Badajoz, 12 nov (EFE).- El hombre acusado de agredir sexualmente a otro varón con discapacidad en una verbena de la pedanía pacense de Gévora en agosto de 2022 ha negado los hechos durante el juicio que se celebra desde este martes en la Audiencia Provincial de Badajoz.
El procesado ha manifestado que ni conoce a la víctima ni estuvo en la verbena y no fue el autor de los hechos que se le imputan, por los que tanto Fiscalía como acusación particular solicitan 15 años de prisión.
A tenor de esta declaración, el abogado de la defensa, Dionisio Benítez, ha manifestado a los medios antes de iniciarse la vista que solicita la libre absolución del acusado.
El letrado se basa en dos principios: el de presunción de inocencia y el de la tutela judicial efectiva, pues “podrían haberse practicado distintas pruebas” relacionadas, por ejemplo, «con los terminales electrónicos», que finalmente no se analizarán durante el juicio.
Benítez ha lamentado la situación que vive el acusado por estas acusaciones que “niega desde el minuto uno”.
Por su parte, el abogado de la acusación particular, José Duarte, ha manifestado que “la agresión sexual», que ha calificado de «deleznable” se realizó además a una persona con discapacidad y ha pedido que se tenga en cuenta esta situación de vulnerabilidad.
El testimonio de la víctima, que “no tuvo ninguna duda en relación a quién y cómo se cometió este hecho”, avala las peticiones tanto de la Fiscalía como de la acusación particular, además de otras pruebas, ha afirmado.
Duarte ha recordado que el juzgado de instrucción ya determinó el ingreso en prisión provisional del acusado, en la que estuvo “unos meses”, a tenor de estas pruebas.
Fiscalía y acusación particular difieren en cuanto a la responsabilidad civil solicitada, pues el Ministerio Fiscal pide el abono de 1.900 euros a la víctima y el letrado de la familia 30.000 euros; en ambos casos por las lesiones, secuelas psicológicas de estrés postraumático y el daño moral que padece el varón que sufrió estos hechos.
La agresión sexual se produjo, según las acusaciones, junto a una ermita cercana a la pedanía, después de que la víctima subiera al coche del procesado tras recibir amenazas. EFE
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