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Kicillof armó su acto por el Día de la Lealtad, reivindicó a Cristina, pero esquivó apoyarla en la interna del PJ

En su acto por el Día de la Lealtad en Berisso, a dos días del cierre de listas para las elecciones en el PJ, Axel Kicillof lanzó de manera explícita su proyecto político “superador” del kirchnerismo, con un discurso en el que recubrió esas definiciones con apelaciones a la unidad, citas y reinvindicaciones a Cristina y un intento de mostrarse ajeno a la disputa en el peronismo y concentrado en la confrontación con Javier Milei.

No me interesa disputar ninguna interna. Mi responsabilidad es ofrecerles a los bonaerenses un escudo que atenúe lo que está haciendo Milei. Lo que quiero es colaborar con la construcción de una alternativa superadora”, aseguró Kicillof sobre el final, en uno de los tramos en los que buscó erigirse en protagonista del trasvasamiento en el espacio. “Los mejores días siempre fueron peronistas, los días más felices fueron con Cristina y los días mejores que se vienen tienen que estar en el futuro”, fue una de las frases en las que expresó esa idea.

La ex mandataria había aparecido de sorpresa un rato antes en una actividad en la Universidad Nacional de Avellaneda. Kicillof mantuvo el silencio sobre la postulación de su conductora política -al menos hasta esta etapa- para la presidencia del PJ, aunque en algunos pasajes la citó para pedir “unidad” e insistir con la evolución del proyecto.

“Como dice Cristina en su documento, acá no sobra nadie y en la discusión todos y todas somos iguales. Como decía Néstor, con la verdad relativa de cada uno vamos a construir una síntesis superadora”, propuso el gobernador bonaerense. “Empecemos a construir una nueva esperanza colectiva”, completó en la misma dirección.

De entrada el anfitrión Fabián Cagliardi había fogoneado el tono del acto, novedoso en cuanto a la explicitación de su proyecto presidencial. “¡Va a ser el futuro presidente! Amigo, te tenés que hacer cargo de la Argentina”, le abrió paso al presentarlo. Mientras el público le cantaba “Axel presidente”, Kicillof levantaba la mano derecha con los dedos en V.

El intendente de Berisso habló de “más de 50 mil compañeros” en el acto. En las avenidas cercanas se acumularon los colectivos de los militantes movilizados por los jefes comunales enfrentados con La Cámpora, sindicatos y organizaciones sociales como el Movimiento Evita, la CCC y Barrios de Pie.

Kicillof entró de la mano de la vicegobernadora Verónica Magario y a su alrededor en el escenario se ubicaron los funcionarios más cercanos como Carlos Bianco, Andrés Larroque, Walter Correa, Cristina Alvarez Rodríguez y Gabriel Katopodis.

Más arriba Héctor Daer, Pablo Moyano, Andrés Rodríguez y Juan Carlos Schmid y del otro lado los intendentes Mario Secco (Ensenada), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Fernando Espinoza (La Matanza), Juan José Mussi (Berazategui) y Andrés Watson (Florencio Varela), entre otros jefes comunales y los diputados Santiago Cafiero y Victoria Tolosa Paz, ex albertistas y alineados con Ricardo Quintela, el desafiante de Cristina Kirchner en el PJ.

No hubo dirigentes de La Cámpora. Ni los intendentes como Mayra Mendoza o Julián Alvarez y tampoco los funcionarios Nicolás Kreplak, Juan Martín Mena, Daniel Vilar y Florencia Saintout, del sector de Máximo Kirchner. En la previa, la senadora Anabel Fernández Sagasti había reforzado la presión sobre Kicillof. “Su silencio es doloroso. Hay muchos que no entendemos por qué no se ha pronunciado a favor de que Cristina conduzca el PJ nacional”, apuntó una de las apoderadas de la lista de la ex presidenta.

En un tramo de su discurso, el gobernador ensayó una crítica a la ex mandataria y enseguida aclaró que su propósito no será dividir. “Escuchemos, seamos modestos. No estamos para dar clases, sino para entender y nosotros para representar desde cerca, con el corazón abierto y con generosidad”, advirtió Kicillof, y siguió: “Que nadie busque palabritas porque si algo quiere la derecha es vernos divididos. Nunca me van a ver buscando divisiones”.

En el comienzo le había hecho un guiño a la ex presidenta sobre su situación judicial. “Un tribunal de la vergüenza va a querer hacerle creer a alguien que Cristina es culpable en la causa Vialidad. Mentira. Basta de persecución, basta de proscripción”, levantó la voz.

Buena parte de la hora en la que habló la dedicó a cuestionar al Gobierno. “Ya está, se pinchó el globo. Basta de mentir, la casta no es el pueblo. Si querés perjudicar a la casta fijate en tus socios, tus amigos. Basta de joder al pueblo”, arrancó.

“Si tienen reclamos, vayan a pedirle a Milei que le devuelva a la provincias los fondos para los jubilados, el transporte, los maestros y la seguridad. Sufren los laburantes, el pueblo y los jubilados, saltan en una pata los saqueadores y los timbeadores de siempre”, dijo al rato, y cuestionó el intento de privatizar Aerolíneas Argentinas: “La quieren chorear de nuevo”.

El otro eje que atravesó el acto fue la expectativa que procuró generar con el proyecto político que buscará encabezar. Luego de repasar su gestión en la provincia, avanzó con la pregunta: “¿Por qué no podemos hacerlo cuando estemos organizados con casi 50 millones de argentinos?”. También lo hizo cuando se quejó de los recortes del Gobierno nacional: “Nos quieren ahogar financieramente. Saben que este proyecto político y este pueblo el año que viene le va a poner un freno a Milei en la urna y va a empezar a construir una alternativa superadora”.

“Néstor y Cristina le devolvieron al peronismo su fuerza transformadora”, elogió a la ex presidenta, y a la vez insistió con el trasvasamiento: “Esta historia está inconclusa y por eso estamos acá, para escribirla. Estamos acá para escribir el futuro”. Se despidió con el grito de “Viva Perón carajo” y la entonación de la marcha.

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