El dinero destinado a los gastos reservados de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) pasó de los $ 650 millones en 2023 a los $ 3.794 millones en el primer año de Javier Milei. Pero fue en el último mes y medio que esta oficina ejecutó el 58% del total, según consta en los datos del presupuesto abierto y tal como había adelantado PERFIL. Hasta el 9 de noviembre se habían devengado $ 1.579 millones, lo que significa que desde entonces se ejecutaron $ 2.215 millones más.
Cabe recordar que hasta esa fecha figuraban como disponibles $ 103.194 millones para gastos reservados, que se entiende formaban parte de los $ 100 mil millones que por DNU había asignado el Ejecutivo a esa oficina y que fueron rechazados por el Congreso, pero que el Ministerio de Economía aseguró que en realidad fueron $ 80 mil millones. Después de que esa cartera anunciara que el dinero había sido devuelto, lo que quedó en el presupuesto fueron $ 3.794 millones, de los que se ejecutaron el 100% y que de todas maneras representan un incremento del 483% respecto del presupuesto inicial que había dejado la administración del Frente de Todos.
En términos de crecimiento presupuestario –en un año marcado por el ajuste en la mayoría de las partidas–, la Secretaría de Inteligencia es una de las que salió beneficiada: para sus gastos generales, el dinero asignado creció un 210%, ya que pasó de los $ 15.557,8 millones a los $ 48.256,3 millones, de los cuales se devengaron $ 47.595,5 millones, el 98,6% del total. La mayor parte está destinada a personal ($ 39.994 millones), un gasto que creció un 205% en el año.
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La SIDE no fue la única que le ganó a la inflación, que, de acuerdo con los datos oficiales, fue del 166% interanual en noviembre. El dinero consignado a la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social creció un 612% en el año, y de este presupuesto se ejecutó en un 95,14%. En este caso, el incremento se explica mayormente por las transferencias destinadas a ayudas sociales, que pasaron de los $ 44 mil millones a los $ 711 mil millones: un aumento del 1.500% en un contexto en el que, según los datos de Industriales Pymes Argentinos (IPA), se perdieron 217 mil empleos privados.
Otras partidas que crecieron por encima de los precios fueron las del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) 322%, y que ejecutó el 69,2% de su presupuesto); el del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas (256%, con un 93,13% devengado) y la Secretaría de la Presidencia, cuyos recursos se incrementaron en un 244% y de los cuales se ejecutaron un 68,2%. En este caso, el presupuesto pasó de los $ 21.059,48 millones a los $ 72.591,67 millones, de los que se pagaron $ 48.177,56 millones. El gasto en personal asciende a los $ 23 mil millones y, de esos, $ 4.451 millones están destinados al pago de “retribuciones que no hacen al cargo” a la “dirección superior ejecutiva”. Ese dinero, en particular, fue ejecutado en un 82% y creció respecto del presupuesto original en un 225%.
A esta oficina le siguen el incremento presupuestario de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (238%, aunque ejecutado en un 45,5%) y el Registro Nacional de las Personas (210%, con un 76% de ejecución).
La SIDE aumentó su presupuesto total un 210% del que ya ejecutó el 98,6%, en contrapartida, los recursos para salud, educación e infancia crecieron muy por debajo de la inflación.
El Ministerio de Salud en general tuvo un aumento del 159% en sus partidas, de las cuales se ejecutó el 87,5%. Algunas áreas específicas como el Instituto Nacional del Cáncer, que ejecutó el 80% del presupuesto, crecieron 100 puntos por debajo de la inflación (63%): el ítem de asistencia social fue el único que experimentó una caída (pasó de los $ 1.500 millones a los $ 1.000 millones), mientras el dinero destinado a empleados del área y a bienes de consumo crecieron (161% en el primer caso y 994% en el segundo).
La Superintendencia de Servicios de Salud, en tanto, tuvo un aumento presupuestario del 24% (140 puntos por debajo de la inflación) y ejecutó el 74,2%.
Educación, que pasó de Ministerio a Secretaría, tiene un 85% más de recursos disponibles que en 2023, de los que ejecutó el 84,5%. Respecto de la Educación Superior, de acuerdo con el análisis de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), los fondos transferidos a universidades disminuyeron un 27,9% interanual en términos reales con respecto al mismo período de 2023.
La Secretaría de Niñez y Adolescencia también sufrió una fuerte caída presupuestaria en 2023: aumentó un 30%, 136 puntos debajo de la inflación, y ejecutó el 94,4% de ese capital.