El Ministerio de Capital Humano denunció este sábado que su titular, Sandra Pettovello, sufrió “violencia institucional” y que fue “agredida por un grupo de manifestantes” en el Aeroparque Jorge Newbery. Fue ayer por la tarde que la funcionaria recibió cánticos e insultos en su contra en un micro de transporte interno del aeropuerto al arribar de su viaje de Jujuy. Estaba acompañada por el secretario de Educación, Carlos Torrendell.
En el comunicado, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, expresó su condena a lo sucedido y se escudó en el convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la denuncia. “No se puede violentar a una persona en su ámbito de trabajo bajo ninguna circunstancia. Este ataque, dirigido hacia una funcionaria pública en ejercicio de sus funciones, no solo es moralmente inaceptable, sino que además constituye una violación grave en términos jurídicos”, señaló.
En el micro interno, que transporta a los pasajeros desde el avión hasta la terminal de arribo, un grupo de pasajeros expresaron insultos y cánticos sobre polémicas que rodearon al ministerio desde el inicio de la gestión libertaria. Algunos de los que se escucharon eran: “Universidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode”, “no te rías, deja de ajustar al pueblo”, “chorra, entrega los alimentos”, “deja de cagar de hambre al pueblo”. En los videos que se viralizaron en redes sociales se veía cómo los pasajeros cantaban y agitaban las manos, mientras la ministra se reía y hablaba con el secretario. Finalmente, ella les dio su respuesta: “Todos somos el pueblo. Aprendan a respetar. Nosotros ganamos las elecciones. Aguántensela”.
La tensión escaló rápidamente tras la contestación y los pasajeros acrecentaron los cánticos al ritmo de “Aerolíneas no se vende”. “Sí, se vende”, les respondió Pettovello mientras bajaba del micro. “El Convenio 190 de la OIT reconoce el impacto devastador que la violencia y el acoso pueden tener en el mundo del trabajo, tanto para las personas afectadas como para el ambiente laboral en su conjunto. Este tipo de agresiones representan una vulneración directa de los derechos fundamentales y, en este caso, es un ejemplo claro de violencia institucional, al dirigirse contra una figura pública en el ejercicio de sus responsabilidades”, explicó Cordero.
“Es grave, jurídica y socialmente hablando, que se tolere cualquier tipo de violencia en el ámbito laboral. Este tipo de actos debilitan nuestras instituciones y los valores democráticos que debemos proteger”, agregó. Ayer por la noche, Pettovello también había dado su respuesta a la polémica en X, señalando que se trató de una situación planeada y antidemocrática: “Camino libre por la calle, voy al supermercado sin problemas. Lo que ocurrió no fue un acto espontáneo, sino una acción cobarde y antidemocrática de personas que viajaban en grupo. Estamos investigando. Aprendan a convivir con la discrepancia y respeten la democracia. Perdieron, acostúmbrense”.
El Ministerio de Capital Humano también defendió la decisión de Pettovello de usar “el transporte público disponible”. “Cabe destacar que, mientras la ciudadanía exige ajustes en los privilegios de la casta política, la ministra opta por utilizar el transporte público disponible para todos los ciudadanos, lo que hace aún más incongruente la agresión sufrida”, reclamaron.
La polémica se dio en la vuelta del viaje de Pettovello y Torrendell de Jujuy para firmar un acuerdo de compromiso social por la alfabetización con el gobernador provincial, Carlos Sadir, y autoridades. Fue en el marco del Plan Nacional de Alfabetización. En ese viaje, donde recorrieron instituciones educativas y fueron a la apertura del II Congreso de Experiencias Pedagógicas Innovadoras en Alfabetización, Sadir también le otorgó a la ministra un decreto que la reconoce como invitada de honor y huésped oficial de Jujuy.
Los cánticos dirigidos hacia Pettovello y Torrendell referían a dos de las más fuertes polémicas que giraron alrededor del ministerio en el último tiempo. La primera es en torno a las universidades nacionales, conflicto que escaló luego de que el Congreso aprobara la ley de financiamiento universitario, que otorgaba actualizaciones a los salarios del personal docente y no docente y al presupuesto a las casas de altos estudios. Luego de que Milei anunciara que vetaría la ley, se produjo una masiva marcha universitaria impulsada por la comunidad académica y apoyada por agrupaciones universitarias, gremios y partidos políticos.
Aún así, la legislación fue finalmente vetada en el Congreso con el apoyo de los aliados del oficialismo en la Cámara de Diputados. Esto desembocó en un paro nacional encabezado por el Frente Sindical de Universidades Nacionales y la toma de más de 60 facultades a lo largo de todo el país. Actualmente, la pelea por la actualización del financiamiento a las universidades nacionales se enfoca en el tratamiento del Presupuesto 2025, que ocurre en este momento en la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja.
En cambio, el conflicto por Aerolíneas Argentinas viene de una larga discusión paritaria, donde los gremios aeronáuticos reclaman por una recomposición salarial entre un 25% y 70%, mientras que desde la empresa solo accedieron a un 10%. A esto se suma las intenciones del Gobierno de privatizar la compañía estatal. Esta disputa generó una serie de asambleas, paros y otras medidas de fuerza de parte de los gremios que causaron repetidas veces la paralización de los vuelos de la empresa, en especial durante el mes de septiembre, donde se dieron más de siete protestas.
El desarrollo más reciente del conflicto ocurrió la semana pasada, cuando los miembros de la asamblea de accionistas votaron a favor de la expulsión del titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, del directorio de la empresa tras acusarlos de actuar “en forma desleal y contra los intereses de la compañía que representa”. Desde el gremio aseguraron que iniciarán acciones legales para impugnar la decisión de la asamblea.
El comunicado completo del Ministerio de Capital Humano
“Ayer, la Ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, fue agredida por un grupo de manifestantes en Aeroparque, mientras regresaba de un viaje oficial a la provincia de Jujuy. La agresión tuvo lugar en el transporte interno que traslada a los pasajeros desde el avión hasta la terminal, donde los manifestantes la increparon con consignas políticas de la oposición. La Ministra estaba acompañada por el Secretario de Educación, Carlos Torrendel, como parte de la misma agenda de trabajo en Jujuy.
El Secretario de Trabajo, Julio Cordero, expresó su firme condena a lo sucedido, señalando que este acto constituye un claro ejemplo de violencia institucional. Cordero fundamenta su postura en el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), aprobado en la reunión centésima octava de la OIT el 10 de junio de 2019, que aborda la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo.
‘El Convenio 190 es claro: no se puede violentar a una persona en su ámbito de trabajo bajo ninguna circunstancia. Este ataque, dirigido hacia una funcionaria pública en ejercicio de sus funciones, no solo es moralmente inaceptable, sino que además constituye una violación grave en términos jurídicos’, señaló Cordero.
El Convenio 190 de la OIT reconoce el impacto devastador que la violencia y el acoso pueden tener en el mundo del trabajo, tanto para las personas afectadas como para el ambiente laboral en su conjunto. Este tipo de agresiones representan una vulneración directa de los derechos fundamentales y, en este caso, es un ejemplo claro de violencia institucional, al dirigirse contra una figura pública en el ejercicio de sus responsabilidades.
‘Es grave, jurídica y socialmente hablando, que se tolere cualquier tipo de violencia en el ámbito laboral. Este tipo de actos debilitan nuestras instituciones y los valores democráticos que debemos proteger’, agregó Cordero.
Cabe destacar que, mientras la ciudadanía exige ajustes en los privilegios de la casta política, la Ministra Pettovello opta por utilizar el transporte público disponible para todos los ciudadanos, lo que hace aún más incongruente la agresión sufrida.”
LA NACION
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