El 40% de los clubes de barrio de todo el país aseguró estar “peor” económicamente que en 2023, según la Encuesta Nacional de Clubes realizada por Táctica, laboratorio del deporte argentino. El relevamiento revela que, pese a las dificultades, más de la mitad de estas instituciones incrementó sus participantes gracias a la incorporación de nuevas actividades.
El estudio muestra que el 75% de los clubes chicos y medianos decidió aumentar su cuota social por debajo de la inflación, incluso cuando el 95% registró fuertes subas en los costos de servicios como energía eléctrica, agua, gas, servicio médico, telefonía e internet. El impacto se siente especialmente en las instituciones con menos recursos, que enfrentan serias dificultades para sostener su funcionamiento.
El apoyo estatal también fue limitado. En 2024, solo el 26% de los clubes recibió aportes del Estado provincial y el 39% del municipal, mientras que el 27% obtuvo donaciones privadas. En el primer semestre de 2025, la ejecución presupuestaria nacional destinada a los clubes fue del 0%, y en comparación con 2023, los fondos nacionales se redujeron un 61,4% en términos reales.
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En este escenario, más del 70% de los clubes debió sumar actividades extra para recaudar fondos, mientras que el 38% no contó con ningún tipo de apoyo externo el año pasado. La desigualdad entre instituciones quedó en evidencia: el 65% de los clubes medianos y grandes obtuvo ingresos por concesiones de espacios, un recurso al que las entidades más chicas suelen no tener acceso.
“Preocupa ver el incremento de la desigualdad entre las instituciones; las más chicas atraviesan una situación crítica”, advirtió Ignacio Mazzola, responsable del relevamiento. Según el informe, el 30% de los clubes pequeños redujo personal y el 60% perdió colaboradores. En los más grandes, las cifras también fueron importantes, aunque menores: el 15% achicó su plantel de empleados y el 44% perdió asistentes no rentados.
En cuanto a inversiones, solo el 14% de los clubes pequeños renovó completamente su material deportivo, mientras que apenas el 30% de las instituciones grandes concretó obras de infraestructura. La encuesta, realizada de forma virtual, incluyó a 325 clubes de todas las provincias y clasificó a las entidades según la cantidad de participantes activos: hasta 250 (chicos), entre 250 y 750 (medianos) y más de 750 (grandes).
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Una situación que preocupa a las instituciones más chicas
El relevamiento de Táctica confirma que el impacto de la crisis no es uniforme: los clubes más chicos son los que más sufren. La reducción de personal, la pérdida de voluntarios y la falta de recursos para invertir en materiales e infraestructura son los principales indicadores de esta desigualdad creciente.
Las instituciones de mayor tamaño cuentan con más herramientas para generar ingresos, como la concesión de espacios o actividades, que en muchos casos se convierte en un sostén clave. Esta diferencia marca un escenario donde la supervivencia depende en gran medida de la capacidad de diversificar las fuentes de financiamiento.
Para Mazzola, conocer la situación real de los clubes en todo el país es esencial para que futuras gestiones diseñen políticas públicas específicas que fortalezcan al sector. “Son instituciones sociales y deportivas fundamentales, que hoy a duras penas sobreviven”, subrayó.
TC / Gi