El Día Internacional de Lucha contra el Cáncer de Mama se conmemora cada 19 de octubre con el fin de difundir la importancia de la prevención de esta enfermedad que afecta a miles de personas en el mundo. La atención temprana y revisión manual rutinaria puede ser de gran ayuda para tratar esta condición.
Esta enfermedad provoca una alteración de las células de la mama, en la cual se multiplican de manera descontrolada y provocan tumores. Al no ser tratados, pueden propagarse a diferentes áreas del cuerpo y causar la muerte.
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se trata de una de las patologías más frecuentes en el género femenino. La OPS explica que anualmente, son 462.000 las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama y las muertes por esta enfermedad comprenden a 100.000 personas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que al año se detectan 2,3 millones de casos y en 2022, fueron 670.000 las defunciones por esta causa.
La OMS afirma que de todos los casos, el 99% corresponde a mujeres y entre el 0,5% y el 1% a hombres. Asimismo, se establece que la mitad de estos diagnósticos afecta a mujeres que no poseen factores de riesgo previos, además del sexo y edad. El Hospital Alemán afirma que 1% de los pacientes de cánceres mamarios son mujeres menores de 25 años y el 20% de los diagnosticados cuentan con un antecedente familiar de esta enfermedad.
Cuáles son las claves para prevenir el cáncer de mama
Uno de los mayores desafíos para tratar el cáncer de mama se da en que este no muestra signos durante la fase temprana, lo que complica su detección inicial. Esta patología puede presentar diversas sintomatologías que comprenden:
Resulta esencial atender a los pequeños signos de esta enfermedad y realizar ciertas conductas para prevenir su aparición o bien poder detectarla de manera precoz:
La autoexploración es un examen manual que puede realizarse en el hogar para detectar anomalías o bultos en las mamas. Muchos recomiendan realizarlo en el quinto día de la fase menstrual. La persona deberá permanecer de pie y alzar una mano hacia la nuca. Con el otro brazo, tocará el seno opuesto, palpando alrededor del seno hasta concluir en el centro. Luego se repetirá la acción con el otro brazo y se continúa por las axilas. Para concluir, se puede apretar el pezón, para conocer si este segrega algún tipo de líquido.
LA NACION
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