El 12 de septiembre, es decir dentro de un mes y medio, Tinder cumplirá 13 años de vida: entró en funcionamiento ese miércoles de 2012. En ese lapso sumó millones y millones de «registrados», miles y miles de «matcheos» y la formación, por qué no, de un sinfín de parejas alrededor del mundo. Por supuesto que también tuvo efectos colaterales, uno de los cuales sufre en estos momentos Angel de Brito, nada más y nada menos.
Para los analistas del mundo tech, la app tiene un enorme saldo a favor. De sus entrañas han surgido hasta familias. Gente que se conoció, se «emparejó» y después tuvo hijos. Pero también hubo romances, historias furtivas y sexo ocasional. En el debe, por ejemplo, se cuentan historias de gente que ve usurpada su identidad. Sobre todo famosos cuyas fotos son usadas sin su consentimiento.
Quien sufre en estos momentos esa indeseable circunstancia es Angel de Brito, para muchos el periodista de chimentos número uno de la actualidad. Lo expresó, como suele hacerlo, en sus redes sociales, allí donde también es uno de los número uno. En Twitter lo siguen 3,7 millones de personas. En Instagram, aunque cueste creerlo, también. Sí, repite.
Esta vez, De Brito recurrió a Twitter. O a X, como se llama desde que Elon Musk decidió cambiarle el nombre. Allí, el conductor de LAM escribió «hay uno en Francia que me roba las fotos para Tinder». No fue lo único que puso. También agregó una suerte de carcajada («Jajajaja») pero la situación no es para nada graciosa. Más bien todo lo contrario.
ANGEL DE BRITO DENUNCIO UNA GRAVE FILTRACION QUE AFECTA SU INTIMIDAD
De Brito es muy celoso de su vida íntima. La situación es cuanto menos curiosa o llamativa: justo él, que se pasa deschavando romances y chanchuyos de toda la farándula, mantiene un absoluto y riguroso silencio acerca de su privacidad, que guarda bajo siete llaves y preserva como si fuera sagrada. Con esos antecedentes, aparecer en las app de citas probablemente no le guste demasiado.
Pero el popular y exitoso «Angelito» no es el primero que sufre este tipo de invasión a su privacidad. Ha sucedido con otras celebridades y todas se han tomado el caso de diferentes maneras. Alguna vez Marley puso el grito en el cielo, aunque finalmente hizo lo mismo que su colega. Se terminó riendo.