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El Gobierno se resigna y admite que no hay consenso para derogar las PASO

La ambiciosa reforma electoral que se propuso Javier Milei desde que asumió quedará, al menos por ahora, a mitad de camino. Tras promulgar la ley de Boleta Única de Papel (BUP), el Gobierno admite que no logró consenso para avanzar con la derogación de las PASO, la segunda etapa de los cambios en materia electoral que tenía en su agenda.

No tenemos el apoyo de casi ningún sector político para esa reforma, lo mantenemos como un pendiente, pero hoy no está el número para eliminarlas”, indicaron a Clarín desde lo más alto del poder de la administración libertaria.

Fue al cabo de una semana en la que el Gobierno volvió a sondear a sus aliados del PRO, el eslabón imprescindible que, en un contexto de tensión extrema con los otros bloques dialoguistas, como la UCR ó Encuentro Federal, necesita tener de su lado antes de abrir un debate parlamentario. “Esa ley no sale”, respondieron desde el partido amarillo, donde tampoco hay unanimidad respecto a la conveniencia de mantener las primarias. En el bloque que preside Cristian Ritondo hay miradas diversas.

Distinto es el caso del proyecto de Ficha Limpia, que en Diputados ya tiene dictamen de comisión y hay consenso para ser debatido “antes de fin de año”.

La intención de eliminar las primarias ya había sido plasmada por el Gobierno en la primera versión de la Ley Bases que envió al Congreso, pero finalmente debió ceder y quitar todo el capítulo de la reforma electoral, incluido el voto uninominal, del texto que se aprobó.

Parecía que la Casa Rosada se había desentendido del proyecto, hasta que a principios de este mes el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, sorprendió al volver a ponerlo en discusión, cuando consideró que las primarias “no han sido ni son un instrumento útil para la resolución de los problemas de los partidos”. “Nosotros vamos a proponer la eliminación de las PASO”, aseguró. Fue más una declaración de principios, porque no había vuelto a hablar del tema. Hubo un sondeo al kirchnerismo duro, que durante la gestión anterior propuso derogarlas para bloquear la alucinante carrera de Alberto Fernández de ir por la reelección. Con una feroz interna en Unión por la Patria, el tiro por elevación no dio resultado.

Al tanto de que había resistencia de la oposición, ya que ante la atomización las primarias resultan clave para dirimir diferencias dentro de una misma alianza , el Gobierno jugó una carta para intentar seducir: avisó que no se trataba de una reforma pensada para aplicar en las Legislativas 2025, sino hacia adelante. Tampoco encontró eco: en la mayoría de los partidos políticos prima la cautela en un contexto en el que todavía se discute sobre el impacto que tendrá en la forma de elegir el cambio a la Boleta Única Papel.

Con este escenario, en el oficialismo evalúan la posibilidad de ofrecer como único cambio quitar sólo la obligatoriedad de voto. “Sería un avance porque no forzarías a la gente a tener que ir a dirimir las internas de los políticos”, remarcan. Se amparan en que en las últimas elecciones el nivel de participación registra niveles más bajos que en las durante la década pasada cuando se empezaron a implementar las primarias. Harán un intento antes de fin de año. “Lo veo difícil, pero no imposible”, reconoce una voz de peso del Gabinete.

En cualquier caso, es una opción que también tiene objeciones dentro del Gobierno: los que la rechazan sostienen que desvirtuaría la herramienta y tampoco generaría un ahorro en el gasto. En 2023, la inversión para la realización de los comicios fue de 91.532 millones de pesos, de los cuales según fuentes oficiales cerca del 60 por ciento se destinó a las primarias. Ese número, actualizado a 2025, y sin contemplar balotaje, sería más del doble. Será un argumento más de campaña de La Libertad Avanza.

Aunque en público no suele expedirse sobre la derogación de las PASO, Milei siempre mostró su disconformidad de que la gente tenga que hacerse cargo de los gastos de la política. De hecho fue un planteo que les hizo a los gobernadores en la primera reunión que mantuvieron, en diciembre de 2023. Ninguno lo rechazó. Ahora el panorama es diferente.

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