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sábado, 22 febrero, 2025
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Languishing: qué es y cómo detectar si te está pasando

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Estar de vacaciones y viajar hacia un destino soñado hasta que, de repente, el auto comienza a fallar y se detiene en medio de la ruta. A los costados, miles de autos siguen su marcha, pero el viajero, con el vehículo parado, pareciera perdido, sin rumbo. Sin señal en el teléfono para pedir ayuda y sin herramientas para revisar o resolver el problema del auto, se ve atrapado en un estado de “limbo”. No puede avanzar hacia su destino, pero tampoco puede afrontar la situación que lo detiene. Así es como se siente una persona que está “languideciendo”.

Fue el psicólogo Corey Keyes quien introdujo por primera vez el concepto de languishing en 2002. Para crear una comprensión más matizada de la salud mental que fuese diferente a la de “buena” o “mala”, el profesional dividió la salud mental en cuatro niveles: 1) florecimiento o buena salud mental; 2) salud mental moderada; 3) languidez o mala salud mental; 4) depresión.

El languishing es descrito por su creador como un estado emocional de limbo, falta de objetivo y mal humor, que puede durar por tiempo indefinido. “Languidecer es lo opuesto al florecimiento. Se trata tanto de la ausencia de salud mental como de enfermedad mental”, afirma Keyes, en su investigación de 2002 titulada “El continuo de la salud mental: de languidecer a florecer en la vida”.

Según explica la psicóloga y coordinadora del área de Neuropsicología del Centro de Alzheimer del Hospital de Clínicas de la UBA, Sandra Germani (M.N. 34699), este neologismo hace referencia a cierto vacío de motivación y sin sentido, que no llega a ser una depresión, pero tampoco permite el desarrollo del bienestar en plenitud. “Cuando hablamos de salud, no solamente lo hacemos pensando en la ausencia de patología, sino más desde un enfoque integral, pensando en el bienestar bio-psico-social”, explica.

En base a la teoría desarrollada por Keynes, Germani añade que el languishing se contrapone con otro término que es el flourishing, que refiere en inglés al concepto de “florecer”. “Ambos términos se utilizan para hablar de salud, y específicamente de bienestar. El florecer, sería el extremo positivo, con plenitud, motivación, planes y avance. Y el languidecer, sería el otro límite, más apagado y sin sentido, sin llegar a una depresión, pero sí convirtiéndose en un factor de riesgo a futuro”, advierte.

Un estudio titulado “Impacto de la pandemia de COVID-19 en la salud mental: un estudio internacional” analizó datos de participantes de 78 países diferentes entre abril y junio de 2020 y encontró que el 10% de las personas experimentaron esta sensación de languidez durante la pandemia. Un año más tarde el psicólogo estadounidense Adam Grant popularizó el término al escribir un artículo para The New York Times calificando al languishing como la “emoción dominante de 2021″.

El psicólogo Adam Grant popularizó el término al escribir un artículo para el New York Times calificando al languishing como la “emoción dominante de 2021″Shutterstock

En añadidura y para tomar dimensión de cuán real es el languishing, una investigación de 2021 que consideró a 3600 participantes de la edad adulta temprana, media y tardía dictaminó que quienes se encontraban en un estado de languidez al inicio del estudio tenían más probabilidades de desarrollar depresión o ansiedad en un plazo de 4 años, independientemente de su grupo de edad.

En una columna de opinión para Psychology Today, Maike Neuhaus, psicóloga de autoliderazgo y experta en cambio de comportamiento, explica que quien está languideciendo, es posible que se sienta “neutral” o “adormecido” en lugar de positivo o próspero, pero no tenga ningún síntoma de enfermedades o diagnósticos de salud mental más grave, como patrones de pensamiento negativos persistentes y estados emocionales. “Su respuesta general a las ideas o planes es ‘meh’, y aunque sabe que podría hacer más, le falta la motivación y el impulso para hacer casi cualquier cosa”, ratifica.

La psicóloga Ludmila Bosco (M.N. 65449) coincide y enfatiza que la languidez se vincula con una categoría sociológica, algo que se observa a nivel social, y no con un diagnóstico de una psicopatología. “Son personas que no están ni deprimidos ni alegres, están ‘trabados’ en el alcance del deseo que motoriza la vida”, explica.

No obstante, Bosco dice que permanecer en un estado de languishing por demasiado tiempo sí pone en riesgo la salud mental y puede devenir, en caso de no ser tratado, en un diagnóstico de depresión o ansiedad.

La languidez se vincula con una categoría sociológica y no con un diagnóstico de una psicopatologíaGetty

Síntomas del languishing

Algunas de las señales de alerta, según las profesionales, son:

Diferencia con la depresión

Según Germani, quienes se encuentran languideciendo, no dejan de ser funcionales; contrariamente, las personas que tienen depresión, se encuentran totalmente ‘frenadas’ por su trastorno de salud mental en todos los aspectos de su vida cotidiana. “Los lánguidos están en el presente y son funcionales, pero no logran el disfrute de las cosas. Todo lo que emprenden y viven es con demasiado esfuerzo y no terminan de sentir que conectan con un logro”, explica.

Es la denominada pregunta del millón. Para Bosco, un primer paso es empezar a hacer un trabajo personal que implique el profundizar en la historia de vida y en la reconexión de la persona con aquello que lo motiva en la vida y con las cosas que le gustan. “Mediante la psicoterapia, por ejemplo, habría que ver qué pasó para llegar a ese estado de languidez y, de a poco, volver a relacionarse con lo que sí le da sentido a su vida”, señala.

Por su parte, Germani advierte: “Si no me ocupo, el problema avanza y crece. Por eso la medicina preventiva es importante”. La profesional sugiere que el eslabón clave en el languishing es la detección de la sintomatología. “Si se lo identifica, tenemos más recursos para enfrentarlo y resolverlo. De forma opuesta, si se lo naturaliza, crece y se van achicando los recursos disponibles y se arma un escenario propicio para el desarrollo de psicopatologías”, enfatiza.

En última instancia, puede ser útil realizar de manera online y gratuita el Test de Florecimiento Humano de Harvard que puede ayudar a identificar mediante un cuestionario si se está languideciendo. Los resultados, que pueden ser evaluados aquí y están basados en la investigación del profesor Tyler J. VanderWeele, pueden colaborar en la medición del nivel de bienestar en función de seis dominios, que incluyen salud física y mental, satisfacción y propósito con la vida, relaciones y estabilidad financiera. VanderWeele asegura que “no existe una puntuación específica para determinar si alguien está definitivamente prosperando; cuanto mayor sea la puntuación, mejor”.

Por su parte, la Lic. Germani advierte: “Si no me ocupo, el problema avanza y crece. Por eso la medicina preventiva es importante”Shutterstock

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