Patricia Bullrich se comprometió un poco más con este gobierno al dar un salto que no había podido durante el gobierno de Mauricio Macri y es el de reordenar a piacere la policía federal. El organismo se mantenía casi inalterable desde su constitución hasta el día de hoy.
Patricia Bullrich ha presentado las modificaciones a la policía federal de la mano del gobierno de Javier Milei, tomando como referencia el modelo de Estados Unidos. Esto ya causa controversia en el espacio nacional y hay fuerte repudio a la medida.
A través del decreto 383/2025, la estructura de la policía federal cambia radicalmente con base en el trabajo y experiencia del FBI estadounidense. Sus responsabilidades han cambiado hacia la “eficiencia” y hasta se dice que podría haber serias transgresiones a los derechos humanos.
“Modernizar protocolos, procesos y mecanismos de articulación, en particular los referentes a investigación; y adquirir y utilizar en forma efectiva las Tecnologías de la Información y Comunicación y Tecnología Forense».
Según lo expresado, el organismo ahora se hará cargo de la prevención de delitos incluyendo el ámbito digital. También podrán detener sin orden judicial a quienes se considere estén realizando alguna tentativa de crimen o en concurso de los mismos.
La medida, además, posibilitará el retiro de fuerzas federales de las calles de la ciudad de Buenos Aires, dejando completo control a las fuerzas de la ciudad. Sin embargo, podrán continuar sus labores investigativas y de prevención si es que así se requiere.
Los cuestionamientos ya se están llevando adelante desde todos los organismos de derechos humanos, asociaciones de abogados y hasta sociales. Se dice que el decreto solamente estigmatizará a los que menos tienen y afectará el derecho a huelga.
El avasallamiento
Patricia Bullrich da un paso más en el avasallamiento de los derechos humanos que caracterizan su gestión desde que está vinculada a los diferentes gobiernos. Sus vínculos son tan profundos con el poder que parece contar con una impunidad pocas veces vista.
Ahora, las fuerzas federales tendrán más control y libertad para oprimir al pueblo y hasta interferir con los manifestantes en cualquier tipo de movilización. Tal es el grado de controversia que se apelaran judicialmente las medidas tomadas.
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