La tensión creció con el reclamo ante la inseguridad que impacta y alarma en la Provincia. Durante una marcha a la intendencia de La Plata, ante otro crimen atroz, la mecha se encendió y manifestantes tiraron piedras contra la sede de la municipalidad de la capital bonaerense. Fue en la protesta para pedir justicia por el crimen de Kim, la nena de 7 años que fue asesinada en un robo, en otra escena de espanto de la violencia del delito juvenil.
Hubo vidrios rotos por una serie de pedradas que se arrojaron hacia las ventanas del edificio. También intentaron forzar las puertas de ingreso. «Estos hijos de puta no laburan«, dijo uno de los manifestantes a la señal TN.
La marcha, en un principio pacífica, ante el asesinato por el que están detenidos dos ladrones de 14 y 17 años, se caldeó al pasar por la sede municipal. La protesta se dirigió después hacia la sede de la Gobernación de Axel Kicillof. Allí, un grupo pidió la renuncia del mandatario provincial, pidieron «que se vayan todos» y gritaron «asesinos».
El momento más tenso se inició cerca de las 18.30, cuando un importante grupo de platense se juntó frente a la sede de la intendencia de Julio Alak y pidieron, con aplausos, justicia por el caso.
Apenas diez minutos luego hubo corridas y desmadres. Algunos manifestantes se acercaron a la puerta de entrada de la municipalidad y la derribaron. Traspasaron otra de vidrio, pero no lograron ingresar al edificio, ya que un portón de madera fue inmediatamente trabado.
Hubo insultos y golpes. Y también intentos de contención de otros manifestantes que expresaron su desacuerdo con el desmadre que llevaba a que la manifestación se tornara violenta.
Instantes después, hubo ventanas rotas, en especial, en un lateral de la sede de gobierno municipal. También se rompieron algunos de los vidrios de la fachada.
En el momento de los incidentes, captado por cadenas televisivas como TN, se vieron manifestantes con el rostro cubierto y otros, sin tapar. Los desbordes violentos parecían contagiosos y sumaban en el tumulto a mujeres mayores y jóvenes, que también reaccionaban contra el edificio.
Recién a las 18.48 la espiral de violencia comenzó a decrecer. La mayoría de los manifestantes regresó a la plaza que rodea a la municipalidad platense y la situación pareció calmarse.
Un hombre vestido con una remera musculosa azul, que dijo «ser de la zona», manifestó su indignación frente los canales de televisión. «Esto es terrible. Yo creo que esto no tiene para más. Tendría que tirar la toalla e intervenir la provincia. Acá se necesita mano dura, esto lamentablemente no se termina más», gritó en los micrófonos.
«Que la Justicia se ponga las pilas. Milei, arriba con esto, viejo. No se puede vivir con esta gente», reclamó.
Otro vecino mostraba desazón. «¿Cuántos hechos hubo y no ha cambiado nada?», sintetizaba una duda expansiva, que lleva a rememorar casos y víctimas que se acumulan y que alimenta el miedo colectivo.
El crimen de una nena de 7 años en La Plata
Kim Gómez fue asesinada el martes cerca de las 20, en la localidad de Altos de San Lorenzo, a 15 minutos del centro de La Plata. Dos menores de edad, uno de 14 y otro de 17 años, atacaron a una mujer para robarle el auto cuando se detuvo en un semáforo en rojo en las avenidas 72 (Circunvalación) y 25. Florencia, la madre de Kim, gritaba desesperada desde la calle, donde había quedado tirada. Es que dentro del Fiat Palio rojo estaba Kim.
Los ladrones huyeron, con la nena colgando y siendo arrastrada sobre el asfalto a lo largo de 15 cuadras. Según testigos, a la niña intentaron sacarla por la ventanilla y quedó atrapada.
El menor de 17 años está detenido en un instituto cerrado por disposición de la fiscal Carmen Ibarra, titular de la UFI N° 3 de Menores de La Plata. El Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil contempla modalidades de privación de la libertad diferentes al fuero criminal convencional.
El asesino de 14 años es inimputable para la Justicia. Podría quedar también bajo custodia y sin posibilidad de permanecer fuera de un resguardo oficial a pedido de la fiscal Ibarra. Es lo que pidieron, también, los mismos padres del adolescente imputado.
DS