Los salarios formales medidos a través del índice RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables) aumentaron el 2,8% en noviembre y superaron apenas la inflación promedio que ese mes, que fue del 2.4%
Así, y tras las fuertes pérdidas del poder de compra salarial durante los dos gobiernos anteriores, que fue del orden del 20%, en relación con noviembre de 2023, el salario promedio RIPTE aumentó un 163,7%, en tanto la inflación interanual fue del 166%.
El salario promedio RIPTE en noviembre fue de $ 1.178.925,33, cuando en igual mes de 2023 había sido de $ 447.079,57.
Otra medición oficial de Trabajo, más acotada y con datos a septiembre 2024, a partir de las remuneraciones brutas devengadas para cada mes de los asalariados del sector privado, declaradas por el empleador al sistema de seguridad social, señala que la remuneración nominal bruta promedio fue de $ 1.297.860, y creció un 200,6% con relación al mismo mes del año anterior. Por su parte, la mediana de la remuneración bruta (la mitad de los trabajadores) fue menor a $ 998.468, con un aumento del 191,8% en la comparación interanual. La inflación interanual a septiembre fue del 209%.
Por su parte, según el último dato salarial del INDEC (octubre), con relación a igual mes de 2023, el índice salarial promedio subió 172,1%, que se desagrega de manera dispar: 184,6% sector privado, 138,7% sector público y 199,4% privado no registrado. La inflación interanual a octubre fue del 193%.
Los empleados del sector público son los que registran la mayor caída del poder de compra salarial, en línea con los recortes («motosierra») del gasto público salarial. Y los índices informales tienen un retraso de 5 meses, por lo que el 199,7% interanual refleja variaciones “atrasadas” en línea con los índices de inflación que eran más altos.
Por otro lado, la Secretaria de Trabajo, Empleo y Seguridad Social en los informes mensuales aclara que «el RIPTE no puede ser considerado como un indicador de la evolución de los salarios. Es un indicador previsional que no necesariamente refleja el comportamiento de los salarios correspondientes al empleo asalariado registrado».
El RIPTE es un índice salarial previsional y parcial que se calcula sobre los salarios formales con aportes a la Seguridad Social hasta un tope (base máxima imponible de $ 2.767.091 en noviembre) para los aportes personales al sistema de seguridad social que varía todos los meses, aunque el trabajador no haya obtenido aumentos salariales. Y considera, pero con límites, los salarios de los puestos de trabajo del sector privado y del sector público nacional, provincial y municipal que transfirieron sus cajas previsionales al SIPA-ANSeS.
La Secretaría de Seguridad Social aclara que para el cálculo del RIPTE se consideran los salarios de los puestos de trabajo con una antigüedad de 13 meses o más, tanto del sector público como privado. Es decir, se excluyen las remuneraciones de los nuevos empleos. Además, solo cuantifica los componentes remunerativos del salario (imponibles al sistema de seguridad social). Es decir, no toma en cuenta los aumentos no remunerativos que se acuerdan en muchas paritarias.
Por eso la Secretaria de Trabajo considera que el RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables) no significa que el salario o ingreso real total haya variado en la misma proporción.
Reconoce que «es factible que, en distintos períodos de tiempo, un indicador típico para evaluar los salarios como el promedio salarial del empleo registrado privado presente variaciones diferentes al RIPTE”. Y es además una de las razones de las diferencias con el Índice de Salarios del INDEC, que es una encuesta, y que incluye los ingresos de los trabajadores no registrados.
NE