La política argentina ha sido testigo de un nuevo capítulo de tensiones y alianzas cruzadas entre dos figuras prominentes: Javier Milei y Mauricio Macri. Los recientes intercambios entre ambos líderes han generado una serie de interpretaciones y han elevado la tensión en la casa matriz del PRO (Propuesta Republicana).
Todo comenzó con una entrevista en la que Javier Milei, actual presidente de Argentina, lanzó un ultimátum al PRO, el partido fundado por Mauricio Macri. Milei planteó la necesidad de definir si ambas fuerzas políticas actuarían «juntas o separadas en todos lados» de cara a las elecciones legislativas de 2025.
Este mensaje fue interpretado como una advertencia directa a Macri y su partido, sugiriendo que cualquier intento de alianzas parciales sería visto como una trampa al electorado. Mauricio Macri no tardó en responder.
A través de sus redes sociales, el expresidente se mostró de acuerdo con la postura de Milei, afirmando que siempre ha sido su posición «poner todas las ideas sobre la mesa, cumplir con la palabra y ser absolutamente transparentes con el electorado».
Sin embargo, el mensaje de Macri dejó entrever condiciones claras para cualquier acuerdo, lo que refuerza las fricciones internas dentro del PRO y con La Libertad Avanza (LLA), el partido de Milei. Las declaraciones de ambos líderes han sido objeto de múltiples interpretaciones.
Por un lado, algunos analistas ven en las palabras de Macri una apertura a una posible alianza electoral con Milei, mientras que otros interpretan su mensaje como una reafirmación de su independencia y su deseo de mantener la integridad del PRO. La ambigüedad de los mensajes ha generado un abanico de especulaciones y ha agitado las aguas internas de ambos espacios políticos.
La estrategia del PRO
En medio de esta tensión, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, primo de Mauricio, juega un rol clave. El primo del ex presidente ha estado preparando una serie de anuncios que podrían tensar aún más la relación con LLA.
Entre estos anuncios se encuentra el desdoblamiento del calendario electoral porteño y la eliminación de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en la Ciudad de Buenos Aires. Esta movida busca fortalecer la posición del PRO en la Legislatura porteña, pero pone en jaque las posibilidades de una alianza con los libertarios en el principal bastión político del macrismo.
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