El juez de la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, Brian Cogan, recibió una carta del conocido narcotraficante, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, en la que el detenido detalló cuál fue el momento que cambió por completo su propia vida. El escrito, tal como trascendió en la prensa, fue traducido y adaptado por su abogada, Mariel Colón Miró.
Según el documento al que tuvo acceso Milenio, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán habría revelado que el evento que marcó el comienzo de sus problemas legales sucedió el 24 de mayo de 1993 en el aeropuerto de Guadalajara, Jalisco, cuando se decidía a viajar a la playa.
El detenido aseguró que, mientras buscaba su equipaje en la cajuela de su auto, otro vehículo se estacionó a su lado. De repente, escuchó disparos muy cerca, lo que desató el caos. Guzmán describió cómo intentó escapar junto a otras personas en el lugar, dejando atrás sus pertenencias y, allí también, su identificación.
“El gobierno mexicano tomó ventaja de eso y se llevó la identificación del señor Guzmán para tener a alguien a quien culpar”, detalla la carta adaptada por su abogada, en la que se asegura que a partir de eso se montó una historia mediática.
Esta no es la única carta que el narcotraficante le mandó al juez Brian Cogan. Univision dio a conocer otro escrito donde El Chapo denunció desde la cárcel que no puede hablar con sus hijas gemelas, ya que, le fue prohibido recibir llamadas telefónicas y visitas en la prisión de máxima seguridad ubicada en Florence, Colorado.
“El centro dejó de concederme llamadas con mis hijas y no he tenido llamadas con ellas desde hace siete meses. He preguntado cuándo me van a dar una llamada con mis hijas y el personal me dijo que la gente del FBI, que monitorea las llamadas, no contesta. Eso es todo lo que me han dicho”, se puede leer en la carta publicada por el medio. En su denuncia, el detenido asegura que se trata de “un caso de discriminación” y que las autoridades lo realizan como un castigo.
Cuál es la situación judicial de “El Chapo” y su familia
El Chapo fue arrestado en 2016 por las autoridades mexicanas, en el estado de Sinaloa, México. Acusado de delitos como tráfico de drogas, delincuencia organizada, homicidio y lavado de dinero, fue condenado a prisión perpetua en una cárcel de Estados Unidos. Su esposa, Emma Coronel, también se declaró culpable de cargos de narcotráfico en 2021, pero fue liberada.
Por su parte, los hermanos Joaquín Guzmán López y Ovidio Guzmán, conocidos popularmente como los “Chapitos” por ser los hijos del famoso narcotraficante, fueron detenidos en Estados Unidos, enfrentando cargos relacionados con el tráfico de drogas, el lavado de dinero y la portación de armas.
Recientemente, se difundió que ambos buscan ajustar su estrategia de defensa en los tribunales, enfrentando un proceso complejo y de gran repercusión. La defensa legal de los hermanos tomó un giro importante tras la última audiencia de Joaquín, en la que se solicitó una prórroga 90 días para revisar los documentos del caso.
LA NACION