El rumor está muy instalado y dice, palabras más, palabras menos, algo así: Nicolás Cabré tiene una relación aceitada y fluida con Mauro Icardi pero nunca se llevó muy bien con Benjamín Vicuña, el actual novio y el ex marido respectivamente de la China Suárez, la madre de su hija Rufina. Si bien ninguno de los involucrados lo terminó de confirmar, algo que dijo el galán de galanes de la televisión argentina (Cabré, aclaremos, porque Vicuña es otro rompecorazones de aquellos) prácticamente le puso el sello de que sí, es así.
Todo indica, además, que Vicuña y Cabré profundizaron sus diferencias por el trato que le dieron a sus niños en relación al deseo de la madre de establecerse en Estambul, Turquía, para seguir los pasos de su actual pareja, Mauro Icardi, que poco a poco está volviendo a jugar en el Galatasaray de ese país. Ella quiere irse a vivir un tiempo al país de Las Mil y Una Noches y obviamente desea estar allá con sus «pichones».
Allí se bifurcan las conductas de sus dos ex. Mientras Cabré no pone objeciones para que Rufina se vaya a un lugar tan lejano (se dice, incluso, que ese es su deseo y que se lo manifestó tanto a sus familiares como a sus amiguitos) Vicuña ha sido mucho más estricto, al punto de que la China se le puso en contra como nunca y hasta lo destruyó públicamente: en un posteo llegó a acusarlo de estar lleno de adicciones que lo llevaban recurrentemente a encerrarse en un baño.
En las últimas horas, Cabré dio un reportaje en la radio Urbana Play en el que se mostró más suelto que en toda su carrera. Quizás sea la edad (tiene 45 años), la madurez de haber cruzado la mitad de la vida o la serenidad que le da su vínculo con la bailarina cordobesa Rocío Pardo, con la que va a contraer matrimonio, pero ya no se muestra hosco con los periodistas (o al menos con aquellos que le resultan simpáticos) y hasta se anima a abordar temas que antes eran prohibidos o lo hacían estallar de furia.
PELEA CONFIRMADA: EL PALAZO DE NICOLAS CABRE A BENJAMIN VICUÑA POR EL TRATO QUE LE DAN A SUS HIJOS
Pues bien, así las cosas Cabré se animó a charlar del vínculo con «Rufi», por ahora su única hija. Y de su posible viaje largo a Turquía para estar allá con su mamá y con el novio de su mamá, el polémico Mauro Icardi. «Nunca jamás en la vida de un hijo tnés que ser un obstáculo. Creo que ser padre es que uno muchas veces, muchas veces, tiene que poner el pecho y si hay aguien le tiene que doler algo… sos vos, ¿entendés?» le dijo a un Andy Kusnetzoff que lo entrevistó de parado.
La singular frase sonó a estruendosa crítica para Vicuña, quien no quiere que sus hijos Magnolia y Amancio se establezcan al otro lado del mundo. Quizás sea entendible porque son más chicos. Mientras Rufina tiene 12, Magnolia anda por los 7 y Amancio recién por los 5. El chileno permite que los chicos vayan y vengan, pero no que se radiquen allá, algo a lo que Cabré parece resignado. Confirmado: uno y otro piensan muy distinto.