18.7 C
Buenos Aires
InicioDeportesSan Lorenzo volvió al triunfo: tres puntos, algo de lo que quiere...

San Lorenzo volvió al triunfo: tres puntos, algo de lo que quiere Romagnoli, y sufrimiento al final

Ahora sí: San Lorenzo obtuvo su primer triunfo en la Liga Profesional. Gimnasia se prestó a sufrir una goleada como local, pero el equipo de Leandro Romagnoli no fue eficaz. Sensaciones ambiguas: tres puntos por el gol de Cristian Tarragona y un primer tiempo muy bueno, pero terminó sufriendo hasta la última pelota jugada. ¿La otra buena? Lo logró sin los refuerzos, que aún no fueron habilitados.

Fue otra cara la del conjunto azulgrana, por primera vez después de muchos partidos. No hace falta ser un experto para concluir que esta versión se acerca mucho más a lo que intenta construir Romagnoli. Triangulaciones por dentro en la salida, transiciones veloces y ataques punzantes por afuera. Gimnasia se lo permitió y el “Ciclón” se movió placenteramente por el Bosque platense.

San Lorenzo jugó su mejor partido del torneo y por fin se desahogó en La PlataIgnacio Amiconi – Fotobaires

Tanto que, al entretiempo, el respirador del local seguía lanzando señales de vida por el propio San Lorenzo. Porque existió un aspecto puntual, por sobre cualquier otra cosa, que el visitante dejó en la columna del debe. Pecó de ansioso en varios apellidos, no se tomó esos sabios segundos que se necesitan para terminar la jugada, y careció de contundencia. Aceleró las piernas al llevar la pelota por los costados a puro vértigo y espacio, pero no ponerle el freno a la cabeza en medio de tanta velocidad le privó, verdaderamente, de irse al descanso dos o hasta tres goles por encima.

Marcelo Méndez apostó a una conjunción de experiencia (y parado táctico) que le hizo muy mal a su equipo. Los de “Pipi” aprovecharon que Pablo De Blasis (36 años) y, sobre todo, Lucas Castro (35), ubicados ambos en la zona de creación, no le dieran una ayuda a Agustín Bolívar, que corrió solo en la mitad de la cancha. De esa manera, San Lorenzo manejó la pelota y le sacó jugo a los espacios que se generaron, además, por el mal retroceso del “Lobo” en ataque y las debilidades que mostró el local por su lado izquierdo.

Lo mejor del triunfo de San Lorenzo

Iván Leguizamón, en consecuencia, aprovechó para hacer estragos. Con centros peligrosos y desequilibrios a pura velocidad. Aunque, también, con sacrificio: a los 15 minutos, el paraguayo peleó en la salida de Gimnasia, lo que terminó con el desborde de Alexis Cuello y la definición de Cristian Tarragona. Ley del ex, pedido de disculpas y desahogo interno tras los chiflidos que recibió el sábado en el Nuevo Gasómetro (1-1 ante Huracán).

Todavía sin la habilitación de los refuerzos (Agustín Martegani, el único avalado que fue al banco), lo que mostró San Lorenzo en el primer tiempo es una gran noticia para su entrenador. Con un ajuste: venía jugando con un punta y un enlace, pero en La Plata presentó un 4-4-2, con Tarragona y Cuello como puntas que resultó mejor. Claro, lo positivo no debe confundirlo: Gimnasia hizo mucho para permitir que los de azulgrana se soltaran mejor.

Barrios frena ante la caída de Domínguez; el Ciclón salió del fondo de la tabla Ignacio Amiconi – Fotobaires

Desde el gol hasta los primeros diez minutos del segundo período, a San Lorenzo se le presentaron incontables oportunidades cómodas para llegar al arco y encontrar el segundo, pero jamás lo aprovechó. Incluso, en la última jugada del primer tiempo Tarragona desperdició de forma inexplicable el esfuerzo de Malcom Braida para presionar y lo asistiera para que hiciera fácilmente su doblete.

La salida previsible de Castro (amonestado, lo reemplazó Nicolás Garayalde) para ordenar el medio campo tripero, le terminó arrebatando todo el peligro a San Lorenzo. Incluso, terminó acorralado. Pero volvió a ganar, después de aquel 2-0 sobre Chacarita por la Copa Argentina, y del 3-2 sobre el Liverpool uruguayo, hace dos meses.

A tres semanas de enfrentar a Atlético Mineiro por los octavos de final de la Copa Libertadores, Romagnoli, por un lado, puede estar tranquilo por la fluidez que mostró su equipo. Sin embargo, por otro, la preocupación es inevitable ante la incapacidad propia de resolver con holgura un encuentro en el que le dejaron todo servido.

Conocé The Trust Project
Más noticias
Noticias Relacionadas