Un sector del radicalismo, que está encolumnado con Martín Lousteau y Facundo Manes, le puso fecha a la fractura del bloque de Diputados al anunciar que dejarán esa bancada el martes si siguen en ese espacio los 5 diputados que votaron a favor del Gobierno en jubilaciones y financiamiento universitario. De concretarse el quiebre seguramente se vendrá una fuerte batalla por el sello de la UCR.
La decisión ya había sido anticipada en la última reunión de bloque de esta semana en la que se frustró la intención de expulsar a los radicales libertarios por una fuerte intermediación de los representantes del gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, y también por la intención de Julio Cobos y Mario Barletta -dos de los históricos que habían pedido la salida de los legisladores cuestionados- de darles una nueva oportunidad.
Tal como ya informó este diario, si finalmente se produce la ruptura, el bloque que conduce Rodrigo de Loredo perdería entre 11 y 13 diputados, quienes conformarían una nueva bancada, aún no está claro si para funcionar como interbloque. La intención de los «rebeldes» es tratar de quedarse con la membresía de la UCR, lo que puede traducirse en cambios no sólo en la integración de las comisiones sino que también habría una disputa por los despachos y oficinas.
La última carta para evitar la fractura la tiene Cobos, quien en la última reunión había propuesto hacer firmar un compromiso a los 5 cuestionados –Mariano Campero, Luis Picat, Martín Arjol, Pablo Cervi y Federico Tournier- para ajustarse a los acuerdos internos. Tal como ya informó este diario, la intención de esta maniobra es forzar la salida de los diputados libertarios sin pagar «el costo político» que le significaría echarlos. Sin embargo, los involucrados no sólo ratificaron la pertenencia que reflejó la foto que se tomaron con Javier Milei en la Casa Rosada, previo a ratificar el veto a la movilidad jubilatoria, sino que además avisaron su decisión de quedarse en el bloque.
Mariano Campero toma la selfie de Milei con diputados radicales que cambiaron su voto en apoyo al veto de jubilaciones. Incluso, uno de los diputados que más pidió la expulsión de los cuestionados advirtió que los radicales libertarios siguen en el bloque porque «operan a favor de Patricia Bullrich» y lógicamente son necesarios para la estrategia del Gobierno.
«Si para el martes no hay una salida de los 5 diputados, nosotros nos vamos del bloque», advirtió uno de los legisladores que encabeza el levantamiento. Hubo un intento de querer someter a votación la expulsión de los radicales libertarios, pero los sectores de Lousteau y Manes lo frenaron sabiendo que el resto de la bancada no apoyaba esa medida a pesar de que admiten que «la convivencia es insostenible» con los fieles a Milei.
De concretarse la fractura, el nuevo bloque, que está en etapa de construcción, estaría integrado por Facundo Manes, Pablo Juliano, Marcela Coli, Manuel Aguirre, Juan Carlos Polini, Jorge Rizotti y Fernando Carbajal. A ellos se suman los representantes de Evolución Carla Carrizo, Danya Tavela, Mariela Coletta y Marcela Antola. En duda están Natalia Sarapura, que ingresó al Congreso de la mano de Gerardo Morales, y Melina Giorgi, que responde al gobernador de Santa Fe Maximiliano Pullaro.
Lo cierto es que la formación de una nueva bancada abrirá una pelea por el sello de la UCR en Diputados, ya que este grupo quedará con los respaldos de Lousteau, que preside el Comité Nacional de la UCR, y de Gastón Manes, quien está al frente de la Convención Nacional y es hermano del diputado y neurocientífico.