El Banco Central de la República Argentina (BCRA) rescindió de manera unilateral el contrato que tenía con la Casa de la Moneda, entidad que dejará de imprimir los billetes de $1.000 y $2.000.
Las máquinas quedarán apagadas desde las 22 de este lunes y el personal tendrá «vacaciones hasta fin de año».
Se trata de encargos que estaban demorados desde 2021, 2022, y 2023.
Y que además su costo de producir en la Argentina es mayor que el de importar los billetes.
La empresa China Banknote Printing and Minting Corporation (CBPMC) sería una de las interesadas en pujar por el negocio, aunque también habría compañías de EEUU y Europa.
Las «razones» por las que Milei rescindió el contrato a Casa de la Moneda
Se puede decir que hay varias razones para cerrar la imprenta pública que se creó en 1875, durante la administración de Nicolás Avellaneda, y que por el momento seguirá funcionando con la confección de pasaportes y patentes de vehículos.
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la razón principal es el costo, ya que imprimir en el exterior resulta más barato que hacerlo en esa entidad
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en un mundo cada vez más fintech (actividades que impliquen la innovación y la tecnología) hay mayor capacidad ociosa de impresión de billetes
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desde el BCRA creen que la cantidad de circulante de papeles de $1.000 y $2.000 es suficiente, y lo que se necesita son de mayor denominación
El comunicado del gremio
La Federación Gráfica Bonaerense (FGB) ya había realizado una denuncia en el sentido de que el BCRA había violado su propia reglamentación al convocar a licitaciones privadas y excluir a la empresa nacional.
«La empresa del Estado se encuentra semiparalizada y sin cumplir con sus objetivos básicos y elementales para los que fue creada hace ya casi un siglo y medio», sostuvo el comunicado del gremio que representa a los trabajadores de la Casa de Moneda de la Planta de Don Torcuato (Ex Ciccone Calcográfica).
«Hay dos hipótesis: la quieren vaciar para privatizar o bien el vaciamiento apunta a achicarla a su mínima expresión y así quedar obsoleta», dijo Matías Velázquez, secretario adjunto de la FGB.
De esta manera el gobierno de Javier Milei tendría en la mira el cierre de la planta de Don Torcuato como primer paso hacia el cierre total de la firma.
A principios de octubre, el vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró que se apuntaba a la «disolución» de la Compañía Sudamericana de Valores, que es la razón social de esa planta.
Adorni dijo que Casa de Moneda era «una imprenta estatal con severas ineficiencias» y dijo que tenía deudas por U$S 371 millones, un patrimonio negativo de U$S 78 millones y un resultado bruto negativo de U$S 20,5 millones.
En las dos plantas de Casa de Moneda (además de la de Don Torcuato está la tradicional planta de Retiro) trabajan unas 1.500 personas representadas por la FGB y los sindicatos de empleados estatales ATE y UPCN.
Queda por conocer cuál será la respuesta del gremio a un nuevo atropello a las y los trabajadores.