Frente a la grave crisis climática global e hídrica que viene sufriendo la Cuenca del Plata, la red de organizaciones no gubernamentales que integran Remar Contracorriente emitió un comunicado de prensa en el que rechaza el llamado a licitación por parte del gobierno nacional para reprivatizar la Vía Troncal Navegable del río Paraná, ya que, según afirman, el mismo profundiza el modelo extractivista que convierte al río Paraná en una autopista para las grandes corporaciones
«En el contexto de crisis climática global y crisis hídrica que viene sufriendo la Cuenca del Plata, este plan, que prevé el dragado a 44 pies y el ensanchamiento del cauce, pone en riesgo la soberanía hídrica, la biodiversidad y la vida de las comunidades ribereñas», reza el comunicado.
Cuenca del Plata: arteria vital del planeta
Además, señalan que, en lugar de adaptar las embarcaciones al río, se busca modificar el río para los barcos, sin evaluar los riesgos de una intervención de esta magnitud, por lo que exigen la suspensión inmediata de ese proceso de licitación, al tiempo que piden por el diseño de una gestión soberana, ecológica y participativa del mencionado río en todo su curso.
«El Paraná no es solo un río; es una arteria vital del planeta que cruza siete provincias argentinas y conecta a cinco países. Su caudal sostiene economías locales, culturas milenarias y ecosistemas únicos. En un país como Argentina, donde más del 50% de la población sólo dispone del 30% del agua de forma natural -un territorio predominantemente árido por naturaleza- se imponen políticas de cuidado de los ríos y una redistribución hídrica justa, garantizado el acceso al agua del pueblo en su conjunto», agregan desde Remar Contracorriente.
Por último, el comunicado resalta que defender el rio Paraná es defender también a todo el territorio argentino y a la cuenca del Plata en todo su conjunto de los siguientes impactos irreversibles:
-Destrucción del ecosistema fluvial: el dragado pone en grave riesgo a los humedales,la fauna ictícola y las dinámicas naturales del río provocando un verdadero ecocidio
–Impacto en territorios y culturas de pueblos originarios y comunidades ribereñas, en sus formas de producción y su aporte a la sustentabilidad
–Contaminación y crisis hídrica: la remoción de sedimentos libera tóxicos que afectan la calidad del agua y la salud de las comunidades.
-Expulsión de poblaciones ribereñas: las alteraciones del cauce provocan erosión, inundaciones y desplazamiento de comunidades.
–Saqueo a la soberanía: la gestión privatizada del Paraná (por 60 años) perpetúa la evasión fiscal, el contrabando y el control extranjero sobre un recurso estratégico.
-Impacto en toda la Cuenca del Plata que cuenta con un sistema de humedales único en el mundo y empeoramiento de las condiciones del acceso al agua.
–Afectación de la calidad de vida, del trabajo de cientos de miles de pescadores artesanales, de mujeres y comunidades que son parte de ese corredor biocultural.
«Desde Remar Contracorriente buscamos destacar la importancia de la soberanía sobre nuestras cuencas y reivindicamos el rol del Estado y de las provincias en la gestión del río Paraná. Ante ello, hacemos un llamado a la acción, ya que defender el Paraná es defender la vida, el agua y nuestra soberanía. Convocamos a asambleas, organizaciones y a toda la sociedad a sumarse a la lucha. Desde el 1 al 22 de marzo, en la remada que unirá Formosa con Santa Fe, llevaremos este mensaje a cada orilla del río», concluye el comunicado.