La interna del bloque de diputados de la UCR tuvo este martes un nuevo capítulo y se dilata su fractura al convocarse a una mesa de diálogo con el objetivo de contener a los sectores díscolos, que desde hace más de tres semanas vienen anunciado la salida de la bancada en rechazo a la continuidad de los cinco radicales alineados con el oficialismo.
En forma paralela circuló la versión de que el Gobierno tentó a los radicales libertarios a participar en la habitual reunión legislativa que se realiza en la Casa Rosada y que es encabezada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Pero, en principio, hubo un acuerdo para que nadie de la UCR vaya a la reunión a la espera de que sea formalizada la invitación a las autoridades del bloque.
Sin embargo, no está garantizado que Mariano Campero, Luis Picat, Martín Arjol, Federico Tournier y Pablo Cervi, quienes colaboraron con el oficialismo, no vayan a la reunión que habitualmente participan legisladores del PRO, el MID y La Libertad Avanza. Está claro que el Gobierno juega una ficha en contener a los radicales que acompañaron al oficialismo para sostener los vetos a las leyes de movilidad jubilatoria y de financiamiento universitario.
En la reunión de bloque de este martes no estuvieron los diputados alineados con Facundo Manes, aunque confirmaron que estarán en la anunciada mesa de diálogo convocada para este miércoles a las 10 a pedido de Julio Cobos, quien motorizó un poco la alternativa que le quedaba a la UCR para evitar la fractura inmediata.
Sin embargo, el grupo que tiene como referente al neurocirujano no baja el pedido de expulsión de los radicales libertarios, y también reclama una reorganización del bloque. Le apuntaron a la secretaria parlamentaria Soledad Carrizo, diputada por Córdoba, por la distribución de las comisiones y se quejaron porque se priorizó al sector que responde al mendocino Alfredo Cornejo. En este punto parece difícil que se pueda negociar porque desde las autoridades del bloque entienden que los lugares en las comisiones se distribuyeron en base a la representación de los distintos sectores.
En la reunión de bloque si participaron los legisladores alineados con Martín Lousteau, que tuvieron como una de las principales voceras a Danya Tavela, aunque también se vio a Martín Tetaz, quienes alentaron la necesidad de mantener la unidad de la bancada.
Previo a la reunión se manejó la posibilidad de que los diputados firmen un acta compromiso para que se respete el reglamento del bloque, que exige a los legisladores acatar las posiciones acordadas por la mayoría. Pero eso quedó sin efecto con la propuesta de la mesa de diálogo y renovó el poder de los 5 radicales libertarios.
Más allá del resultado que pueda aportar la comisión por la unidad, la interna radical está recalentada porque por un lado el sector alineado con Manes aún mantiene su intención de romper. Mientras que en el caso de Lousteau ponen alguna expectativa en la llegar a acuerdo. Lo que aleja a los díscolos de la posibilidad de conformar otra bancada está en quién estará al comando de ese espacio.
Tal como informó este diario, una alternativa del sector de Manes era ir hacia un interbloque con Encuentro Federal, la bancada de Miguel Angel Pichetto, pero esa opción perdió algunas acciones en esta jornada porque hay radicales que no están dispuestos a quedar al mando del ex senador peronista.
En la otra orilla están los legisladores alineados con los gobernadores que apuran la salida de los díscolos, mientras los radicales libertarios que votaron a favor del Gobierno en las últimas sesiones clave se mantienen cada vez más firmes.
El dato es que las distintas corrientes que están en puja en Diputados son un espejo de la pelea subterránea que se da a nivel nacional. El binomio Manes-Lousteau buscan dar una muestra de poder y tensar al máximo la situación en el bloque al tener el control del Comité Nacional y de la Convención.
La interna radical se juega en todo el Congreso y este martes, Ernesto Sanz, uno de los arquitectos de Cambiemos, estuvo reunido en el Senado con el senador Maximiliano Abad, y analizaron la situación en Diputados. Coincidieron en la necesidad definir reglas de juego internas hacia adelante sin dejar de recordar que Martín Lousteau se diferenció de todo el bloque en el Senado en varias votaciones.