Madrid, 12 nov (EFE).- La catástrofe de la dana está generando una cantidad extraordinaria de desinformación en la que convergen factores económicos, ideológicos y partidistas y tiene por objetivo deteriorar la confianza en las instituciones, suscitar ira y odio o estafar a los donantes de ayuda a las víctimas, explican a EFE Verifica investigadores del fenómeno.
El análisis de las redes sociales de EFE Verifica y las conclusiones de los expertos consultados coinciden en las dimensiones excepcionales de esta ola de desinformación.
Desde el primer día se ha comprobado que la cantidad y la agresividad de los mensajes falsos «aumentaban de manera exponencial», «multiplicados por granjas de bots» en «auténticas campañas de desinformación», explica Astrid Wagner, científica titular del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Desestabilización de la democracia
Esta analista manifiesta que dichas campañas alimentan el odio, la indignación y la rabia contra políticos, instituciones, científicos del clima, activistas ecológicos, inmigrantes y organizaciones humanitarias.
Wagner cita entre las motivaciones de quienes propagan esas falsedades «el intento de desestabilizar la política nacional y socavar la confianza de la población en el Gobierno y en las instituciones».
David Arroyo, investigador principal del Grupo de investigación en Ciberseguridad y protección de la Privacidad (GiCP) del CSIC, coincide en señalar «el potencial deterioro de la confianza en las instituciones» como una de las consecuencias de la desinformación generada durante la dana.
El descrédito de gobiernos y partidos políticos, el debilitamiento de la confianza de los ciudadanos, la desestabilización de los sistemas democráticos y la obtención de beneficios a través de estafas figuran también entre las causas principales de la desinformación en la era digital, según señala un reciente informe de la Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso de los Diputados (Oficina C).
Wagner y Arroyo recalcan que también se pretende minar la credibilidad de organizaciones humanitarias como la Cruz Roja o Cáritas con mensajes falsos, algunos de los cuales han sido detectados y desmentidos por EFE Verifica.
«Canales habituales de desinformación en materia de inmigración y política social han elegido a Cruz Roja y Cáritas como diana preferencial de su actividad de forma muy notoria», un ataque reputacional que procede de «medios alternativos, así como de colectivos con claro cariz xenófobo», expone Arroyo.
Los científicos que ponen de manifiesto las consecuencias del cambio climático son también objeto de ataques, como señalan ambos investigadores y ha denunciado en varios medios de comunicación el también científico del CSIC Fernando Valladares, víctima de este hostigamiento.
En este sentido, Arroyo responsabiliza a «representantes archiconocidos por ser negacionistas de la covid-19» de una «muy llamativa estrategia de acoso» contra Valladares.
Otra línea de desinformación creciente relacionada con la catástrofe es la aparición de diferentes intentos de estafas.
Wagner pide «cautela» ante posibles timos, como el que ha llevado al Gobierno a bloquear la página «ayudavalencia.es» por indicios de fraude tras recibir una denuncia de la Policía sobre las peticiones que se estaban haciendo desde ese sitio web.
Al respecto, Arroyo afirma que su grupo de investigación de ciberseguridad analiza en profundidad la creación de varios dominios web que buscan recaudar dinero de las ayudas.
El GiPC también estudia direcciones de carteras de criptomonedas que se han empleado para la recepción de donativos.
Añade que el grupo ha registrado «un aumento considerable» del contenido fabricado mediante inteligencia artificial, que considera «preocupante» aunque todavía no sea lo más relevante en estas estrategias.
Sobre las granjas de bots citadas por Wagner, Arroyo subraya como «especialmente relevante» el alto volumen de actividad desde cuentas de la India, detectado asimismo por EFE Verifica, entre otros verificadores.
Como conclusión, Wagner hace «un llamamiento a los lectores para que sean lo más críticos posible a la hora de utilizar las redes sociales estos días, para que huyan en la medida de lo posible de los mensajes que incitan al odio y al miedo y se centren en cambio en actos de solidaridad y empatía». EFE