Se vivieron momentos de tensión en el final del primer tiempo entre Huracán y Boca: a los 37’, plateístas ubicados en la tribuna Mirave se cruzaron con los suplentes visitantes, desatando encontronazos entre jugadores de ambos equipos, una agresión a Marcos Rojo posterior a que el juego se reanudara transitoriamente y una adición de 12 minutos para recuperar lo perdido.
El rifirrafe comenzó en el momento exacto en el que Huracán se disponía a ejecutar un tiro libre por falta de Lautaro Di Lollo a Eric Ramírez. En ese instante, el árbitro Hernán Mastrángelo debió interrumpir el partido al atestiguar que los hinchas locales y los relevos del banco de Fernando Gago discutían de manera acalorada.
Las reacciones fueron distintas. Del lado del campo, con reproches; desde el sector de gradas, con insultos y escupitajos a distintos jugadores. Entre ellos a Agustín Martegani, con pasado en San Lorenzo, y a Gary Medel. Un volante que habría generado -según los testigos- la erupción de bronca al escupir hacia la platea.
Huracán –
Incidentes entre los hinchas de Huracán y los suplentes de Boca
Aunque tanto Hernán Galíndez como Federico Fattori se acercaron al sector para intentar calmar a sus hinchas -todo, mientras la Policía también intervenía para retirar a los fanas más enardecidos del epicentro del conflicto- el problema continuó. Mastrángelo, incluso, llegó a solicitar la presencia de las autoridades de la Liga Profesional para evaluar una solución en caso de que la situación escalara. En paralelo, desde el cuerpo técnico de Fernando Gago protestaban por la falta de efectivos de seguridad que custodiaran su banco.
Ahora bien: cuando en la tribuna todo parecía apaciguarse, comenzó el lío dentro del campo de juego. Gary Medel, todavía en llamas, se cruzó cara a cara con Rodrigo Echeverría, ex compañero suyo de la selección de Chile. Una conversación en tono tenso, con las cabezas tomadas de manera simultánea, al borde de un estallido que se produjo por la intervención de un tercero: César Ibáñez se metió y ligó un manotazo del volante de Boca, quien fue amonestado.
Finalmente, un Mastrángelo desbordado por la situación reactivó las acciones, aunque no por mucho tiempo: a los 45 minutos, desde la tribuna agredieron a Marcos Rojo, a quien le revolearon un recipiente con bastante agua -al parecer, una bolsa- desatando el enojo del zaguero. Un defensor que rápidamente pidió intervención del árbitro entre quejas hacia la seguridad.
El estallido, por caso, hizo que el primer tiempo entre Huracán y Boca tuviera que extenderse hasta el minuto 57. Y dejó otra imagen de la que nadie quiere repetir en el fútbol nacional.
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