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domingo, 8 junio, 2025
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Prevención. Por qué el cuidado de los huesos empieza mucho antes de los 65 años

Las fracturas causadas por osteoporosis, una enfermedad ósea progresiva que debilita los huesos, son uno de los principales desafíos para la salud de los adultos mayores, especialmente en mujeres posmenopáusicas. Estas lesiones —que suelen afectar la columna, la cadera, la muñeca, el húmero y la pelvis— generan dolor, limitaciones funcionales y aumentan el riesgo de nuevas fracturas, internaciones y pérdida de movilidad.

El cuerpo pierde más hueso del que puede formar, lo que debilita la estructura y facilita fracturas ante traumas mínimos”, explica el traumatólogo Nicolás Molho, experto en cirugía de columna del Hospital Italiano de Buenos Aires. Por su parte, la médica nutricionista María Elena Torresani, directora de Nutrición con orientación en Obesidad de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino, señala que prevenir estas fracturas implica trabajar desde varias dimensiones: diagnóstico precoz, tratamiento de la sarcopenia (pérdida de masa muscular por envejecimiento) y una buena alimentación desde edades tempranas.

El diagnóstico temprano de la osteoporosis es clave para prevenir lesiones graves y pérdidas de autonomíaFreepik

Torresani advierte que uno de los factores clave es no haber alcanzado un “capital óseo” adecuado durante la adolescencia. “Un aumento del 5% de la masa ósea en la juventud puede reducir el riesgo de osteoporosis en un 40%”, afirma. En la Argentina, una de cada cuatro fracturas podría deberse a esa carencia.

Molho destaca que la mayoría de las fracturas se producen a partir de los 65 años, y su frecuencia se duplica en mujeres posmenopáusicas. Entre los factores de riesgo enumera el uso crónico de corticoides, bajo peso corporal, consumo de alcohol, tabaquismo, deficiencia de vitamina D y enfermedades como la depresión.

En este contexto, la nutrición cumple un rol esencial. “El calcio es el principal componente del hueso y debe incorporarse durante toda la vida”, remarca Torresani. La vitamina D mejora su absorción y facilita su depósito. La combinación de ambos nutrientes es más eficaz que el calcio solo para prevenir fracturas. También resalta la importancia de la vitamina K2, presente en la yema de huevo, quesos fermentados y soja fermentada debido a que activa proteínas que fijan el calcio al hueso.

Según los especialistas, el yogur es una de las fuentes más eficaces para cubrir el déficit de calcio en la dietaGorodenkoff – Shutterstock

A medida que la persona envejece, la absorción intestinal de calcio disminuye y su eliminación renal aumenta. Por eso, recomienda consumir lácteos, vegetales como brócoli o col rizada, y pescados.

“Solo por mencionar un ejemplo, en el caso del yogur durante su proceso de fermentación se reduce la lactosa y las bacterias presentes ayudan en su digestión. Incluir yogur, en especial los que son fortificados con calcio, en desayunos y meriendas puede ayudar a cubrir el déficit de este mineral, que es uno de los principales déficit de nutrientes en nuestro país. Además, consumir yogur con probióticos diariamente ayuda a mantener una microbiota intestinal saludable. Se demostró que alteraciones en la composición y función de la microbiota intestinal se asocian con una menor densidad mineral ósea y una mayor susceptibilidad a la osteoporosis”, destaca la experta.

En personas veganas o con intolerancia a la lactosa, se deben considerar productos fortificados o suplementos bajo indicación médica. Las proteínas también son clave: una suplementación moderada (20g diarios) puede favorecer la recuperación de fracturas, aunque en exceso puede ser contraproducente.

Molho explica que las fracturas vertebrales son las más frecuentes. “Todo dolor lumbar agudo en una persona mayor sin antecedentes debe ser considerado una posible fractura hasta que se demuestre lo contrario”, advierte. Como muchas veces no se detectan con radiografías simples, recomienda el uso de resonancia magnética y espinogramas para evaluar deformidades o signos como la cifosis.

Para prevenir la sarcopenia los expertos aconsejan hacer actividad física, como la utilización de bandas de resistencia, levantar pesas livianas, hacer bicicleta, natación, aquagym, yoga o stretchingFoto ilustrativa: PEXELS

En cuanto al abordaje de las fracturas, muchas lesiones vertebrales se tratan de forma conservadora con reposo, analgesia e inmovilización. No obstante, cuando hay dolor intenso, inestabilidad o síntomas neurológicos, puede ser necesaria la cirugía. La intervención más común es la vertebroplastia percutánea, una técnica mínimamente invasiva que consiste en inyectar cemento quirúrgico en la vértebra fracturada. “El objetivo es aliviar el dolor para que el paciente retome su vida normal”, resume Molho. En el Hospital Italiano realizan unas 100 de estas cirugías al año, con excelentes resultados, según explica el experto.

Otro factor determinante en la prevención de fracturas es la sarcopenia. “Es una de las principales causas de fragilidad, caídas y pérdida de independencia”, subraya Molho. Para prevenirla, recomienda realizar actividad física regular, especialmente ejercicios de fuerza o resistencia, asegurar una buena ingesta de proteínas y suplementar vitamina D si es necesario. Las actividades sugeridas incluyen bandas de resistencia, pesas livianas, bicicleta, natación, aquagym, yoga y stretching. En cambio, desaconseja deportes de impacto o levantar peso excesivo.

Torresani también advierte sobre hábitos que perjudican la salud ósea: el exceso de sodio, fósforo y cafeína. Las bebidas carbonatadas, ricas en fósforo, interfieren con la absorción de calcio y desplazan alimentos protectores como los lácteos. Las dietas saladas aumentan la eliminación de calcio por la orina y, aunque el efecto de la cafeína no es significativo en dosis moderadas, sí lo es en consumos altos.

Ambos especialistas coinciden en que es fundamental anticiparse al problema. Molho insiste en que toda persona mayor de 65 años debería realizarse una densitometría ósea para detectar osteopenia u osteoporosis y, si es necesario, comenzar tratamiento. También subraya el rol del endocrinólogo en el seguimiento, dado que cuenta con múltiples herramientas terapéuticas para prevenir nuevas fracturas.

En definitiva, prevenir fracturas osteoporóticas exige un enfoque integral: buena alimentación desde la infancia, ejercicio físico, controles médicos y, cuando corresponde, intervenciones terapéuticas.


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