El aire acondicionado se convirtió en un aliado indispensable durante los meses de verano, cuando las temperaturas alcanzan su punto máximo y el calor puede resultar abrumador. La gente toma decisiones en base a si un lugar está equipado o no con aire acondicionado y, en este sentido, el auto como espacio habitado no es la excepción.
Sin embargo, para darle un uso inteligente de esta herramienta que revolucionó no solo el concepto del confort de interiores, sino también los viajes en materia de seguridad -puesto que no es lo mismo manejar con más de 35 grados de sensación térmica con las ventanas abiertas y fatiga y molestia, que con un interior a 21-, existen reglas y consejos y no muchos están al tanto de estos.
Esta ignorancia inocente hace que, a la hora de acondicionar habitáculos, muchos conductores caigan en los mismos errores que hacen que el aire acondicionado no funcione de una manera eficaz y tarde más en enfriar.
A continuación, cinco consejos para maximizar el alcance y la potencia del aire acondicionado del auto:
Es habitual, ni bien llegados al habitáculo en un día de mucho calor o cuando el auto estuvo muy expuesto al sol, desesperar y poner el aire al máximo. Es el primer error que atenta contra su funcionamiento eficiente, puesto que, si el interior está muy caliente, se fuerza el sistema y aumenta el consumo de combustible.
En lugar de esta conducta impulsiva es preferible bajar las ventanas durante unos minutos para que se produzca una corriente que expulse el aire caliente del interior y entre el aire exterior. Puede acelerar los tiempos la llamada técnica japonesa, que consiste en baja la ventanilla de la puerta del pasajero y abrir y cerrar repetidamente la puerta del conductor. Según dicen algunos medios especializados, esto permite bajar la temperatura varios grados en cuestión de segundos.
Una vez hecho esto conviene activar el modo recirculación, ya que el sistema no tiene que trabajar tanto para enfriar el aire nuevo, sino que puede trabajar sobre el aire que circula dentro del habitáculo, y el proceso de enfriamiento se acelera.
2. Evitar las temperaturas demasiado bajas
La segunda trampa en la que todos cayeron alguna vez es apostar al frío extremo a la primera. Lógicamente resulta tentador poner la temperatura baja para enfriar el interior más rápido. Sin embargo, esto hace que el aire trabaje en exceso y, por ende, consuma más combustible.
La recomendación de aquellos que saben es mantener la temperatura entre 21 y 23 grados, dependiendo del número de pasajeros que viajen en el habitáculo. Si el conductor está solo, el número recomendado asciende a 24 grados. A esto se agrega la sugerencia de apagar el aire acondicionado cuando no sea necesario, o ajustar todavía más la temperatura, para evitar que se sobrecargue el sistema.
El tercero es uno de los trucos más desconocidos pero de mayor sentido común, y consiste en saber posicionar las bocas del sistema.
Muchos conductores acostumbran a poner las apuntando al centro o a sus caras. Sin embargo, apoyados en el principio básico de que el aire caliente tiende a subir y el frío tiende a bajar, para mejorar la climatización del habitáculo, conviene direccionar las salidas del aire hacia arriba, de esta forma, para que el aire frío se reparta homogéneamente.
4. Apagarlo antes de apagar el motor
Uno de los últimos tips concierne al momento de terminar el viaje, y remite a un error muy común: es preferible apagar el aire acondicionado del auto antes de apagar el motor, o no apagar el auto con el aire acondicionado encendido. Basta con desconectar el aire unos minutos antes de apagar el motor. Para tomar una referencia fácil, se puede apagar el auto cuando se empieza a hacer la maniobra de estacionamiento.
Esto se debe, por un lado, a que el compresor del aire acondicionado demanda mucha energía, y si se apaga el motor sin desactivarlo, la batería puede sufrir en exceso, acortando su vida útil que suele ser de alrededor de cuatro años.
Por otro, si se apaga el motor con el aire acondicionado puesto se condensa con el funcionamiento del compresor y se puede acumular humedad en los conductos de ventilación, motivando futuros problemas, además de acelerar el deterioro del sistema, que van a requerir de arreglos y, consecuentemente y sobre todo hoy, mucha plata.
Al igual que en los sistemas de aire acondicionado domésticos, es importante mantener limpios los filtros del aire acondicionado del auto para garantizar un flujo de aire adecuado y una refrigeración eficiente.
Periódicamente, hay que sustituir el filtro de polen, cuya función es retener las partículas del aire exterior y evitar que entren en el habitáculo y se respiren por los pasajeros. Si el filtro está obstruido, no solo no va a poder cumplir este rol, sino que, además no va a permitir que el aire enfríe correctamente.
Además de estar revisión, que puede hacerse manualmente, es prudente revisar el sistema completo del aire acondicionado en un service profesional cada dos o tres años -puede variar de acuerdo con las recomendaciones del fabricante-, para que revisen los conductos y el compresor.