El huracán Rafael, un inusual ciclón de gran magnitud para el mes de noviembre, avanza por el Golfo de México tras dejar serios estragos en Cuba. Con vientos sostenidos de 195 km/h, equivalentes a una categoría 3, el fenómeno climático se dirige lentamente hacia el oeste y se presenta como una amenaza para las costas del sur de Estados Unidos.
Actualmente ubicado a 395 kilómetros al noreste de Progreso, México, y a unos 940 kilómetros al este de la desembocadura del Río Grande, el huracán Rafael se mueve en dirección oeste a una velocidad de 15 km/h, según el último reporte del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
Las previsiones sugieren que mantendrá un curso en dirección oeste o noroeste a medida que avance sobre las aguas del Golfo central, con una velocidad de desplazamiento cada vez menor.
Este huracán no solo es uno de los más fuertes registrados en noviembre en esta zona, sino que también mantiene su rango de categoría 3, con posibilidades de fluctuaciones en su intensidad a lo largo del día. Para la noche de este viernes, se espera un debilitamiento progresivo debido al aumento de la cizalladura del viento y a la interacción con masas de aire más seco que afectarían la estructura del ciclón.
Aunque Rafael comenzaría a perder fuerza este fin de semana, se prevé que conserve vientos de hasta 75 km/h en los próximos días, extendiéndose en un radio de hasta 185 kilómetros desde su centro.
Las principales amenazas de Rafael en territorio estadounidense incluyen oleajes peligrosos y fuertes corrientes marinas que se extenderán a lo largo de la costa del Golfo de México. A pesar de que las previsiones indican que el ciclón no tocaría tierra en Estados Unidos, sus efectos se sentirán a lo largo del sur, con condiciones que representan un riesgo mortal en el mar, según el NHC.
Las olas generadas por Rafael podrían alcanzar niveles críticos, especialmente en áreas de Texas y Louisiana, donde se esperan intensas corrientes de resaca y condiciones marítimas adversas. Además, la presencia de lluvias y posibles inundaciones costeras en zonas bajas incrementan el riesgo en los próximos días. El NHC, al igual que autoridades locales, pidieron a los habitantes y turistas en áreas costeras que tomen precauciones y eviten ingresar al mar durante este periodo.
En las próximas 48 horas, los expertos prevén que el ciclón realice un giro anticiclónico sobre el centro del Golfo, un movimiento que podría reducir aún más su velocidad y llevarlo a vagar por el suroeste antes de debilitarse y transformarse en un sistema de baja presión postropical.
Antes de ingresar al Golfo de México, Rafael azotó Cuba, donde sus vientos alcanzaron los 185 km/h. Su paso dejó una estela de destrucción significativa en varias provincias. El impacto fue tal que el sistema eléctrico de toda la isla colapsó y esto generó un apagón que afectó a más de 10 millones de personas, informó NBC.
En La Habana, la capital cubana, más de 98.000 personas fueron evacuadas debido al peligro que representaban las edificaciones antiguas y el riesgo de derrumbes. En total, más de 283 mil residentes de zonas expuestas tuvieron que abandonar sus hogares.
La situación en la isla es crítica y, aunque se desplegaron cuadrillas para reparar los daños, la falta de recursos en el sistema de energía cubano hace que la recuperación tome tiempo. Entretanto, las lluvias intensas, las inundaciones y el deterioro de los servicios básicos complican aún más el panorama en la isla caribeña.