El Tribunal en lo Criminal N°3 de Mercedes condenó al cantante Elián Valenzuela, más conocido como L-Gante, a la pena de tres años de prisión en suspenso y costas «por ser autor penalmente responsable del delito de amenazas coactivas, amenazas calificadas por el uso de armas, amenazas simples y coautor penalmente responsable del delito de daño», mientras que fue absuelto por el delito de privación ilegítima de la libertad.
Antes de leer el veredicto, el juez Ignacio Racca aclaró que el mismo «no implica que se le creyó a X o que no se le creyó a Z, sino que hay ciertas proposiciones que se dieron por acreditadas y ciertas proposiciones que no se dieron acreditadas en el marco de este contexto reglado, que implica que para poder condenar a alguien tenemos que descartar todas las hipótesis razonables alternativas«.
Luego, mencionó las distintas pruebas que se presentaron en el juicio y explicó que las mismas permitían identificar a L-Gante como culpable de daños y amenazas pero no como culpable del delito de privación ilegítima de la libertad.
Al finalizar, Racca dijo que valoró como agravante la «relación» que el músico tenía con la familia del denunciante, «que conocía y frecuentaba desde niño», y que valoró como atenuantes «la falta de antecedentes y la cuestión social y cultural, especialmente porque creo que no fue Valenzuela quien originó estos problemas, sino que no reaccionó a estos incidentes que se dieron en su entorno de acuerdo a la ley».
Y agregó, explicando el motivo que lo llevó a definir que la pena a prisión no sea de cumplimiento efectivo: “Está claro que Valenzuela no tiene antecedentes penales, que el entorno carcelario podría ser muy perjudicial para él, afectando negativamente sus posibilidades de reinserción», al tiempo que recordó que «no es una cuestión solamente de Valenzuela, sino que en penas cortas está desaconsejado la prisión de efectivo cumplimiento para el desarrollo social y laboral».
«Valenzuela tiene una influencia significativa sobre su entorno. Es visto como un modelo a seguir. Se habló mucho de poder en este juicio. Y un gran poder conlleva una gran responsabilidad, por eso es el deseo y propósito de este veredicto, y centralmente de la modalidad de la pena, que termine de asumir un rol de modelo para la juventud, sobre todo la juventud que lo admira, por lo menos en lo que nos interesa a nosotros, que es el cumplimiento de la ley«, cerró el juez antes de leer el veredicto final.
Además de la condena a 3 años de prisión en suspenso, el veredicto le ordena a L-Gante fijar residencia y realizar una donación a una organización de bien público de General Rodríguez, entre otras medidas.
En los alegatos, la fiscalía había solicitado que el músico sea condenado a siete años de prisión por amenazas agravadas y daños, mientras que la querella había pedido ocho años cárcel efectiva al «entender la carencia de antecedentes penales por parte del acusado y sumar los agravantes correspondientes».
La defensa, en tanto, había solicitado la absolución de L-Gante, quien fue investigado por la Justicia de Mercedes por los delitos de «amenazas, privación ilegal de la libertad, amenazas calificada, tenencia simple de estupefacientes y encubrimiento calificado», a partir de una denuncia de Gastón Torres, vecino de la familia de Valenzuela.
Los hechos por los que fue investigado
L-Gante fue liberado el año pasado de los calabozos de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) Quilmes. La denuncia que derivó en la detención fue realizada el 27 de mayo de 2023 por Gastón Torres, vecino de la familia de Valenzuela, que reside en el barrio Bicentenario de General Rodríguez, en el oeste del conurbano.
La mañana de ese día, a la salida del local bailable «Río», ubicado en esa localidad bonaerense, hubo un incidente con varios jóvenes integrantes de la denominada «La Mafilia», el grupo de amigos y músicos al que pertenece L-Gante.
Según denunció Torres, cuando se retiró del boliche para dirigirse a su casa, comenzó a recibir amenazas por parte de Valenzuela y tras ello, integrantes de «La Mafilia» fueron hasta su casa y lo agredieron físicamente tanto a él como a su familia.
Luego, siempre de acuerdo a su denuncia, pasó un BMW blanco conducido por Valenzuela, que bajó el vidrio, le apuntó con un arma obligándolo a subir. A los pocos metros también fue interceptada y obligada a subir al vehículo la joven Rosa Catalina Passi, vecina del músico y quien había participado de la primera discusión con los amigos de L-Gante.
Después, algunos integrantes de «La Mafilia» fueron demorados por la Policía y L-Gante regresó hacia donde estaba el móvil, bajó el vidrio y les habría dicho a los agentes: «Largame a los pibes o a éste te lo mato», en referencia a Torres, que estaba retenido dentro de su BMW.
De acuerdo con la denuncia, Torres permaneció 23 minutos cautivo hasta que L-Gante recibió una llamada en la que le aseguraban que sus amigos habían sido liberados por la Policía y soltó a las víctimas. Con la prueba reunida, la fiscalía solicitó la detención de Valenzuela al juez Gabriel Castro, quien convalidó el pedido y dispuso cuatro allanamientos, uno de ellos en el sector 1 del country del Club Banco Provincia, donde el músico fue detenido.