido aprobados y tenían que cambiar las letras. Así es como muchos aseguran que quedó afuera Juan Represión y entró Tango en segunda. Lo mismo habría sucedido con Botas locas y El tuerto y los ciegos. Y cambiaron parte de la letra de Instituciones, Las increíbles aventuras del Señor Tijeras, Para quién canto yo entonces y Música de fondo para cualquier fiesta animada.

El afiche del show de «Adiós Sui Generis».

¿Fue complicado grabar el disco en vivo?

-Sí, porque los rollos duraban media hora y había que calcular los minutos para que tuvieran tiempo de cambiarlos. Si íbamos por media hora de show y el tema terminaba en el minuto 32, no quedaba filmado entero. El erro fue poner algunas cámaras en las tribunas, entre la gente, y como estaba tan lleno no podía llegar el que llevaba la cinta nueva. Igual, es un documento histórico porque para cubrir esos huecos el director metió tomas del público.

Yo siempre digo que es la película más negra del cine argentino, no por lo dramático, sino porque hay tantos momentos con la pantalla en negro. ¡Claro, no tenía más tomas para poder hacer una transición! Incluso tuve que hacer unas tomas otro día en un teatro, pero es obvio que no está filmado en el Luna Park.

-Para Un hada, un cisne directamente armaron una especie de videoclip en una pileta.

-Sí. Todo eso fue una locura, pero la única parte agradable que fue ese día que conocí a Leonardo Favio, que se quedó todo el día con nosotros, mirando la filmación y sin decir nada. Esa escena duró todo un día, porque alguien dijo que conseguía una casa con pileta y era muy chiquita, así que dimos vueltas hasta que nos consiguieron otra cerca de Ezeiza, una quinta. Tuvimos que ir lejísimo y pasar todo el día improvisado todo.

Nito Mestre repasa los detalles del histórico show de «Adiós Sui generis». Foto: Prensa

-Otro tema insólito del concierto es el instrumental La fuga del paralítico.

-Ese no lo voy a hacer, perdón, porque es interminable, producto de una zapada. Lo mismo pasa con el final de Las increíbles aventuras del Señor Tijeras, que sube y sube tanto que me irrita, igual que los gritos de fondo. La anécdota es que Charly estaba por presentar el tema y justo ve a un fan en silla de ruedas, así que no dice la palabra «paralítico».

-¿Ya venían tocando Botas locas en los shows anteriores al Luna?

-Tocamos un jueves, viernes y sábado de julio en San José, Uruguay, y en la segunda fecha fuimos en cana por ese tema. Justo volvíamos del cine y nos agarraron antes de llegar al teatro. Lo veníamos cantando en vivo y nunca había pasado nada; era un tema divertido. Ahora hay que explicar de qué habla, porque los chicos no saben lo que es la colimba.

Charly y Nito en el Luna Park de septiembre de 1975.

-En Confesiones de invierno canta Charly.

-Un día me dijo que le gustaría cantarlo solo. «Sí, dale», le dije. No es que me pidió permiso, pero me lo dijo para ver qué le decía. Lo estrenamos en un show que hicimos en Morón.

-Deberías terminar con Blues de Levante, como hicieron en el Luna.

Lo voy a hacer con mis peros, por la letra que es completamente cancelable. Estoy buscando la vuelta de cómo explicarlo, porque nosotros hablamos así. La gente tiene que saber que se hablaba así y es medio difícil ahora explicar esas cosas.

Nito Mestre a los 73 años, siempre cantando y armando proyectos. Foto: Prensa

-Cuando ves fotos o te acordás del recital, ¿no te parece muy chiquito y casi precario, comparado con las producciones actuales?

-El retorno, por ejemplo, eran las mismas columnas de sonido que iban al público, solo que se giraban. Recién ese año habíamos comenzado a tener monitoreo en los shows con Milrud, a partir del teatro Coliseo, pero justo el 5 de septiembre no vino. La escenografía la hizo Juan Oreste Gatti, el que hacía las tapas de los discos, tres días antes del show porque no había presupuesto porque querían ahorrar. Entonces cortó unas nubes con un cutter, le puso unos hilos, los colgó e hizo un cielo de escenografía. Una locura.

Más noticias
Noticias Relacionadas