Este fin de semana, la Fórmula 1 convivió con un momento inusual en el Gran Premio de Brasil, marcado por intensas lluvias y múltiples abandonos. La carrera, celebrada en el circuito de Interlagos, estuvo plagada de incidentes que obligaron al despliegue de varios coches de seguridad y numerosas banderas, desde las amarillas hasta las rojas, pero una en particular generó sorpresa: la bandera negra.
El protagonista de este regreso fue el piloto alemán Nico Hülkenberg, quien comandó uno de los monoplazas de Haas. A diferencia de otros compañeros que abandonaron tras perder el control de sus vehículos y estrellarse contra las protecciones, el alemán fue descalificado. Esta sanción se debió a que su coche fue asistido por comisarios de pista para volver al trazado, una acción prohibida por el reglamento de la Fórmula 1.
Todo ocurrió en la vuelta 29, cuando Hülkenberg se despistó en la curva 1 del circuito de Interlagos. Tras un desafortunado patinazo, uno de los neumáticos de su monoplaza quedó suspendido, impidiendo que pudiera mover el coche por sus propios medios. Fue en ese momento cuando cuatro auxiliares acudieron en su ayuda, empujando el vehículo para que pudiera reincorporarse a la carrera. Aunque logró volver a rodar, fue desde la última posición.
La asistencia externa es una infracción que la normativa de la Fórmula 1 penaliza severamente. Según las reglas, ningún monoplaza puede recibir ayuda externa para volver a la pista, y menos aún desde fuera del trazado. Por ello, la Dirección de Carrera no tuvo más opción que mostrar la temida bandera negra, símbolo que indica la descalificación inmediata del piloto.
Tras la carrera, la FIA detalló el episodio en un documento oficial y señaló que el piloto de Haas infringió el artículo 53.2 del reglamento, el cual señala: “Cualquier piloto cuyo coche se detenga en cualquier zona distinta del Pit Lane durante una sesión de sprint o una carrera y reciba asistencia física que dé lugar a que el coche se reincorpore podrá ser descalificado de esa sesión de sprint o carrera”, aclara el reglamento oficial.
Esta drástica decisión recordó un episodio similar que no había sucedido en 17 años. La última vez que una bandera negra ondeó en la Fórmula 1 fue en el Gran Premio de Canadá en 2007, cuando Felipe Massa y Giancarlo Fisichella fueron descalificados por reincorporarse a la pista tras salir del pit lane con el semáforo en rojo. En este caso, los corredores habían infringido el artículo 53.1, que determina que, “durante una sesión de sprint o una carrera, los pilotos que abandonen el pit lane sólo podrán hacerlo cuando la luz al final del pit lane esté verde y bajo su propia responsabilidad”.
Para dar con otros antecedentes hay que mencionar a Juan Pablo Montoya, que tres años antes, cuando salió desde la parrilla al garaje para cambiar de monoplaza ya que el suyo estaba averiado. El colombiano quedó descalificado por estar fuera del box 15 segundos antes de la salida.
Ayrton Senna en 1988, Elio de Angelis y Nigel Mansell en 1989 y Michael Schumacher en 1994 fueron otros de los pilotos que vieron flamear la bandera negra durante su paso por la Fórmula 1.
La implementación del sistema de banderas en la Fórmula 1 data de 1963 y tiene el propósito de advertir a los pilotos sobre diversas situaciones en el circuito. Las más comunes son la amarilla, que señala peligro en la pista; la roja, que interrumpe temporalmente la carrera; la verde, que indica que el trazado está despejado; y la azul, que advierte a los pilotos rezagados. También hay un conjunto de banderas menos habituales, como la blanca, que informa de un vehículo muy lento; la negra con círculo naranja, que señala daños significativos en un monoplaza; la roja y amarilla, que advirte que la pista está resbaladiza; y la blanca y negra, que avisa sobre conductas antideportivas.